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Durante los Juegos Olímpicos, un gesto recurrente de los atletas ganadores ha captado la atención mundial: la mordida de las medallas al recibirlas en el podio. Esta acción, que podría parecer simple, tiene sus raíces en la historia y ha evolucionado hasta convertirse en un símbolo cargado de significado, especialmente ahora, en la era de las redes sociales.

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Históricamente, morder objetos de metal era una práctica común entre los mercaderes para comprobar la autenticidad del oro. Dado que el oro puro es un metal blando, la mordida dejaba una marca, diferenciando así las monedas genuinas de posibles falsificaciones.

Agencia EFE

Aunque las medallas olímpicas actuales no son de oro puro, sino de plata recubierta con una capa de oro, la acción de morderlas evoca aquella antigua práctica, asociando el gesto con la autenticidad y el valor del logro alcanzado.

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Con el paso de los años, esta tradición ha adquirido un carácter más simbólico que práctico. Los atletas de hoy en día, al morder sus medallas, no buscan verificar su autenticidad, sino crear un momento memorable que capture la esencia de su victoria.

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Este gesto se ha consolidado como una parte esencial de la ceremonia de premiación, donde las imágenes de los campeones mordiendo sus medallas se difunden rápidamente a través de medios de comunicación y plataformas digitales.

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En los Juegos Olímpicos de París 2024, este gesto adquirió un mayor protagonismo, debido al número de deportistas que decidieron tomarse fotos con sus medallas en la boca.

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Y es que, en el contexto actual, en donde la imagen juega un rol fundamental gracias a la rápida viralización que las fotografías pueden llegar a tener en las redes sociales, darle una mordida a la medalla se ha transformado en un acto casi que obligatorio para los atletas, que buscan conectar con sus seguidores y dejar una huella duradera como deportistas exitosos en el imaginario colectivo.

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Por esta razón es que este gesto ha sido adoptado por tantos atletas olímpicos, que lo ven como una forma de destacar su triunfo en el escenario deportivo global.