Katerine Andrea Martínez Martínez, de 19 años y conocida bajo el alias de Gabriela, contó a los investigadores de la Fiscalía detalles de la planeación y ejecución del atentado a bala contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, el pasado 7 de junio en un parque del barrio Modelia, localidad Fontibón de Bogotá.
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‘Gabriela’, es una de las cuatro personas capturadas hasta el momento por el intento de asesinato contra el congresista del Centro Democrático. Su participación, de acuerdo con la Fiscalía, consistió en asistir a reuniones previas en las que se definieron los roles delictivos que cumplirían los demás involucrados en el atentado.
Además, habría trasladado y entregado el arma de fuego al menor de edad que disparó contra el congresista, “y en compañía de otras personas estuvo en inmediaciones del parque El Golfito, en el barrio Modelia, para asegurarse de la materialización del acto delictivo”.
Durante las audiencias, la joven ha revelado cómo conoció a Elder José Arteaga, alias el Costeño, quien al parecer coordinó el plan criminal y aún no ha sido capturado.

Según recoge la revista ‘Semana’, que tuvo acceso a las audiencias, Martínez narró que fue en un bar donde conoció a ‘el Costeño’. “Dijo que era sicario y me ofreció trabajar con él, me dijo que para llevar encargos, que yo no me iba a exponer, que me daban lo de los transportes y que me pagaban por esto”.
Asimismo, aseguró que ‘el Costeño’ le advirtió que si Miguel Uribe Turbay moría en el atentado entonces a ella le pagaban 10 millones de pesos, pero que si no moría iba a recibir “600 o 700 mil pesos”.
También le pidió ayuda para conseguir a la persona que iba a cometer el atentado. El requisito principal era que fuese menor de edad, de entre 14 y 16 años. También le comentó que “para esta vuelta estaban pagando más o menos 700 millones”.
“Me dijo que si lo podía conseguir, que le ofreciera 100 o 150 millones de pesos, que solo tenía que disparar y entregarse a la Policía. Me dijo que era mejor si tenía de pronto antecedentes o no tenía padres. Que no tuviera a nadie que estuviera tan pendiente de él. Me dijo que debía tener entre 14 y 16 años, porque si estaba por cumplir los 18 podía sufrir cárcel, entonces que necesitaba que tuviera por ahí 14 años para que lo metieran a una correccional y de ahí lo dejaban en libertad”, dijo Katerine Andrea Martínez, según recoge ‘Semana’.
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Le confirmó a ‘Gabriela’ lo que el adolescente comprendió cuando ya estaba en manos de las autoridades: que el plan criminal no contemplaba su salida de la escena del atentado.
“Me contó que esta era una vuelta suicida, porque había una de dos: el chico disparaba y lo mataban ahí mismo, o el chico alcanzaba a huir por la misma cuadra donde había entrado”, sostuvo.
Martínez reconoció que su “trabajo” consistió en llevar el arma hasta el barrio Modelia y entregarlo al menor en el interior del Chevrolet Spark, donde también estaba presente alias el Costeño y el conductor del vehículo.
“Yo saqué el arma de la pretina del pantalón, exactamente del lado del abdomen, y como a mí me dijeron que no la fuera a tocar, que no le fuera a oprimir nada porque no tenía seguro, yo la tomé de la parte de arriba, no del mango, sino de arriba y se la entregué a Élder”, detalló.
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Antes de que ‘el Costeño’ le entregara el arma al adolescente le dio varias indicaciones, entre esas que todos los disparos los hiciera “a la cabeza” de Miguel Uribe Turbay.
“Élder le dijo: ‘todos a la cabeza’. El muchacho le contestó: ‘Le voy a dar uno o dos en la cabeza y me voy’. Élder le dijo que no, que eran mínimo tres o cuatro y que si se lo tenía que descargar todo, que para eso tenía munición”, agregó.
Sobre el menor de edad, ‘Gabriela’ aseguró que “nunca lo había visto”, pero ese 7 de junio dentro del Spark lo notó “muy eufórico, acelerado, como contento; decía: ‘Lo vamos a hacer real, le voy a pegar todos en la cabeza’“.

Alias el Costeño le prometió al joven que un motociclista lo iba a estar esperando en una esquina cercana al lugar del atentado para que pudiera huir.
“Le dijo que si la moto no alcanzaba a recogerlo, una cuadra más adelante iba a estar el Spark y que tenía cinco minutos de escape, porque la Policía estaba con ellos y que estos eran los que estaban de escolta del senador”.
Pero Elder José Arteaga le confesó después a ‘Gabriela’ que era mentira que la Policía y los escoltas estuvieran comprados.
Por sugerencia del conductor y de ‘el Costeño’, el menor se quitó la chaqueta y la gorra antes de salir del vehículo, y dejó allí su celular.
“El que estaba manejando el carro le dijo que se quitara la chaqueta y Élder le dijo que se quitara también la gorra, porque las cámaras ya los habían visto así y que si lo veían diferente, no iban a sospechar de él. Que cuando lo recogieran después de la huida, él se podía colocar la chaqueta y la gorra. También le dijeron que dejara el celular en el carro porque de pronto lo botaba corriendo. Ahí nos despedimos todos”, agregó.
Aunque el menor hubiese podido escapar del lugar del atentado, el plan de ‘el Costeño’ era asesinarlo tanto a él como al conductor del Spark, Carlos Eduardo Mora González, también capturado ya.
“Ellos empezaron a hablar entre ellos y dijeron que iban a mandar al venezolano a vender el carro y que luego lo mataban. Dijeron que necesitaban acabar con la cola, que primero iba a ser el venezolano del Spark gris y luego el menor de edad”, dijo ‘Gabriel’, según reveló ‘Semana’.