No son pocas las personas que han tomado la decisión de dejar de consumir alimentos en restaurantes o al menos reducir la frecuencia de sus visitas a estos establecimientos, la explicación está en los crecientes aumentos en los precios que vienen presentando en los últimos meses.
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'Con mi pareja acostumbramos a darnos el gusto de salir a cenar los fines de semana en un restaurante elegante de la ciudad, pero ahora solo lo hacemos una vez al mes. Nos encontramos con que un plato que nos costaba $35 mil, a la semana siguiente ya había subido a $43 mil; entonces, sacamos cuentas y decidimos restringir estos gastos', afirma Juan Carlos Martínez, un joven abogado barranquillero.
La percepción de Juan Carlos no está alejada de la realidad, pues en Barranquilla la variación anual de los precios en restaurantes y hoteles en abril llegó a un 18,46 %; cifra superior en 5,3 puntos porcentuales a la inflación total en la ciudad que en este periodo fue de 13,21 %.
De hecho, el comportamiento alcista de los precios en este grupo de gasto es similar al de otras ciudades de la Costa Caribe y el resto del país, y es uno de los que jalona la inflación.
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En abril la variación anual del Índice de Precios al Consumidor (IPC) de comidas servidas en establecimientos de servicio a la mesa, autoservicio, puestos móviles, dispensadores y domicilios fue del 18,71 %, lo que representa una contribución del 1,27 % al total de la inflación nacional. Por su parte, las comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato tuvieron una inflación del 20,27 %.
Los aumentos no solo se presentan en los restaurantes de alto nivel, también se dan en las comidas rápidas y el llamado ‘corrientazo’ que se consume a la hora del almuerzo.
Esto ha motivado a muchos trabajadores a llevar las comidas preparadas desde su casa a la oficina. 'Creo que solo almorzamos en un restaurante cuando nos pagan la quincena', asegura Dalia Sánchez, quien trabaja en un establecimiento del sector salud.
El transporte
A medida que los aumentos en los precios de los alimentos se desaceleran, hay otros rubros de gasto que siguen presionando la variación del IPC.
El transporte es el segundo grupo que registra importantes alzas, esto se explica por factores como los aumentos mensuales en el precio de la gasolina, que comenzaron desde octubre del año pasado, pero también por el encarecimiento de repuestos y lubricantes.
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Un análisis de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia señala que el incremento de $400 de la gasolina corriente que se realizó en abril, se tradujo en un avance mensual de 3,36 % del índice de combustibles para vehículos, cuya inflación anual llegó a 22,87 %.
'De hecho, gran parte de este ascenso explicó el mayor precio de las tarifas de transporte urbano que avanzaron 0,45 % entre marzo y abril', dice el informe de Bancolombia.
Se frenó la racha alcista
Los datos de la variación del IPC en abril publicados por el Departamento Nacional de Estadística (DANE) mostraron que la inflación anual del país fue 12,82 % y la mensual de 0,78 %, estas cifras dan señales de que finalmente comienzan a ceder los aumentos, específicamente en el rubro de alimentos.
Oriana Álvarez Vos, directora de Fundesarrollo, señala que los resultados de la variación anual del IPC en abril del país coinciden con los pronósticos que esperaban que la inflación tocara techo al finalizar el primer trimestre del año como consecuencia, entre otras cosas, de la moderación de la inflación en el resto del mundo y la reducción de los precios internacionales en las materias primas.
'Sin embargo, también puede obedecer a la menor reducción en el consumo de los hogares y en la inversión que comienza a observarse por ejemplo en el desplome de la compra de vivienda en Colombia', asegura.
La inflación en la Costa
En la Costa Caribe la inflación anual de las principales ciudades se ubicó por encima del promedio nacional quedando entre las 11 más altas del país.
Oriana Álvarez Vos explica que la variación anual del IPC en abril en la región estuvo determinada por la división de restaurantes y hoteles (19,10 %), y transporte (18,78 %). A su vez, el rubro de servicios públicos fue de 9,86%, mientras que en el país fue de 8,03 %.
Detalla que si bien en la Costa Caribe se presentó un descenso en la variación anual del IPC, esta se ubicó por encima del resultado nacional.
'Vale la pena recordar que el caribe colombiano lideró el alza histórica de la inflación en el país principalmente por el incremento de los costos de servicios públicos y precio de los alimentos. Lo anterior, acompañado de la heterogeneidad económica de las diferentes ciudades de la región, van a determinar la recuperación de la inflación en esta zona del país', señala la experta.
El precio de la energía
Uno de los rubros que ha impulsado la inflación en la Costa Caribe, es sin duda el aumento en la tarifa de energía.
A nivel nacional la variación anual de IPC de este servicio en abril fue del 19,81 %, pero para la región los incrementos acumulados superaron el 21 %.
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En Barranquilla la inflación anual del servicio de energía fue de 21,14 %, la menor de la región, le siguieron en orden ascendente Riohacha (22,13 %); Santa Marta (24,14 %); Cartagena (25,89 %); Valledupar/(26,37%); Sincelejo (26,53%)y Montería(26,77 %), esta última fue la más alta de la Costa y el país.
Al analizar la variación mensual en abril de los precios en este rubro en las ciudades de la región se evidencia que supera el 1,60 %.
¿Qué pasó con los alimentos?
Los alimentos sorprendieron en abril y ayudaron a moderar la inflación. Por primera vez desde junio de 2021 tuvieron una leve variación negativa de 0,07 %.
Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, explica que esto hizo que la inflación anual de alimentos bajara a menos del 19 %, que sigue muy alta, pero que el año pasado llegó casi al 28 %, es decir, ha bajado casi 10 puntos porcentuales.
El análisis de la Dirección de Investigaciones Económicas de Bancolombia, afirma que la dinámica de los alimentos se debe a una deflación mensual de procesados y la ligera desaceleración de perecederos.
Mientras los alimentos procesados pasaron de un aumento de 0,83 % en marzo a 0,76 % en abril, los perecederos bajaron de alzas de 1,14% a -2,64%, esto llevó a que la inflación anual de cada rubro se ubicara en 20,43% y 12,57%, respectivamente.
En los perecederos, hubo una fuerte caída del precio del tomate, la cebolla, la papa, y algunas frutas como la naranja, el tomate de árbol y las moras que, en su conjunto, explicaron en gran parte la evolución total de la canasta.
En los procesados, resaltan las caídas del precio de las legumbres secas, la carne de cerdo y el azúcar, sumadas a la desaceleración en la inflación de la leche, el arroz, la carne de río y mar, quesos y aceites, que se vieron contrarrestados por precios al alza de la carne de res y aves.
Bajaría hasta un 9 %
Con los datos que se tienen hasta abril, los analistas señalan que la inflación podría cerrar este año entre 8,5 % y 9,5 %.
Daniel Velandia, jefe de investigaciones económicas de Credicorp Capital, dice que si bien factores políticos, climáticos y sociales mantendrán alta la incertidumbre sobre la evolución de la inflación en los próximos meses, la sorpresa a la baja de abril contribuirá a estabilizar las expectativas de inflación del mercado. 'Mantenemos nuestra previsión de inflación para 2023 en 8,35 %', señala.
Para Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, el dato de abril muestra una señal positiva hacia el comienzo de la desaceleración de la inflación. 'De aquí en adelante vemos que este indicador se va a desacelerar gradualmente para llegar alrededor del 9 % al final del año', afirma.
A su vez, Laura Clavijo, directora de Investigaciones económicas de Bancolombia, prevé que con una inflación de cierre de año cercana al 7 % para alimentos y de 9,5% básica, la total finalizaría el año en 9 %.
El Banco de la República en su informe de Política Monetaria también señala que la inflación total comenzaría a descender en el segundo trimestre y terminaría 2023 en 9,5%, cifra que subió frente al 8,7% previsto.
Hay riesgos que ralentizarían el descenso
La presidenta de AmCham Colombia, María Claudia Lacouture, asegura que 'en materia de inflación, aún no podemos cantar victoria'.
Explica que si bien el resultado de abril muestra un leve descenso, aún hay en el panorama económico aspectos que hacen que la inflación se mantenga alta, como el costo de la logística para el movimiento de bienes.
'Se deben continuar las acciones que mantengan el IPC a la baja; atender temas de infraestructura que son un reto y que pueden limitar el acceso a los alimentos y subir los precios', agregó.
Además, se prevé que la inflación anual en el rubro de regulados se mantenga en doble dígito por los incrementos en el precio de la gasolina y de posibles impactos del fenómeno de El Niño en la generación de energía.





















