Luis Fernando Montoya, campeón de la Libertadores con el Once Caldas, se graduó de la universidad

El nombre de Luis Fernando Montoya resuena con orgullo en la historia del fútbol colombiano y en el corazón de los aficionados del Once Caldas por su ejemplo de constante lucha y autosuperación.

El exfutbolista y ténico, a pesar de haber quedado cuadripléjico tras un atraco en diciembre de 2004, nunca ha parado de aprender en el mundo del deporte.

Una muestra de ello es que este miércoles Montoya logró un nuevo título académico y se graduó como licenciado en Educación Física, Recreación y Deporte. La ceremonia se realizó en la sede de Bello de la Universidad Minuto de Dios.

El hombre de 66 años le ha declarado su amor al futbol desde siempre y luego de su trágico incidente, quería asegurarse de que su futuro no dependiera únicamente de su éxito en el deporte. El director técnico, vestido con toga y birrete, tuvo una tarde llena de emociones y, además, reveló las razones que lo llevaron a hacer este nuevo pregrado.

'Había un compañero del Once Caldas que manejaba el bus. Un día le dije ‘No te quedes manejando un bus toda la vida, estudia, prepárate’', inició diciendo Montoya.

'Una mañana, después de yo haber quedado así, como 16 años después, él llegó a visitarme y me dijo: ‘Profe, ¿ya estudió la licenciatura?’. ‘No me interesa’, le dije. Me respondió: ‘Profe, ¿usted se acuerda de lo que me dijo? Usted siempre ha sido un referente, yo voy a estudiar, por usted, por mi hijo, por mi esposa', agregó en su anécdota.

El punto culminante de la carrera de Montoya llegó en 2004, cuando el Once Caldas sorprendió al mundo del fútbol al ganar la Copa Libertadores, el torneo de clubes más prestigioso de América del Sur.

Bajo la dirección de Montoya como capitán y líder en el campo de juego, el equipo colombiano superó todas las expectativas y derrotó a Boca Juniors en la final. Fue un logro histórico que catapultó al Once Caldas y a Montoya al centro de atención internacional.

Montoya demostró ser igualmente exitoso en el banquillo, guiando al Once Caldas a más triunfos y dejando una marca imborrable en el club.

El técnico de Bucaramanga, Nacional y la Selección Colombia Sub 20 agregó que su mayor deseo es que Dios le dé cinco minutos para recuperar el movimiento de sus brazos y así poder abrazar a su esposa, Adriana Herrera, y a su hijo, José Fernando.