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El caso del oso andino ‘Chucho’ aún no ha llegado a su fin. El 16 de agosto un fallo de la Corte concedió la acción de tutela impetrada por la Fundación Botánica y Zoológica De Barranquilla (Fundazoo) y determinó que el animal se quede en Barranquilla.

Además dejó sin valor y efecto toda la actuación surtida 'al interior de la acción constitucional de habeas corpus', según dice el texto. Ese habeas corpus fue interpuesto por el abogado Luis Domingo Gómez para que el oso regresara a Manizales, donde vivió por más de 19 años.

Los argumentos de Fundazoo en la acción de tutela se basaron en el concepto técnico emitido por Corpocaldas que dice que la reubicación del espécimen 'mejoraría su bienestar, además de potenciar el valor para la conservación de la especie'.

El miércoles 23 de agosto el constitucionalista impugnó la más reciente decisión, y el 24 contestó una nueva acción de tutela, esta vez interpuesta por Corpocaldas.

'En términos generales el primero de mis argumentos se basa en que en primera instancia hubo una violación al debido proceso', señala Gómez en diálogo con EL HERALDO.

La Corte recibió la tutela el 4 de agosto y dio un día para que las partes contestaran, pero para el abogado 'sucedió algo extraño' en el trámite.

'El 15 sale un auto de la sala firmado por el presidente. Ahí dan un día para contestar. La notificación se da el 16 por correo electrónico a las 4:16 de la tarde, y ese día resuelve la tutela', explica. Para él, el fallo 'debió producirse por más rápido el 18 y no el 16'.

Ya el argumento de fondo de su impugnación se basa en que 'insisten que el mecanismo de protección del habeas corpus solo es para personas, pero lo hacen a través de la estructura tradicional del mecanismo. No tienen en cuenta los ejemplos del derecho comparado como el caso de Cecilia (chimpancé de Argentina), pero sobre todo porque la misma Corte Constitucional ha dicho que en nuestro sistema hay derechos que son de carácter innominado, es decir que no están escritos en la constitución'.

Por otro lado, asegura que la sala laboral de la Corte 'sigue debatiendo el tema a un nivel de principio de legalidad y no de principio de constitucionalidad. Nosotros desde 1991 estamos en un sistema donde la primacía normativa la tiene la Constitución y no la ley'.

Para él este caso brinda una oportunidad, 'más allá del resultado final', para que la Corte entre a 'sentar doctrina y a precisar muchos elementos contenidos en la ley 1474 y de paso fije una postura mucho más profunda sobre el alcance de la doctrina sobre los derechos humanos a los animales sentada ya en Argentina y Brasil'.

Mientras tanto ‘Chucho’ sigue en exhibición alternándose con la osa que ya estaba en el zoológico, mientras se producen ciertos acercamientos entre ellos y se define el futuro del oso para saber si por fin, después de varios meses en Barranquilla, puede compartir espacio con su nueva compañera.