En el acto de instalación del Congreso Nacional de Exportadores de Analdex en Bogotá, el presidente de la junta directiva de este gremio, Ronald Bakalarz, habló sobre los numerosos problemas que tiene el Gobierno nacional y que afectan directamente tanto a las empresas como a los ciudadanos.
En ese sentido, Bakalarz señaló que uno de los más agobiantes para los empresarios es el que tiene que ver con los asuntos de presupuesto, porque afecta la salud, la educación, el desarrollo de las regiones, la infraestructura, etc.
“Es una cascada de asuntos sin atender, de soluciones a medias e incluso de una nueva reforma tributaria que se está proponiendo, a todas luces inconveniente e inoportuna”, sostuvo el dirigente.
Expresó que hay un Estado que no ha reducido el gasto público, que está presentando un presupuesto desfinanciado y, sobre todo, rompiendo la regla fiscal.
“Esta situación que nos ha llevado a perder un importante grado de inversión por la calificación de riesgo y nos ha puesto en aprietos y en situaciones que, sin duda, espantan la inversión que tanto necesitamos”, precisó Bakalarz.
Agregó que todas las reformas tributarias señalan que el propósito es facilitar y equilibrar la cancha con algunos sectores. Sin embargo, afirmó que al final es una nueva carga impositiva y más trámites burocráticos, que castigan a las empresas, porque se generan más obligaciones fiscales.
“Las empresas ya no damos más con tanta carga administrativa y fiscal. Esta sería la segunda reforma tributaria de este Gobierno, que consideramos es un mal mensaje para la inversión y la estabilidad jurídica. Proponer una reforma tributaria que pretenda recaudar $26.3 billones, lo vemos como un despropósito desde todo punto de vista. Colombia hoy tiene el peor déficit fiscal de los últimos 20 años, llegando a la astronómica cifra de $69,4 billones”, socializó.
Y añadió: “Austeridad en el gasto es lo que necesitamos. El monto presupuestal presentado por el Gobierno para el 2026 es de $556.9 billones, gran parte de este rubro para gastos de administración y funcionamiento. ¿Por qué poner más impuestos cuando se puede recortar el gasto público? Así definitivamente no somos viables como país. El Estado ha crecido exponencialmente y es un rubro que se vuelve insostenible, ya que cerca del 60 % del presupuesto va a gastos de funcionamiento, en el que se dejan de lado temas de seguridad e inversión en infraestructura y otros asuntos vitales para nosotros los empresarios. Nuevamente las compañías y las personas naturales serán las que asuman la carga tributaria”.