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Sexto inning. El que gana, avanza. Padres, arriba por la mínima ante Cardenales. Doce outs faltan para que, tras 22 años, San Diego conquiste una serie de postemporada en las Grandes Ligas.

Cinco lanzadores desfilaron por el montículo para llegar a la parte alta del sexto episodio. El mánager, Jayce Tingler, sabe que su bullpen está sobreutilizado, pero debe tomar una decisión.

Dentro del cuerpo de relevistas está un barranquillero de 1.83 metros de estatura y 87 kilogramos de peso.

Luis Fernando Patiño no había lanzado más allá de Doble-A hasta este año. El pelotero, de 20 calendarios, escuchó su nombre como la elección del dirigente para ser el responsable de mantener la ventaja y ayudar a cortar la racha negativa de los Padres.

Con confianza, Patiño se montó al montículo de Petco Park y se estrenó en la ‘fiesta de octubre’. Una recta flamante a 97 millas por hora fue su lanzamiento introductorio. A su primer bateador lo hizo out con un cambio de velocidad.

Su slider toleró el primer hit en playoffs, frente a Yadier Molina, un futuro Salón de la Fama. Con dos fuera, el currambero se metió en problemas al lanzar cuatro malas. Manny Machado, estrella del equipo, se acercó y lo alentó a buscar el tercer out.

Patiño respaldó la decisión y no defraudó. Confió en su poderosa recta de cuatro costuras que, a 97 millas por hora, fue mucho para Dexter Fowler. Elevado al jardín central y el trabajo cumplido, en un destacado debut.

Los Padres ganaron 4-0 y, tras 14 años sin estar en playoffs, avanzaron de ronda. Patiño registró su primer hold y festejó con sus amigos Machado y Tatis Jr.

No fue fácil. San Diego utilizó 26 lanzadores para sacar 27 entradas en la serie.

Luis, inmaculado, espera volver a recibir ese voto de confianza cuando Padres y Dodgers choquen en la Serie Divisional.