Es una criatura fuera de serie: así, sin un ápice de exageración, es como cabe definir a la reina del Carnaval de los Niños de Barranquilla, que hoy a las 3:00 p.m. será coronada en el estadio Romelio Martínez.
Además de su encantador don de mando carnavalero, de su sensibilidad y destreza para bailar las danzas y los ritmos propios de la fiesta del dios Momo, ella es una experta periodista con dos años largos de intensa y precoz trayectoria en el oficio, el cual ejerce con una inteligencia y una apasionada entrega que resultan insólitas en una chica de su edad.
En efecto, Cristina Amórtegui Oliver, con apenas 13 años recién cumplidos, es coordinadora y locutora del programa radial Hola Juventud; ha realizado alrededor de 300 entrevistas a personajes locales, nacionales e internacionales; ha sido colaboradora de EL HERALDO y presentadora en el canal de televisión Telecaribe; ha participado en tres talleres de periodismo impartidos por prestigiosos maestros del oficio; tiene 1.801 seguidores en Twitter (incluidos muchos famosos) y se ha ganado el respeto del gremio de periodistas adultos de la ciudad, que no la tratan con la condescendencia que por lo común inspiraría una simple niña aventajada sino como a una igual en el colegaje.
Al tratar de explicar el carácter prematuro de todos estos logros y virtudes, sus padres, el consultor de seguros Joseba Amórtegui y la docente Liana Oliver, cuentan que recibió estimulación durante su gestación: todas las noches le hacían oír un mensaje de cada uno de ellos grabado en sus propias voces.
Su papá, por ejemplo, le decía: “Hola, Cristina, te habla tu papá Joseba y te prometo que cuando nazcas voy a estar allí contigo”. Un instante después de nacer, el 23 de enero de 2000, él la saludó casi con las mismas palabras. Cristina levantó la mirada y buscó la voz. También en el vientre fue una gran melómana: por la mañana, oía música infantil; por la tarde, folclórica; por la noche, Mozart. Mientras fue una lactante, esa misma música bastaba para que, cuando lloraba, se tranquilizara de inmediato; y para que por la noche se durmiera sin demora.
Una mente en 10D. A los cuatro años, aprendió a leer en el jardín escolar. Pero desde un año antes, su papá ya le leía todas las noches los cuentos de hadas clásicos. Cuando ella por sí misma empezó a leer esas historias, mostró de inmediato muy buena dicción y entonación. Hablaba, además, con fluida locuacidad.
A los cinco años, en el Colegio Sagrado Corazón (adonde ingresó para iniciar los estudios primarios y donde en la actualidad cursa 8º grado), actuaba en las obras teatrales y bailaba en los grupos de danza. Se integró asimismo por entonces al Club de Lectura de Comfamiliar Atlántico, donde permaneció por un año. “La mente es mejor que cualquier pantalla del mundo”, dice ella. “Cuando leemos, nuestra mente está en 10D”. Desde aquella época, ha seguido siendo una lectora habitual.
Tuvo su debut en los medios de comunicación a los siete años, cuando en 2007, tras una audición realizada en la sede de su colegio, fue llamada a Bogotá para participar en el programa televisivo Juego de niños, del canal RCN: disfrazada de genio (pues era el 31 de octubre), su actuación consistía en darles pistas a concursantes adultos para que identificaran a un personaje. Cuando sólo quedaban los dos finalistas, y la habilidad de Cristina no les permitía resolver todavía el acertijo, el presentador José Gaviria le preguntó: “¿Será que ya les damos la ayuda a nuestros participantes?”, a lo que ella respondió: “Yo creo que todavía pueden dar más”.
Tres años más tarde, el 24 de noviembre de 2010, entró al programa de radio Voz Infantil. En abril de 2012, fue promovida al programa Hola Juventud, concebido para un público un poco mayor que ella. Ha sido en estos dos espacios radiales –fundados y dirigidos por el profesor Julio Adán Hernández, y que se transmiten todos los sábados por la emisora local La Voz de la Costa– donde ha hecho sus proverbiales entrevistas. En ellas, la mayoría de los personajes (que van desde el presidente Juan Manuel Santos y el expresidente Uribe Vélez hasta Totó la Momposina, la actriz Ruddy Rodríguez, el caricaturista Vladdo y el padre Alberto Linero, entre muchos otros) expresan su admiración ante su perspicacia y dominio periodísticos Y cuando los entrevistados son periodistas, terminan al final interrogándola a ella. Pero, eso sí, todos le responden con absoluta seriedad, gracias al hilo informado y coherente de sus preguntas.
Las entrevistas son también grabadas en video por su papá (“Mi papá casi no trabaja por ser mi camarógrafo”, bromea ella) y difundidas por su propio canal en YouTube, que tiene decenas de miles de visitantes.
En la radio, Cristina (que, en todo lo demás, es una niña normal que juega con sus dos hermanitas menores, Sophie y Shantal, y con sus compañeros de clases en los recreos) cubrió también en vivo las elecciones regionales del 30 de octubre de 2011, a través de La Voz de la Costa. Esa vez, permaneció en el estudio todo el día, en una especie de trance, hasta el punto de que no quería perder tiempo ni para comer. Daba cápsulas noticiosas que ubicaba en Internet y en las redes sociales. Al principio, los directores de la transmisión, los veteranísimos Mabel Morales y Oswaldo Sampayo, estaban admirados. Pero ya después la trataron como a una más del equipo.
Fue también en 2011 cuando incursionó en el canal de televisión Telecaribe, presentando diversos programas, sobre todo infantiles, y aún continúa en esa labor, que ya le ha valido un reconocimiento internacional: su informe “Seguridad informática para niños”, emitido en El show de Ley Martin, fue premiado en el Concurso Latinoamericano de Periodismo en Seguridad Informática de 2012, organizado por la compañía mundial Eset. La distinción le fue entregada al aire en el Canal Capital, el pasado 4 de diciembre en Bogotá, mientras actuaba como presentadora invitada en el programa Franja Metro.
McCausland la invita a escribir. Antes de que finalizara el año 2011, su vocación sin tregua la llevó a entrar en el periodismo escrito. Una mañana fue a la oficina de Ernesto McCausland, entonces editor general de EL HERALDO, para hablarle de un proyecto de la Fundación Voz Infantil-Hola Juventud. Le contó que ella leía crónicas y que había participado un mes atrás en un taller sobre este género dirigido por el periodista Jaime De la Hoz.
McCausland, entusiasmado, le regaló su libro Mensajes desde el azul y la instó a escribir para la sección Pelaos. Pocos días después, el 27 de noviembre, se publicó allí su primer artículo: “Mi aventura en Voz Infantil”.
Por invitación del mismo McCausland, durante las vacaciones de finales de aquel intenso 2011, se vinculó durante un mes a la planta de redacción del EL HERALDO, asignada a la sección Pelaos. Un episodio que no olvida de aquella experiencia fue el del sábado 19 de noviembre, cuando participó en la tertulia sobre vallenato que tuvo, entre otros invitados especiales, a Juan Gossaín. A Cristina, que ocupó un puesto a la diestra de Gossaín, se le cayó una botella de Coca-Cola. Gossaín reparó entonces en ella. “¿Y tú quién eres?”, le preguntó, intrigado. Ella le contestó con absoluta naturalidad: “Yo soy periodista”. A lo que Gossaín replicó: “¿Y no eres muy pequeña para ser periodista?”. Ella sonrió y al final de la tertulia, cómo no, le pidió que le concediera una entrevista. Gossaín se excusó, pues tenía que marcharse enseguida.
Dos meses después, sin embargo, cuando se preparaba para participar como maestra de ceremonias de Fantástico, el evento para niños que hace parte del Carnaval Internacional de las Artes de la Fundación La Cueva, quedó estupefacta cuando le dijeron:
“Vas a entrevistar a Juan Gossaín”. Así fue: el 12 de febrero de 2012, en los jardines del Teatro Amira De la Rosa y ante un numeroso público, condujo una amena e inteligente conversación de 35 minutos con el gran periodista costeño.
Ser maestra de ceremonias es otra de sus actividades. Lo ha sido, aparte de las tres últimas ediciones de Fantástico, de numerosos eventos, algunos de ellos de carácter masivo, y siempre deslumbrando con su elocuencia y su dominio tanto del escenario como de los temas tratados. “Me fascina la tarima”, dice.
La niña que sabe oír y hacerse oír. Lo anterior indicaría que su futuro como periodista está en la radio y la televisión. Ella misma admite: “Me desenvuelvo mejor hablando; todavía se me dificulta un poco la escritura”. Sin embargo, señala que también le atrae el periodismo escrito, lo que explica que, además de asistir al taller de crónicas de Jaime De la Hoz, haya tomado parte en otros dos sobre el mismo género, uno dirigido por Alberto Salcedo Ramos en enero 2012; y el otro, por el norteamericano Jon Lee Anderson en mayo del mismo año.
Anderson, después de evaluar la crónica que escribió durante el taller, le dio un emocionado consejo: “¡Adelante, Cristina, sigue escribiendo!”. Por su parte, Salcedo Ramos contó respecto al suyo: “Cada vez que abría la boca decía algo inteligente, algo que nos sorprendía; además, siempre estaba en una actitud atenta, siempre participaba en los debates, y sabía oír y hacerse oír”.
Por supuesto, si de algo ha echado mano como reina del Carnaval de los Niños de Barranquilla ha sido de su sorprendente labia. En los más de 130 eventos y actividades a los que ha asistido como soberana infantil de la fiesta (la mayoría en barrios muy lejanos a Villa Carolina, el barrio donde ha residido siempre), ha hechizado siempre con sus palabras, pero también con su carisma personal y su gracia coreográfica.
Con respecto a esta última, cabe recordar que no por nada, mientras la tuvo en su vientre, su mamá recibía clases de ballet y a su turno dictaba clases de baile de salón, lo que hizo hasta pocos días antes del parto.
No cabe, pues, duda: esta tarde, Barranquilla, además de a una reina de carnaval, coronará a una superestrella infantil.
Por Joaquín Mattos Omar