El susto que tuvo LeBron James el pasado lunes fue el más grande de toda su vida. Su hijo, Bronny, sufrió un paro cardíaco cuando se entrenaba en la Universidad USC de California, por lo que tuvo que ser trasladado a un hospital.
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Por fortuna, el joven se recupera de lo sucedido y no hubo una tragedia que lamentar para la familia del máximo anotar en la historia de la NBA.
Luego de algunos días, la estrella de los Lakers de Los Ángeles rompió su silencio y por medio de una publicación en su cuenta de Twitter agradeció a todas las personas por los mensajes enviados.
'Quiero dar las gracias a las innumerables personas que han enviado a mi familia amor y oraciones. Sentimos vuestra presencia y estoy muy agradecido. Todos estamos bien. Nuestra familia está unida, segura y sana, y sentimos su amor', declaró el deportista.
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Sin embargo, el atleta no dio detalles de la evolución de su hijo ni el tratamiento que tendrá, pero aseguró que más adelante compartirá más información al respecto de la salud del joven.
'Tendremos más que decir cuando estemos listos pero quería decirle a todos lo mucho que su apoyo ha significado para todos nosotros', aseguró.
Bronny James, de 18 años y 1,91 de altura, juega de base y es considerado como uno de los mejores de su promoción. LeBron, de 38 años, ha dicho en varias ocasiones que quiere jugar con su hijo en la mejor liga del mundo antes de retirarse.

























