La Fiscalía General de la Nación ha decidido endurecer su estrategia judicial en el caso del magnicidio del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien falleció el pasado 11 de agosto tras haber sido atacado el 7 de junio durante un acto en el parque El Golfito, en Bogotá.
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Recientemente, cuatro de los adultos capturados por estos hechos fueron formalmente imputados por el delito de homicidio agravado consumado, tras haberse iniciado originalmente por tentativa de homicidio.
Los hoy imputados son: Elder José Arteaga Hernández, alias El Costeño o ‘Chipi’; Cristian Camilo González Ardila; Katherine Andrea Martínez Martínez, alias Gabriela; y William Fernando González Cruz, alias El Hermano. En el caso de Martínez y González Cruz, se añadieron cargos por concierto para delinquir agravado, gracias a nuevos elementos materiales probatorios.
No obstante, la diligencia contra Carlos Eduardo Mora González, alias Veneco, quedó pendiente debido a que no contaba con abogado defensor en ese momento. Según la investigación, habría conducido el vehículo en el que se transportó el arma entregada al sicario adolescente, por lo que su situación jurídica podría definirse en las próximas audiencias.
Intermediarios en la mira
De forma paralela, la Fiscalía investiga el posible involucramiento de al menos dos personas que habrían servido como intermediarios entre los autores intelectuales y los sicarios. Sus identidades permanecen bajo reserva, pero su papel resulta clave para establecer la cadena de responsabilidades que rodeó el asesinato. Por el momento, ni la fecha ni los nombres de la nueva imputación que prepara la Fiscalía han sido revelados por las autoridades.
Además, la familia de Uribe Turbay denunció la presunta participación de José Aldinever Sierra, alias Zarco Aldinever, miembro de la Segunda Marquetalia, como posible autor intelectual. El abogado Víctor Mosquera, representante de los familiares, solicitó que el caso sea declarado crimen de lesa humanidad con el fin de garantizar un proceso exhaustivo y evitar que pueda prescribir.
Hipótesis y líneas de investigación
Aunque la Fiscalía mantiene como hipótesis principal la participación de disidencias de las Farc, no se descartan otras posibilidades. En el debate público se han mencionado nombres del Eln e incluso estructuras de narcotráfico con supuestas conexiones internacionales. Sin embargo, hasta el momento estas versiones no cuentan con respaldo probatorio en el expediente judicial.
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En este sentido, la principal línea investigativa apunta a que el crimen buscó enviar un mensaje de poder criminal, teniendo en cuenta la relevancia política de Uribe Turbay y sus aspiraciones presidenciales dentro del Centro Democrático.
Dado su carácter de magnicidio, el caso ha contado con el apoyo de agencias internacionales. Autoridades de Estados Unidos, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos colaboran en el rastreo de movimientos financieros y migratorios que permitan seguir el rastro a los autores intelectuales y sus posibles conexiones en el exterior.