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En algunos barrios de la localidad Suroccidente de Barranquilla y en Soledad volvió a aparecer desde hace algunos días un fantasma del pasado. Un fantasma que algunas mujeres creían desterrado, y todo a cuenta de la repentina divulgación de los nombres de Flor María Prentt de Rangel y de su hijo Renzo Hiklis Rangel Prentt, de quienes, al menos en los últimos diez años, se desconocían sus paraderos.

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Esta semana, el propio director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, informó sobre la diligencia de extradición desde la ciudad de Miami, Estados Unidos, hasta Barranquilla de los dos barranquilleros, condenados desde hacía años atrás por la justicia local por el delito de trata de personas y concierto para delinquir.

Por información del jefe policial y con datos recabados por EL HERALDO se conoció que madre e hijo se encontraban en los Estados Unidos como prófugos de la justicia colombiana. Allí residían en Miami, Florida, desde hacía varios años. Renzo Hiklis con doble nacionalidad y cerca de 30 años de permanencia, y su mamá con una residencia legal permanente por más de 16 años.

Todo parece indicar que por las medidas y controles antimigratorios en la segunda ciudad más grande de Florida, así como las facultades que han recibido recientemente agentes de la Policía del propio Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), a interrogar, arrestar y detener a personas sospechosas de estar en el país ilegalmente, además de darles acceso a la base de datos y sistema de gestión de casos de ICE, permitió la rápida ubicación de los Prentt Rangel y se destacó este caso como “selecto”.

Días después de su detención, gracias a la cooperación internacional y al trabajo coordinado con la agencia Marshals en Miami, se logró la entrega formal de Flor María Prentt de Rangel y de su hijo Renzo Hiklis Rangel a la OCN INTERPOL Colombia, para ser puestos a disposición del Juzgado Sexto de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Barranquilla. El giro en sus vidas fue de 180 grados en cuestión de horas.

Policía Nacional

Esa diligencia de traslado fue expuesta hace poco por el propio comandante de la Policía Metropolitana, general Edwin Urrego, quien validó la información dada a conocer por el director de la Policía, y agregó que madre e hijo, desde años atrás, habían estado inmersos en una “estructura criminal dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual de mujeres”.

Compraventa de seres humanos

El año anterior, la Procuraduría General de la Nación alertó que en Colombia durante el 2023, se denunciaron 264 casos de trata de personas, que era hasta ese momento la cifra más alta en los últimos quince años, en víctimas que fueron llevadas principalmente a México y Europa y en las que se registraron dos casos de menores de 11 años de edad, según el Observatorio del delito de Trata del Ministerio del Interior.

Pero tristemente, el mismo Estado señaló que la escandalosa cifra dada a conocer por la Procuraduría se había aumentado en 2024 a 416 víctimas de casos de trata, siendo las mujeres la mayoría de afectadas con 352 denuncias. Mujeres de regiones como Norte de Santander, Antioquia y Cundinamarca son las más vulnerables, según los registros oficiales.

Un fantasma del pasado

EL HERALDO tuvo acceso al histórico expediente de los Prentt Rangel en el que se expusieron los casos de al menos cinco víctimas de ese delito de trata, todas mujeres nativas del departamento del Atlántico e incluso una de estas menor de edad, a quien hicieron pasar como adulta por adulteración de documentos.

Esta historia, como sacada de una película o que serviría como libreto para una, empezó a miles de kilómetros de Barranquilla.

Por allá en el primer trimestre de 2007 cuatro barranquilleras se acercaron hasta el Consulado de Colombia en Hong Kong, China, y manifestaron a diplomáticos que venían siendo afectadas por un sujeto que se hacía llamar ‘Danny’ y que también era colombiano.

Aquella narración de las cuatro mujeres marcó entonces un punto de partida para que autoridades entraran a indagar y a conocer un poco más de cerca la forma cómo dieron todas a parar al otro lado del mundo, a más de 16 mil kilómetros de su tierra natal, involucradas en una cultura distinta y obligadas a hacer algo que no estaba en sus planes.

Todas coincidieron en que habían sido contactadas en barrios de la localidad Suroccidente de Barranquilla y en Soledad por Flor de María Prentt de Rangel, quien se presentó como una mujer comerciante, con algo de mundo, y con una varita mágica en su mano que podía hacerles cambiar sus vidas y sus precarias condiciones económicas con un solo toque. A todas las convenció para que se fueran a trabajar, como meseras o cuidando niños o ancianos en Francia o Italia, prestándoles el dinero para hacerse a sus pasaportes y los tiquetes de vuelo, habiendo viajado, con ese supuesto destino, entre finales del año 2006 y comienzos del 2007.

Pero realmente las mujeres llegaron a Hong Kong en donde fueron recibidas por “Danny”, hijo de Flor María (realmente Renzo Hiklis Rangel Prentt), quien, luego de retenerles los documentos, las obligó a prostituirse en una discoteca de la ciudad para cobrarles inicialmente el dinero invertidos en el transporte aéreo y la documentación, y luego mantener con ellas una renta criminal, producto de la prostitución, que oscilaba entre los US$20.000 y US$25.000 dólares por cada una de las víctimas.

Al parecer, ante la negativa inicial de las jóvenes, Renzo Hiklis respondió con maltratos y amenazas de causarles daños a sus familiares en Colombia y aquello se habría cumplido. La orden era que las mujeres debían brindarse sexualmente a los hombres, con un horario de 10:00 p. m. a las 6:00 a. m.

Una de las jóvenes aportó además que había llegado a Hong Kong “el 22 de Agosto de 2006 y en el aeropuerto de esta ciudad la esperaba ‘El Mono’ o Danny, quien la llevó a un apartamento donde la dejó descansar y luego le dijo que su trabajo era ser dama de compañía, que no podía hacer nada para cambiar su situación, que de lo contrario le haría daño a su familia. Y que además estaba vigilada; que al día siguiente la trasladó una la discoteca, allí le indicó que debía cobrar 1.500 dólares de Hong Kong por hora y 5.000 por noche, lo equivalente a 800 mil pesos colombianos y 2 millones 800 mil pesos, respectivamente. Pasados unos días de instalada en el apartamento llevaron a otras dos barranquilleras, a quienes trataron de la misma forma…”.

Shutterstock/Shutterstockconcepto de trata de personas, niños víctimas de la trata de personas, violaciones de los derechos humanos, desaparecidos secuestrados

Ante ese escenario, el cuerpo diplomático de Colombia en la isla asiática tomó contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores y envió además a la Fiscalía General de la Nación los formatos de reporte de casos de trata de personas en Hong Kong.

Además las jóvenes pudieron ponerse en contacto con funcionarios del consulado de Colombia, quienes les recibieron nuevamente sus versiones y las enviaron de regreso a territorio nacional en marzo de 2007.

Así, en paralelo, empezó a caminar la investigación en contra de los Rangel Prentt. El jefe de la Unidad Nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario de la Fiscalía ordenó entonces asignar el caso al Fiscal 15 Especializado de UNDH y DIH de Barranquilla, quien el día 10 de Mayo de 2007 profirió la apertura de investigación formal por los delitos de concierto para delinquir y trata de personas.

Las pesquisas arrojaron los nombres de más sospechosos, pero estos se fueron quedando en el camino y la investigación solo se centró en Flor María y Renzo Hiklis, a quienes el 27 de agosto de 2008 les fue ordenada captura. A ella como reclutadora de las mujeres y su hijo por manejarlas a su antojo en territorio extranjero.

El 11 de diciembre de 2008, se declararon personas ausentes a los procesados y el caso dio continuidad con abogados locales que los representaban.

El 14 de Enero de 2009, se recepcionaron las declaraciones de tres de las víctimas que habían viajado a Hong Kong y allí se descubrió que una de estas, en especial, aportaba un nuevo elemento que era la falsa identidad que Flor de María Prentt le había conseguido a una menor de edad para que esta viajara como adulta a territorio asiático.

Adelantada la correspondiente investigación, el 29 de marzo de 2010 la Fiscalía acusó a los sindicados como autores del delito de trata agravada de personas, en concurso homogéneo y sucesivo, concurrente con el de concierto para delinquir y falso testimonio (el último exclusivamente imputado a Flor de María Prentt de Rangel).

Mediante sentencia del 21 de diciembre de 2011, el Juez Penal del Circuito Especializado de Descongestión de Barranquilla declaró a Renzo Hiklis Rangel Prentt y Flor de María Prentt de Rangel penalmente responsables de las conductas punibles de concierto para delinquir y trata agravada de personas; a la última también le dedujo la de falso testimonio, por el caso de la menor. El fallo fue recurrido por los defensores y ratificado por el Tribunal Superior de la misma ciudad el 26 de junio de 2012.

Más actuaciones

Después de que el Tribunal Superior de Barranquilla ratificara las codenas contra Flor de María y su hijo Renzo Hiklis, ambos en ausencia, abogados buscaron otra figura para revertir esa decisión y por esa razón el proceso escaló a la Corte Suprema de Justicia.

La defensa de los Rangel Prentt siempre tuvo como versión que no se les debía dar credibilidad a los testimonios de las mujeres, en virtud de que en algún momento del proceso se habrían retractado e incluso “mentido”.

Sus abogados aportaron la teoría que se estaba “al frente de un grupo de mujeres que al estar de ilegales en Hong Kong y al verse al borde de la cárcel inventaron esta historia de la explotación ajena con Flor de María Prentt”.

Aportaron además registros de viajes de las víctimas a Singapur y a Macao con “Danny”, lo que demostraba un supuesto contexto diferente al planteado por las autoridades.

Manifestaron así mismo que en el proceso nunca se acreditó “que las víctimas hubiesen permanecido amarradas o atadas, que tampoco fue probado que fueran drogadas para explotarlas sexualmente. ¿Cómo creer que existió explotación de la prostitución ajena, cuando al tiempo que cuentan que les quitaban todo el dinero producto de su labor, también manifiestan que enviaban dinero a sus familiares?”, cuestionaban.

No obstante, aquello no prosperó y se dejó por sentado nuevamente la condena.

EL HERALDO conoció que a mediados de 2024, la oficina de abogados del exfiscal general de la Nación, Mario Iguarán, asumió la defensa de Renzo Hiklis Prentt para presentar una acción de tutela después de 12 años, para dejar sin efectos las providencias penales condenatorias en su contra, por cuanto no tuvo comunicación con sus apoderados judiciales para conocer el curso del proceso penal adelantado, argumentando que vivían en Estados Unidos desde el año 2008. Esto tampoco caminó y el 24 de septiembre de 2024, bajo ponencia del magistrado Hugo Quintero Bernate, se negó ese recurso y uno similar para su madre.

Hoy ya se conoce cuál fue el final de esta historia.