Con la certeza de que su hijo fue asesinado y no murió por inmersión, como presumen las autoridades, Rigoberto Peña Santana llegó ayer en la tarde a Medicina Legal para reclamar el cuerpo de su hijo Samuel David Peña, de ocho años.
El menor fue hallado sin vida el primero de enero junto a un jagüey, en la trocha conocida como El Basurero, en el municipio de Sabanalarga. Parte de la cabeza de Samuel David estaba sumergida en el agua, mientras que el resto del cuerpo estaba sobre la arena.
“Mi hijo salió de la casa el domingo a las 11 de la mañana para supuestamente ver un partido de fútbol con unas primas, pero eso es mentira porque las niñas me dijeron que no lo habían visto en todo el día, lo que creemos es que a mi hijito lo sacaron de la casa con engaños para luego matarlo”, dijo Peña.
La búsqueda de Samuel David inició el mismo día de su desaparición, siendo las 5:30 de la tarde, pero en vista de que no lo hallaban, familiares y amigos decidieron reanudar la labor al día siguiente.
A las 8:30 de la mañana, según la versión, recibieron una llamada del supuesto exnovio de una hermana del menor, en la que les exigía la entrega de diez millones de pesos si querían verlo con vida.
“A la casa nos llamaron tres veces para decirnos lo mismo y que si le avisábamos a la Policía nos iban a entregar al niño muerto; enseguida le informamos a la Policía y el Gaula empezó la búsqueda del niño”, dijo Ana Isabel Peña, tía de Samuel David.
Pese a que el supuesto secuestrador fue capturado, la Policía lo dejó libre por falta de pruebas.
“Nosotros sospechamos de otro vecino que una vez invitó a mi hija para que asistiera a un rito satánico, pero como ella no fue se las desquitó con mi hijo, por eso le digo a la Policía que mi hijo no se ahogó, a mi hijo lo ahogaron”.
Sobre el caso, el comandante encargado de la Policía en el Atlántico, coronel Óscar González, indicó que será Medicina Legal la que determine las causas de la muerte del menor.
Icbf rechazó muerte. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar rechazó la muerte del niño, quien fue encontrado sin vida cerca a un cuerpo de agua, y cuyos móviles son materia de investigación.
“Solicitamos a las autoridades judiciales adelantar las investigaciones pertinentes que permitan esclarecer las circunstancias en que se dio la muerte de este niño que enluta hoy el Departamento. Así mismo hacemos un llamado a las familias y la sociedad para que creemos una red protectora para nuestros niños, niñas y adolescentes”, aseguró Alejandra Campo, directora (e) seccional Atlántico del Icbf, a través de un comunicado de prensa.
Por William Colina Páez