El británico Andy Murray renunció ayer a disputar el torneo de Brisbane, uno de los que inaugura la temporada de tenis y que debía servirle para preparar el próximo Abierto de Australia, donde su presencia quedó ahora en duda.
'Lamento anunciar que debo retirarme del torneo de Brisbane. Estaba aquí con la firme intención de arrancar con fuerza el año pero desgraciadamente mi equipo y yo sentimos que no estoy todavía donde debería estar para jugar al más alto nivel', declaró el tenista escocés en un comunicado.
En su comunicado no precisa si podrá jugar el Abierto de Australia, que se disputará del 15 al 28 de enero en Melbourne. Dejó incluso planear dudas al señalar que 'de aquí a este fin de semana' tomará la decisión de si seguir allí o no.




















