Un Juez con Funciones de Control de Garantías cobijó con medida de aseguramiento preventiva en establecimiento carcelario a Davis José Martínez Ruíz, de 48 años, quien había sido denunciado ante las autoridades, tras haber sido grabado en video cuando se masturbaba frente a un vecino suyo de apenas 12 años de edad, en hechos ocurridos en el barrio Mogambo, al sur de la capital cordobesa.
El procedimiento de captura se llevó a cabo en instantes en que el indiciado se encontraba en la 4° etapa del barrio Edmundo López, donde las unidades de la Sijín de la Policía Metropolitana hicieron efectiva la orden judicial, para posteriormente dejarlo en poder de la Fiscalía.
Davis José Martínez Ruíz fue procesado por el delito de acto sexual con menor de 14 años, por lo que de ser vencido en juicio tendría que enfrentar una pena que oscila entre los 8 y los 20 años de cárcel, sin ningún tipo de beneficio por tratarse de una víctima menor de edad.
Pedía una recarga mientras se masturbaba
EL HERALDO recorrió las calles del barrio Mogambo y charló con los familiares del menor que en varias ocasiones fue objeto de los acosos y las obscenidades.
Según lo denunciado por la madre de la víctima, cuya identidad se reserva para proteger su integridad, las agresiones se registraban en la terraza de su propia casa, donde funciona una venta de variedades y recargas a celular, lo que precisamente era utilizado como excusa por el sindicado agresor sexual para ir constantemente a la vivienda y realizar sus ya acostumbrados actos obscenos.
'Habitualmente yo lavo el uniforme de mi hijo en las horas de la tarde, cuando él llega del colegio, por lo que después del almuerzo me ponía hacer oficio en el patio de la casa y el niño se quedaba almorzando en la sala, mientras me ayudaba a atender a cualquier cliente que llegara. Eso sí, siempre con la reja cerrada con candado', aclara la madre de poco menos de 40 años.
Al parecer, las horas de la tarde eran las predilectas por el presunto abusador sexual, quien aprovechaba que la mujer estaba ocupada y que las calles estaban solas por causa de la habitual modorra, que pasado el mediodía, se apodera del ambiente especialmente en las ciudades de clima caliente.
La mujer le aseguró a EL HERALDO que al principio su hijo tuvo temor de contar lo que sucedía con el mencionado vecino, pero luego decidió informar porque el acoso comenzó a ser más intenso.
'Un día cuando mi hijo salió de la casa para asistir a la misa en la iglesia del barrio, ese hombre lo siguió y lo invitó a dar una vuelta insistentemente, lo que despertó en el niño mucho temor, pues en muchos casos los menores abusados son asesinados para que no delaten a sus verdugos', narra la madre de la víctima.
Por tratarse de un hecho reiterado, la mujer y el menor decidieron hacerle frente a la incómoda situación que padecían por causa de este indeseable vecino, pero eran conscientes de que antes debían tener pruebas para presentar ante las autoridades.
En busca de una prueba
Madre e hijo acordaron ubicar el celular en una de las vitrinas del pequeño negocio y activaron la cámara del dispositivo para grabar toda la jornada vespertina de ese día, a la espera de que llegara el vecino a realizar las habituales recargas.
Narran que ese día el hoy capturado llegó a solicitar una recarga y mientras le dictaba los números al niño que lo atendía, se acariciaba los genitales, tal como quedó registrado en el vídeo, sin embargo, tras notar que el menor lo ignoraba, se fue.
'Por cosas de la vida yo dejé que el celular siguiera grabando y al poco rato, ese tipo regresó para seguir masturbándose frente a mi hijo, fue entonces cuando salí a increparlo como se ve en el segundo video, pero él se negó y se fue para su casa diciendo que yo estaba loca', puntualiza la denunciante.
Las pruebas fueron puestas en conocimiento de las autoridades competentes que de inmediato iniciaron las investigaciones de rigor, que permitieron la captura del iniciado, quien fue enviado a la Cárcel Las Mercedes de Montería de manera preventiva.
Las autoridades esperan otras denuncias contra Davis José Martínez, quien al parecer, había tenido el mismo proceder con otras personas que lo conocían desde años atrás.
