Por tercera vez en menos de un año, el presunto jefe de Los Buitres, Aldemar Tatis, recuperó su libertad por polémicos trámites judiciales. Primero, cayó el 26 de mayo tras quitarle el bolso a una mujer. Aquella vez, le otorgaron detención domiciliaria.
A los pocos días, el 2 de junio, lo arrestaron junto a 17 personas como miembro de dicho grupo ilegal. Pero, en octubre, salió de prisión porque se vencieron los términos para iniciársele el juicio.
Su último arresto fue el pasado viernes, a las 7:30 p.m.. La Sijín lo sorprendió en un carro junto a Ramón Milkes Bello y Diana Vargas, quien escondía una pistola Prieto Beretta.
La información de inteligencia precisaba que atracarían a una mujer que había sacado dinero en un banco.
Empero, el Fiscal de la URI que recepcionó el caso estimó que sólo Vargas, alias La Cachaca, debía ser presentada en audiencia por porte ilegal.
“No tuvo en cuenta que el Código Penal señala que las circunstancias en que una persona comete un delito se extenderán a quienes las conozcan al planearse o ejecutarse la conducta punible”, indicó una fuente del Sistema Penal.
“¿Cómo es posible —añadió— que lo liberen sabiendo que es una persona proclive al delito, como lo indican sus anotaciones, y que ya es conocido que estas bandas utilizan mujeres para llevar las armas?”.