Uno de los postres más apetecidos por los colombianos es el arroz con leche. Es dulce y delicioso para una rica merienda.
La elaboración de este platillo viene de la Edad Media, sin embargo, a lo largo del tiempo han surgido muchas variaciones en cuanto a la preparación y, esta vez le traemos la receta de un arroz con leche de coco y mango al estilo tailandés. ¡Una delicia!
Para eso vamos a necesitar los siguientes ingredientes.
Ingredientes
- 200 gramos de arroz
- 600 ml. de leche de coco
- 200 ml. de leche entera
- 100 g. de azúcar blanco
- Una pizca de sal
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 mango maduro
- Canela en polvo (opcional, para decorar)
- Opcional: Unos trozos de coco.
Luego que ya tenga todos los ingredientes enjuague el arroz bajo agua fría para quitar el exceso de almidón. Luego, escúrralo muy bien.
¡Atento!, este paso es muy importante. Debe lavar el arroz hasta que el agua salga limpia completamente. Así conseguirá que en la cocción no se forme una pasta de arroz.
Luego, en una olla grande, combine el arroz, la leche de coco y la leche entera. Lleve la mezcla a ebullición a fuego medio-alto.
Cuando que la mezcla hierva, reduzca el fuego a medio-bajo y añada el azúcar y la sal. Remueva muy bien para asegurarse de que el azúcar se disuelva por completo.
Esto lo va a cocinar a fuego lento durante aproximadamente 30 minutos, removiendo ocasionalmente para evitar que el arroz se pegue al fondo de la olla. Queremos que el arroz se vuelva cremoso y absorba la mayor parte del líquido.
Ya cuando el arroz esté casi listo, agregue el extracto de vainilla para darle un toque de sabor extra. Remueva bien y cocine unos 10 minutos más, a fuego bajo.
Con mucho cuidado va a retirar la olla del fuego y proceda a dejar que el arroz con leche de coco se enfríe a temperatura ambiente. Luego, llévelo al refrigerador durante al menos 2 horas o hasta que esté completamente frío.
Después, pele el mango y lo corta en cuadros. Este mango se lo va a poner encima del arroz con leche cuando sirva y si desea ponerle también un poquito de canela y, listo. ¡Póngase creativo al emplatar y a comer!





















