Merecido reconocimiento. Jaime Echenique sintió de cerca el cariño y la admiración de sus coterráneos en un repleto coliseo Elías Chegwin, durante el juego entre Titanes de Barranquilla y Corsarios de Cartagena, este jueves en la primera jornada de la Liga Profesional de Baloncesto Colombiano 2022.
El basquetbolista barranquillero, primer colombiano en jugar en la NBA, recibió un breve, pero emotivo homenaje de parte del equipo currambero y de un numeroso grupo de aficionados al deporte de la pelota naranja, que lo ovacionaron cuando apareció en la duela del escenario de la calle 72.
El gigante del barrio San Pacho llegó en compañía de su orgulloso padre. Siempre junto a él, el basquetbolista que hizo historia al jugar con los Wizards de Washington en la élite del básquet, escuchó cuando lo nombraron oficialmente como Socio Honorario de los Titanes.
Alberto Caparroso, presidente de Titanes, le entregó una placa que lo acredita como tal.
'No tenía nada preparado para decir… pero se que este no es solo mi sueño, es el de cada barranquillero, el de cada persona que juega, yo fui el privilegiado en lograrlo después de mucha perseverancia', comentó Echenique ante todo el público que abarrotó las tribunas del Elías Chegwin.
'Este señor y mi madre se lo merecen', agregó abrazando a su padre y ya con la voz entrecortada.
Su progenitor tampoco aguantó la emoción y dejó escapar unas lágrimas de orgullo y felicidad.
Por último, el deportista se mostró dichoso por el reconocimiento, por su logro y por ver el coliseo a reventar.
'¡Esto demuestra que en Barranquilla hay baloncesto! ¡Así que vamos por más!', expresó entusiasta. Todos los presentes aplaudieron con fuerza.
Después del homenaje a Jaime Echenique, los directivos de Titanes procedieron a develar el banderín gigante que representa el quinto título en la historia del club.
Se apagaron las luces, la gente prendió sus celulares, por sugerencia de la presentadora del acto, Samara Haydar, y se vivió una bonita celebración antes de la acción de los dos últimos cuartos del juego frente a Corsarios.
Echenique se quedó firmando autógrafos y tomándose selfies con los aficionados, aproximadamente durante una hora, después del final del juego.
El basquetbolista bajó al maderamen y atendía amable y humildemente cada petición de niños, jóvenes y adultos. Se mostró atento para posar y tomar los celulares que le pasaba la gente para hacer la imagen.























