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La astucia de un suboficial de la Policía de Tránsito y Transporte de La Guajira fue clave para dejar al descubierto una de las más grandes incautaciones de droga sintética (anfetaminas) transportada en un automóvil particular con dos ocupantes a bordo que habían partido del norte de la península con destino a Santa Marta.

Según el reporte oficial, los 149 kilogramos de anfetaminas habían sido depositados en el baúl del automóvil Chevrolet línea Sail color plata, de placas HXN 236. 

En el momento de ser requeridos por los patrulleros en el puesto de control del corregimiento de Mingueo (Troncal del Caribe) el conductor aseguró que se trataba de leche que habían enviado en encomienda.

El uniformado siguió insistiendo y a medida que hacía más preguntas empezó a sospechar, más aún, cuando notó la actitud sospechosa de uno de los ocupantes del carro cuando les anunciaron que tenían que esperar a que la sustancia fuera sometida a un peritazgo más avanzado que el simple olor.

La sustancia tenía el color característico del clorhidrato de cocaína, estaba embalada igual en plástico y prensada en paquetes con un logotipo en forma de corona de rey.

La sorpresa de los policías fue mayor cuando empezaron a abrir los paquetes y descubrieron la sustancia en polvo compactada que también tenía en bajo relieve la corona de rey.