
Matan a niña de 7 años y a su padre en Santa Marta
Sicarios en moto los atacaron. Anuncian prohibición de circulación de moto con parrillero hombre.
Una niña de 7 años y su padre, Luis Cabarcas, fueron asesinados ayer por sicarios en moto en Santa Marta.
El caso sucedió a las 7 de la mañana en la vía destapada que comunica la troncal del Caribe con los barrios Andrea Carolina, Brisas del Mar y Terranova, en el suroriente de la ciudad, cuando el hombre llevaba a su hija al colegio donde estudiaba.
El ataque criminal fue perpetrado por dos sujetos que también iban en moto.
El hecho exacerbó a la ciudadanía que halló en las redes sociales el medio adecuado para manifestar su enfado. “¡Basta ya!”; “¿donde está la mano de la autoridad?”; “Ya es hora de cerrar filas contra el crimen”, fueron algunos de los mensajes expresados.
El episodio llevó al alcalde, Carlos Caicedo Omar, a anunciar la expedición de un decreto a través del cual prohíbe la circulación de parrillero hombre en motocicletas, al tiempo que se dispuso por parte de la Policía y la Gobernación del Magdalena el ofrecimiento de diez millones de pesos en recompensa a quien entregue información veraz y oportuna, que ayude a la identificación, ubicación y captura de los homicidas.
El hecho. Como solía hacerlo durante la semana, en su moto, Luis Cabarcas llevaba a su hija a la institución educativa Cooedumag, donde cursaba el primer grado de escolaridad.
En uno de los tramos desolados de la carretera, aparecieron dos hombres abordo de una motocicleta bóxer, de color negro, cuyo parrillero disparó en repetidas ocasiones contra padre e hija.
Una bala en la cara de la menor le produjo la muerte en el acto, mientras que dos impactos, en el rostro y la cabeza, dejaron malherido al papá, quien murió en la tarde.
Luis Cabarcas, asesinado.
Una vez consumada la acción criminal, los autores emprendieron la huida rumbo al oriente de la ciudad. La Policía desplegó un operativo envolvente a través del cual se logró la aprehensión de un sospechoso.
Desconsolada, Manla Cotes López, madre de la niña, no daba crédito a lo sucedido. Con voz entrecortada le dijo a EL HERALDO que su hija era muy bella, alegre y espontanea. “Estaba ilusionada con la elaboración de su pesebre”, manifestó.
En el centro educativo donde estudiaba la noticia cayó como un baldado de agua fría. El dolor invadió a todos los estamentos y de manera especial sus compañeritos.
Andrea Ávila Sanjuanelo, coordinadora del área de primaria de Cooedumag, dijo que “es triste lo que ha pasado y nos embarga de dolor, Ella siempre va a estar en nuestros corazones”, precisó.
Piedad Meléndez, maestra de la niña, recibió con asombro lo ocurrido y recordó que estaba preparando al curso donde la estaba la niña para una presentación de Navidad, donde ella interpretaría villancicos. “Esto no tiene nombre”, anotó entre lágrimas.
Sobre los móviles de la acción criminal no hay nada en concreto, sin embargo se presume que podría tener como fundamento una retaliación.
El comandante de la Policía del Magdalena, coronel Fredy Tibaduiza, reveló que el padre de la menor estuvo preso en enero de 2012 al haber sido señalado como integrante de una banda de clonadores de tarjetas. Fue dejado en libertad poco tiempo después.