El Heraldo
Gustavo Petro y Nicolás Maduro en una reunión sostenida en el Palacio de Miraflores en Caracas, Venezuela
Colombia

Colombia y Venezuela volvieron a estrechar lazos diplomáticos

Más de dos meses después de la reapertura de la frontera, expresidentes, ex viceministros de Comercio, politólogos e internacionalistas analizan cómo va el proceso, considerado como uno de los grandes hechos de 2022.

El pasado 26 de septiembre, en Cúcuta, el presidente Gustavo Petro oficializó la reapertura de la frontera con Venezuela, desde lo cual ha hecho énfasis en los asuntos políticos, comerciales, migratorios y de seguridad entre ambos países que, según analistas consultados, van algunos andando más que otros, como es natural, pero cuyo balance general es, a grandes rasgos, positivo o, al menos, se mantiene la expectativa a futuro en la mayoría de frentes.

El día de la reapertura, en un breve discurso en Cúcuta, Petro dijo que el objetivo es recuperar los cerca de 8 mil millones de dólares que se comerciaban entre los dos países hace una década y que, tras el cierre del paso a lado y lado, el año pasado fue de 268 millones de dólares.

Manifestó que esta debe ser “la vía por la que se construya el progreso: ojalá pase la panela, la guayaba, las confecciones, el calzado, pasen las cosas que podamos con imaginación producir aquí, que no sean 400 millones de dólares que pasan de contrabando con cobro de peajes durísimos por las trochas, sino que pasemos a mil millones, cuatro mil millones y logremos recuperar los 8 mil millones de dólares que pasaban por la frontera”.

“Un hecho de justicia”

El expresidente Ernesto Samper le dijo a EL HERALDO: “Estuve la semana pasada en Venezuela y creo que la reapertura está demostrando sus ventajas y su positividad: hay misiones de empresarios colombianos en Caracas, se ha restablecido el intercambio en las fronteras, se habla ya de la posibilidad del retorno de algunos migrantes a Venezuela, de posibles inversiones venezolanas en Colombia, hay estimativos que suben a más de 1.000 millones de dólares para el año entrante el intercambio  comercial”.

Además, apuntó el ex jefe de Estado, “la reapertura es un hecho de justicia a una relación que nunca ha debido alterarse como sucedió en los pasados años y está demostrado que Colombia y Venezuela tienen una vocación histórica de buenas relaciones”.

Comercio, a medias. Dos meses después de la reapertura, recordándose que las empresas venezolanas mantienen deudas con las colombianas por entre 100 y 150 millones de dólares, de acuerdo con el Ministerio de Comercio, Colombia ha exportado artículos de confitería, polipropileno, abonos minerales, aceite de palma, margarina, aceite de soya, compresas y tampones, insecticidas y acumuladores, y se han importado productos químicos, sal, azufre, máquinas y material eléctrico, aluminio y sus manufacturas, pescados y plásticos, entre otros. 

Fitac reportó en este sentido que el intercambio comercial se ha multiplicado por cuatro: durante el primer mes fue de 2,5 millones de dólares, ahora va en 10 millones y se espera que en diciembre suba a 15 millones de dólares, y precisó que el 80 % corresponde a exportaciones y el 20 % restante a importaciones.

Eduardo Muñoz, ex viceministro de Comercio, explicó a EL HERALDO que “al restablecer las relaciones diplomáticas y comerciales con Venezuela, el Gobierno ha manifestado su interés de alcanzar un comercio bilateral de alrededor de 800 millones de dólares, este es un objetivo laudable y ciertamente posible”.

Sin embargo, pone de presente el consultor de comercio exterior e internacionalización que se requiere fijar unas reglas claras a partir de las cuales se va a realizar el comercio entre los dos países, esto tiene que ver, entre otras cosas con normas de origen, procedimientos aduaneros, asuntos sanitarios y fitosanitarios, reglamentos técnicos que se van a aplicar. 

“Hemos insistido en los temas de coordinación logística, cómo va a ser el transporte de esas cargas, cómo se va a supervisar y especialmente hemos insistido en la necesidad de tener claridad en torno al esquema de pagos que va a operar de manera que los empresarios una vez exporten sus bienes y servicios, puedan recibir un pago adecuado y oportuno”.

Mercado sin política

Mercado sin política

Luis Ángel Madrid, profesor de Prime Business School de la Universidad Sergio Arboleda, resaltó en EL HERALDO que los productos que demanda el mercado venezolano son los que se fabrican en Colombia, país que tiene una enorme ventaja competitiva, pues  es un mercado que tiene conocimiento de esos productos, de su calidad y de la disponibilidad, lo que se convierte para los empresarios colombianos en una excelente oportunidad.

Sin embargo, el ex negociador del TLC con EE. UU. sostiene que la experiencia de cómo la política puede afectar al mercado y una situación tan impredecible como puede ser el comportamiento de los gobiernos de ambos países, puede significar la afectación de un negocio que se tiene que proyectar a largo plazo.

Debido a lo anterior, “los empresarios colombianos y venezolanos necesitan unas reglas de juego claras y predecibles y que no sean sometidas a decisiones políticas que puedan alterar el entorno”.

De otro lado, el pasado 10 de noviembre el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón, indicó que han previsto posibles convenios de exploración y exportación de hidrocarburos, especialmente de gas.

 “Nosotros, por ejemplo, desde Essenttia, que es compañía del Grupo Ecopetrol, hacemos ventas a compañías privadas en Venezuela, todo el polipropileno y materiales que se utilizan en muchos otros productos”, dijo, agregando que ya hay un contrato firmado y que particularmente, Ecopetrol tiene un contrato con Pdvsa.

Migrantes irregulares. Hace un par de semanas la Universidad del Rosario reveló en un estudio que a pesar de la reapertura y la reactivación económica, el 60 % de los migrantes venezolanos en Colombia indicaron que no retornarían a su país.

El análisis evidencia que un 57 % de las personas migrantes está en condición regular. Sin embargo, el 13 % está en condición irregular y el 12 % en proceso de regularización. 

Según datos de Migración Colombia, hay 2.342.907 migrantes venezolanos en el país; sin embargo, con el apoyo de Cifras y Conceptos se realiza un estimado de cuántos se encuentran de manera irregular en el país. Con este análisis y proyección, se podría estimar que existen 726.301 migrantes en condición irregular que Migración Colombia no tiene mapeados.

Cabe recordar que el 9 de noviembre se reactivó la operación aérea: el Embraer ERJ145, que transportó a 50 pasajeros. La aerolínea Satena operaría los miércoles y viernes desde Bogotá hacia Caracas, y también hay rutas desde Barranquilla y se espera que haya también en Medellín, Cartagena, Valencia, Isla Margarita, entre otras. Turpial Airlines gestiona la ruta entre Caracas y Bogotá los lunes y sábados. 

Y otras aerolíneas, como Avianca, Wingo y Latam, adelantan el proceso de operación.

“Hemos establecido contacto con los países en la frontera, porque notamos una actividad que vamos a combatir con nuestras fuerzas, pero también con la colaboración internacional del Ecuador, Brasil, Venezuela, Perú y Panamá”, explicó la semana pasada el ministro del Interior y portavoz del Gobierno, Alfonso Prada.

Cabe recordar que un mes tras la reapertura, Petro le había pedido al ministro de Defensa, Iván Velásquez, y a la fuerza pública cerrar las trochas entre ambos países, para que el contrabando no diera al traste con el comercio legal.

“Uniformados colombianos y venezolanos han estado cobrando por el paso. Las cifras que ha presentado el presidente Gustavo Petro de 2,5 millones de dólares en el primer mes, cuando debía ser cerca de 30 billones, significa que se está yendo todo por las trochas”, reveló Velásquez.

“Lo político es un logro”

Hace una semana se reanudó la mesa de paz con el ELN en Caracas, con varios países europeos y latinoamericanos orbitando alrededor como garantes y legitimadores del proceso, y en México los delegados de Nicolás Maduro vuelven a conversar con la oposición luego de la mediación de Petro y la solicitud en este sentido de los Estados Unidos. 

El mandatario venezolano, así mismo, dijo hace un par de días que evalúa su retorno al Sistema Interamericano de los Derechos Humanos, también por petición del jefe de Estado colombiano.

Mauricio Jaramillo, magíster en geopolítica, le dijo a EL HERALDO que el balance de la reapertura hasta ahora no sido el suficiente.

En términos migratorios, agregó, “definitivamente no se ha podido lograr mucho” y el mismo presidente ha reconocido que el paso por las trochas sigue siendo significativo; entonces, “ahí hay un reto y habrá que esperar el impacto que tiene sobre los migrantes en la reapertura de consulados, que es lo que debe transcurrir en estos meses que vienen”.

Y el aspecto más positivo, afirmó el catedrático de la Universidad del Rosario, es el político porque –según él– el rol de “Venezuela en el proceso de paz con el ELN es uno de los grandes éxitos de ese restablecimiento de relaciones. Para Colombia es muy importante poder incidir en el diálogo oposición-gobierno, entonces en la parte política pienso que es un logro”.

Vicente Torrijos, profesor de ciencia política, comentó en EL HERALDO que en términos de la paz total, calificada como una política de Estado por la reforma de la ley de orden público, “la reanudación de las relaciones con Venezuela era apenas un imperativo.

“Es decir no se trata de ideologías, se trata de una política y por lo tanto de una imperiosa necesidad de apelar a quienes tienen relaciones directas con los grupos armados, y el régimen venezolano las ha tenido tradicionalmente, se ha entendido con ellas, facilitó al presidente Santos el desarrollo de las conversaciones en La Habana”, explicó.

No obstante, advierte el analista que no van a ser fáciles las negociaciones, porque las afinidades ideológicas del régimen de Maduro “no cobijan a todos los 30 grupos armados al margen de la ley” con los que se podría entablar una conversación o un proceso de sometimiento a la justicia.

Según el docente, “muchos de ellos operan en áreas transfronterizas, con lo cual digamos que esa es una explicación de por qué se hizo necesaria y por qué tiende a ser sostenible en el tiempo”.

Y concluyó el catedrático que en “un marco lógico” lo que hay entre ambos gobiernos “en vez de antagonismo es un ánimo de aproximación y confianza”, aunque advierte que si “eso ahonda sus raíces en tiempos atrás en torno a la izquierda latinoamericana, los foros continentales y la proximidad de Petro a la izquierda continental bolivariana, eso puede ser un factor adicional”.

Sin embargo, observa que  también se podría decir que Santos no tenía ninguno de esos nexos y, aún así, entró en relaciones orgánicamente funcionales con ese mismo pragmatismo.

 “Eso explica que las relaciones se dan por el interés que ambos regímenes tienen en normalizar unas relaciones porque puede ser rentable, productivo y confiable”, concluyó.

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