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Sobre la 1 de la tarde, la Conferencia Episcopal inició el almuerzo con representantes de las instituciones del Estado como el presidente Gustavo Petro; la máxima cabeza del Senado, Efraín Cepeda; los presidentes de las altas cortes, entre otros.

Uno de los detalles que marcó el encuentro fue el retraso del jefe de Estado, quien llegó pasadas las 2 de la tarde, pero también llamó la atención que uno de los temas que se tocó en la mesa fue la reforma pensional y la consulta popular.

Esto obligó al presidente de la Corte Constitucional, el magistrado Jorge Enrique Ibáñez, a retirarse del encuentro antes de que este finalizara. El motivo que planteó fue que debía ausentarse de dicha discusión para evitar comprometer su participación en una eventual revisión del decreto de la consulta, cuyo proceso se surte en el alto tribunal.

Se conoció que todas las partes expusieron su punto de vista frente al futuro de este mecanismo de participación ciudadana y, de hecho, coincidieron en que lo más coherente es que el magistrado no participe en discusiones sobre el contenido y alcance de asuntos que estén en revisión del alto tribunal, toda vez que el togado podría quedar impedido o ser recusado ante los eventuales debates que se realicen en la Corte frente al tema.

El acuerdo para “desarmar la palabra”

Entre las reflexiones a las que llegaron los participantes de este encuentro está el llamado a “desarmar la palabra” y rechazar la violencia.

“En un contexto mundial, nacional y local, de profundas tensiones, contradicciones y transformaciones, como ciudadanos, servidores y representantes de las Instituciones del Estado Colombiano, nos comprometemos juntos e invitamos a todo el país a escucharnos, valorarnos y respetarnos en hermanad; a desarmar y armonizar la palabra; y a rechazar todo tipo de violencia, como forma de resolver los conflictos políticos y sociales”, se lee en el acuerdo que firmaron todas las partes.

Tras el encuentro, el procurador Gregorio Eljach Pacheco, quien también asistió a la reunión, explicó que se trató de “una refelexión sobre la situación del país, la necesidad de dialogar para construir consensos, desarmar la palabra fue el término que se usó”.

Asimismo, indicó que la conclusión de la reunión fue que “esta no es una actividad única, que hay que continuar promoviendo el encuentro de los colombianos, incluyendo al empresariado, la iglesia y otras congregaciones religiosas, el sector privado y el público para que todos estemos juntos reflexionando y buscando el entendimiento y la concordia entre todos”.