El Heraldo
Raúl Chaparro dominando el balón en una práctica con Junior.
Deportes

“Dios me ha regresado al fútbol para darme lo que me debe”: Raúl Chaparro

Este barranquillero se destacó en el equipo rojiblanco como mediocampista y conquistó los títulos de 1993 y 1995 Hoy se dedica a evangelizar y es técnico en divisiones menores. Su sueño es poder dirigir algún día al Junior y la Selección Colombia.

Una moneda de $500 decidió la suerte de Raúl Chaparro en el fútbol. Primero fue su madre quien le dijo que escogiera entre el balón o los estudios. Luego fue el técnico Julio Comesaña quien le puso a elegir entre ser arquitecto  o seguir en las canchas. Después de tomarse un trago, este barranquillero lanzó la moneda y apareció la cara del fútbol. El resultado no fue malo, Chaparro supo ganarse un lugar en el Junior y celebró los títulos de 1993 y 1995.

Pero Chaparro no le dejó todo a la suerte, cuestionó a Dios, que se le apareció en el camino para iniciar su evangelización, y ahora regresó al fútbol para buscar lo que le debe.

De pie de izquierda a derecha aparecen: Alexis Mendoza, Alfredo Stefanell, Héctor Méndez, Francisco Casiani, José Pazo, Víctor Pacheco. Sentados en el mismo orden: Carlos Valderrama, Raúl Chaparro, Hugo Galeano, Cristian Montecinos e Iván Valenciano.
P.

¿Por qué decide estudiar teología y cómo se convierte en pastor?

R.

Todo ser humano tiene la creencia que hay un ser superior. Mi padre biológico siendo muy niño me dejó cuando tenía 10 años. Luego mi padrasto se muere y en mi esquema mental empieza a surgir un pensamiento: ¿Dónde está Dios? Todo eso que me estaba pasando me llevó a preguntar  que si Dios era real, porque me ocurría todo esto a mí. Era muy niño  y recién estaba empezando una vida. Desde que mi padrastro muere comenzó esa incertidumbre de la vida misma.

P.

¿Cómo empezó este proceso?

R.

Tuve un encuentro con Dios. Estuve en una vida de congregación, desde el 2000 al 2013. Después estando en una iglesia en Montelibano (Córdoba), pastoreando Dios me habla y me dice: Entregas las obra porque te regresas al fútbol. En ese momento no entendía nada. Cuando venía camino a Barranquilla me llaman de la Liga de fútbol del Atlántico y del Sena me invitaron para hacer parte de una clínica de fútbol. Estando en Barranquilla mi amigo Víctor Pacheco me llamó para ser entrenador de su escuela que iniciaba. Luego Arturo Reyes me invitó a ir a los entrenamientos del Junior. Después de tres meses ‘El Pibe’ Valderrama me llamó y me dijo que del grupo de nosotros el que tenía el perfil para entrenador era yo y así empecé a estudiar en la ATFA.

P.

¿Cómo era su vida ante de ser pastor?

R.

Como la de todo ser humano que pensamos que somos buenos, pero realmente tenemos pecados, que nos cuesta reconocer. Mi vida era estudiar arquitectura, los entrenamientos en Junior, como jugador fui disciplinado, pero cuando llegaban las vacaciones me tomaba hasta el agua de los pájaros. Salía con mis amigos Víctor Pacheco, Iván Valenciano, Jorge Bolaño  a divertirnos; tomábamos cerveza y esa era la vida de Raúl Chaparro antes de conocer a Jesucristo.

P.

¿Tomaba mucho?

R.

No. No era alcohólico, ni nada de eso, pero si cuando terminaba el último entrenamiento de la temporada desde ahí hasta una semana antes de entrar tomaba, porque no tenía ninguna responsabilidad de entrenar al día siguiente.

P.

¿Cómo llegó usted al Junior?

R.

Un día mi mamá de me dijo: Usted se dedica estudiar o a jugar. Pasaba jugando todo el día en la cancha de nueva Granada, pero le dije a mi mamá que yo quería estudiar. Estudiando tercer año de bachillerato en unos intercolegiados unos amigos me hicieron la invitación. Jugamos y allá estaba el profesor Eduardo Carrillo, que en ese momento era entrenador de las divisiones menores de Junior, y me vio jugando. Jugué como volante creativo, hice tres goles y me llevó a entrenar con Junior. Siempre fui volante creativo.

P.

¿Y cómo fue el salto al equipo profesional y el debut?

R.

Estando en la Selección Atlántico, el profesor Othon Alberto Dacunha me llama para que haga parte de la reserva de Junior. De la Selección Atlántico fui directo a las reservas del equipo. Comesaña siempre pedía jugadores de las menores, pero me subían y me bajaban. Estaba estudiando tercer semestre de arquitectura y era una de los mejores. En la tercera ocasión vez que me bajaron a la reserva, el profesor Comesaña me llama y me dijo: Necesito que se decida o juega fútbol o estudia.

P.

¿Y cómo se decidió?

R.

Un viernes fui a la universidad del Atlántico y le dije a los compañeros que me prestaran una moneda de 500 pesos y les dije: me toca decidir si juego fútbol o sigo estudiando arquitectura. Me tomé un trago, tiré la moneda y salió de la cara que había escogido para  el fútbol. Decido por el fútbol en el que estuve entre 1992 y 1993.

P.

¿Cómo fue su debut?

R.

El profe Julio me puso a debutar en un partido ante Millonarios en Bogotá. Jugué como defensa central, que no era mi puesto natural, y no había más nadie. Me fue bien ese día junto al compañero de zaga en ese momento Raúl Escobar. Fue en 1993, cuando seguía alternando. En 1994 jugué la Copa Libertadores, en 1995 jugué con el Piscis Restrepo y Víctor Luna. En 1997 llegó Julio César Uribe e iniciamos mal él y yo. El recibió un informe inadecuado mío y estuvo a punto de excluirme del equipo, pero al final él se dio cuenta lo que era yo. Uribe se metía en los entrenamientos y eso era una zapatera que le daba. Lo levantaba a ‘patá’.

P.

¿Por qué se va de Junior?

R.

Hice toda la pretemporada con el Zurdo López y era el único jugador sin hacer contrato. Y al final de la pretemporada me informa el club que el lunes me esperaba en las oficinas. Pensé que era para firmar mi contrato. La sorpresa para mí fue cuando Carlos Ricardo (QEPD)me dice: Raúl aquí está su paz y salvo. El club no va contar contigo. Para mí fue durísimo.  Me pasó porque fui ingenuo y desconocía muchas cosas. Yo salí del fútbol decepcionado. En 2002, Juan José Peláez por solicitud de Alexis Mendoza pide mi reintegro. Los directivos no aceptaron y de ahí surge una propuesta para ir a Rionegro FC, que era dirigido por Santiago ‘Sachi’ Escobar. Entrené, me pagaron y me retiré al ser solidario con jugadores de las menores que entrenaban y no me les pagaba. Me retiré del fútbol con una herida y por todo lo que me había pasado en Junior.

P.

¿Cuál fue el momento más bonito en Junior?

R.

Entre 1992 y 1998 todo fue muy bonito. El lunar fue como salir. Después la alegría como debuté. Y el título en diciembre de 1993, cuando me mandaron para la tribuna. Ese día ganamos, apunté a la cancha y dije: un día estaré allí y ganaré una final. En 1995 se dio la oportunidad. En el regreso del último partido ante Santa Fe en Bogotá, que perdimos pero ya éramos campeones, , lo que más recuerdo fue cuando me subí al carro de bomberos en el aeropuerto y el desfile fue espectacular.

P.

¿De los títulos cuál festejó más?

R.

El del 1995 porque era titular evidentemente. Aporté de alguna u otra forma. Fui protagonista.

P.

¿El de 1993 cómo lo vivió en la tribuna?

R.

El estadio estaba repleto y me fui a la parte más alta de la tribuna occidental del estadio. Me ubiqué para que la gente no me reconociera.  Fui a peinar los leones como se dice. Fue muy difícil porque uno en la tribuna tiene la impotencia de jugador y aficionado. No podía hacer nada. Cuando uno está como alternativa sufre más de suplente. Y al final la alegría de ganar.

P.

¿Desde su debut convenció?

R.

Debuté como defensa central, pero convencí como volante mixto, donde desarrollé todo en la posición de mediocampista de primera línea.

P.

¿Una anécdota que recuerde con Junior?

R.

El partido de ida por las semifinales de la Copa Libertadores de 1994 ante Vélez Sarfield en Argentina. Que perdimos en la definición desde el punto penal. Antes de esa instancia, en el intermedio, teníamos el partido controlado y una imprudencia de Oswaldo Mackenzie, El Mono (Carlos Valderrama) entra al vestuario enojado y tiró un guayo a Francisco Casianni y empieza a preguntar a todos qué había pasado. Después de las ganas que teníamos de pelear y llegar al final, no pudimos sacarnos esa rabia. Y la única forma fue comiendo y bebiendo. Ya qué más podíamos hacer.

P.

¿En su nuevo rol como pastor evangélico que puede aportar al fútbol?

R.

Son dos cuestiones diferentes. En el fútbol no  me van a  ver como pastor sino como entrenador de fútbol. Como ministro digo a los jugadores: equipo A ora a Dios, equipo B, ora a Dios. Y pregunto: ¿Qué imagen tendrá de Dios el equipo que pierde? A veces se dan unas realidades erróneas de Dios y el fútbol. Son dos campos que si no lo sabes llevar bien te confundirás. No se hace ninguna de las dos labores. En divisiones menores estaré como entrenador no como pastor. Me exigirán que forme y potencie jugadores.

P.

¿Siendo jugador quería ser pastor?

R.

Mi propósito es enseñar y en el encuentro personal con Dios, lo descubro. Me doy en cuenta de que no es fácil hacerlo. A través de la pedagogía y herramientas.

P.

¿A dónde quiere llegar como entrenador?

R.

Como entrenador no me dirigiré al jugador con vulgaridad, siempre lo respetaré y a través de mi comportamiento y fe puedo enseñar. Soy de la línea paternal corregir, imponer disciplina y azotar cuando toca. Mi deseo y anhelo es dirigir en Suramérica a Junior, la Selección Colombia y por qué no en Europa. Es una de las metas que me he hecho y para  lo que me estoy preparando.

P.

¿Se arrepiente de algo que hizo en el fútbol?

R.

No de nada. Por el contrario quedé corto. Cuando Dios me habla y me regresa al fútbol es porque hay una expresión que dice: El fútbol te da y te quita. Entonces Dios me ha devuelto al fútbol para darme lo que me debe.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.