Yanira Solano Puchaina se pasea todo el día por los alrededores de la clínica Reina Catalina. Viste una manta guajira roja que encandila con el sol del mediodía. Habla wayuunaiki con Ageidy, otra wayuu que espera, como ella, la hora para visitar a su hijo internado en ese centro asistencial. Ambas tejen lo que será una mochila.
Las dos mujeres reflejan el drama que padecen los wayuu por la crisis que se vive en La Guajira a falta de alimentos, agua y ante el difícil acceso al sistema de salud, cuya víctima principal son los niños.
Basta con preguntarle a Yanira que si tiene a alguien en la clínica para que rompa en llanto. 'A mi hija, la tengo en UCI. Ella tiene anemia y está desnutrida, tiene tres años', dice, sin parar de llorar.
Ageidy, quien la acompaña, toma la palabra para relatar la situación que se vive en la zona donde tienen asiento los resguardos indígenas. 'Allá hay muchos niños desnutridos, por la sequía, por falta de ayuda. Uno lucha mucho por comer algo en medio de la pobreza. Es que los médicos de allá no son especialistas como los de aquí. Ellos siempre dicen que uno está bien'.
Yanira es del resguardo Mayavangloma, jurisdicción de Fonseca, sur de La Guajira. Su hija tiene 4 años y pesa 12 kilos, para esta edad el peso debería ser de más de 16 kilos, de acuerdo con las tablas que evalúan los indicadores de nutrición. 'Allá no hay comida, no hay agua, no hay trabajo. Yo estoy aquí sola no tengo familia, necesito que me ayuden. Mi niña está muy baja de peso'. Dice que teme que a su bebé le pase lo peor.
EN ESTADO CRÍTICO
El director médico de la clínica, Jairo Quiroz, es realista cuando se le pregunta por el estado de la hija de Yanira: 'El pronóstico es malo'. Quiroz explicó que la desnutrición de esta menor es colateral a un extraño padecimiento relacionado con una anemia. 'Está niña presenta una enfermedad de base, que es mieloproliferativa (proliferación de la médula ósea dentro o fuera de la médula) que cursa con anemia y trastorno de las plaquetas'.
Llegó remitida de la Clínica de la Costa. 'Esto que está pasando es realmente preocupante porque los padres de estos niños manifiestan que no tienen cómo alimentar a sus hijos y que lo que les suministran es chicha', dijo el médico en diálogo con EL HERALDO.
No menos grave es la situación de una niña de dos años, que permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica de la Costa con un diagnóstico de neumonía y desnutrición. La menor está con ventilación artificial.
'Esta niña presenta una nutrición inadecuada por su alimentación. Tiene un peso de 8 kilos, cuando por su edad debe estar pesando más de 12 kilos. Tiene un estado crítico, llegó desde hace diez días y hasta ahora permanece con ventilación mecánica y se le está haciendo el tratamiento del caso con un equipo multidisciplinario', señaló Piedrahita, médico pediatra y coordinador de la UCI de la Clínica de la Costa.