Una moneda de $500 decidió la suerte de Raúl Chaparro en el fútbol. Primero fue su madre quien le dijo que escogiera entre el balón o los estudios. Luego fue el técnico Julio Comesaña quien le puso a elegir entre ser arquitecto o seguir en las canchas. Después de tomarse un trago, este barranquillero lanzó la moneda y apareció la cara del fútbol. El resultado no fue malo, Chaparro supo ganarse un lugar en el Junior y celebró los títulos de 1993 y 1995.
Pero Chaparro no le dejó todo a la suerte, cuestionó a Dios, que se le apareció en el camino para iniciar su evangelización, y ahora regresó al fútbol para buscar lo que le debe.
Pregunta: ¿Por qué decide estudiar teología y cómo se convierte en pastor?
Pregunta: ¿Cómo empezó este proceso?
Pregunta: ¿Cómo era su vida ante de ser pastor?
Pregunta: ¿Tomaba mucho?
Pregunta: ¿Cómo llegó usted al Junior?
Pregunta: ¿Y cómo fue el salto al equipo profesional y el debut?
Pregunta: ¿Y cómo se decidió?
Pregunta: ¿Cómo fue su debut?
Pregunta: ¿Por qué se va de Junior?
Pregunta: ¿Cuál fue el momento más bonito en Junior?
Pregunta: ¿De los títulos cuál festejó más?
Pregunta: ¿El de 1993 cómo lo vivió en la tribuna?
Pregunta: ¿Desde su debut convenció?
Pregunta: ¿Una anécdota que recuerde con Junior?
Pregunta: ¿En su nuevo rol como pastor evangélico que puede aportar al fútbol?
Pregunta: ¿Siendo jugador quería ser pastor?
Pregunta: ¿A dónde quiere llegar como entrenador?
Pregunta: ¿Se arrepiente de algo que hizo en el fútbol?
























