Apostar por la educación y la innovación como motores de transformación social es la ruta que Davivienda ha consolidado en su trabajo con el sector académico en todo el país. A través de programas como Efecto i, las prácticas en su Centro de Innovación y los Challenges de innovación, el banco ha impactado a miles de jóvenes y docentes, demostrando que la relación entre empresa y academia es fundamental para construir un mejor país.
Retos que transforman territorios
Uno de los espacios de destacados han sido los Challenges de innovación, eventos diseñados para resolver desafíos tecnológicos, sociales y de negocio en distintas ciudades del país. Estos encuentros han permitido transferir metodologías de innovación a más de 250 estudiantes, docentes y emprendedores, fortaleciendo su capacidad de generar ideas aplicables al entorno.
Para Oscar Rodríguez Veléz, vicepresidente de Innovación de Davivienda, este trabajo conjunto tiene un propósito claro: “Estamos convencidos de que, desde la innovación y el trabajo con la academia, podemos generar un impacto muy poderoso en la construcción de un mejor país. Queremos invitar a los jóvenes a que se arriesguen a resolver retos de impacto social y ambiental, y a que sus ideas se conviertan en soluciones reales para la sociedad”.
Educación e innovación al servicio de los jóvenes
El programa Efecto i ha sido una de las principales apuestas de Davivienda para fortalecer el talento desde la educación básica y media. Se trata de una comunidad en movimiento que entiende el aprendizaje como motor de transformación social. Solo en Colombia, ha llegado a más de 200 colegios, capacitado a 497 docentes y beneficiado a más de 11.000 estudiantes con metodologías de innovación basadas en el modelo SIT (Systematic Inventive Thinking).
En 2024, por ejemplo, los ganadores de la final nacional de Efecto i para colegios recibieron becas completas para programas de emprendimiento en la Universidad Externado de Colombia, una muestra del alcance y la proyección que puede tener este tipo de iniciativas en la vida de los jóvenes.
A nivel universitario, Davivienda ha trabajado durante más de ocho años con 25 instituciones de educación superior en el país, ofreciendo un programa de prácticas en su Centro de Innovación. Allí, más de 250 estudiantes de diferentes carreras han adquirido experiencia aplicando metodologías propias del banco y desarrollando soluciones que impactan tanto la industria financiera como a millones de usuarios en su día a día.
Un Caribe con talento y visión global
En Barranquilla, la Universidad del Norte es un aliado estratégico en todo este proceso. Para Adolfo Meisel, rector de Uninorte, esta articulación es clave: “Nuestros egresados se insertan en un ecosistema empresarial en constante cambio. Fortalecer el vínculo con entidades como Davivienda nos permite no solo formar profesionales con mayores competencias, sino también trasladar el conocimiento y la investigación hacia proyectos que generan impactos positivos en la sociedad”.
Este trabajo articulado también se convierte en una respuesta al reto de reducir brechas educativas en la región. Según el rector, muchos jóvenes llegan a la universidad con deficiencias en su formación escolar, pero con acompañamiento y oportunidades logran mejorar sus resultados académicos y acceder de manera competitiva al mercado laboral.
Desde la perspectiva de la Universidad del Norte, el Caribe colombiano tiene una característica especial: el talento joven combina apertura al mundo con creatividad y resiliencia. “Nuestros jóvenes se destacan por su alegría y su capacidad de enfrentar experiencias diversas. Es un sello del ser caribe que debemos fortalecer y visibilizar con el apoyo de aliados empresariales”, afirmó Meisel.
Con iniciativas que combinan la experiencia empresarial de Davivienda y la capacidad académica de instituciones como la Universidad del Norte, Barranquilla y la región Caribe consolidan un ecosistema de innovación que conecta a los jóvenes con las necesidades reales de la sociedad y la industria.