En medio de una escalada de violencia que ha estremecido al país, con atentados recientes en Cauca y Valle del Cauca, y el ataque armado contra el senador Miguel Uribe Turbay el pasado 9 de junio, el presidente Gustavo Petro lanzó un llamado urgente a la unidad nacional.
(Le puede interesar: Crisis en Valle del Cauca y Cauca por atentados terroristas: se han registrado 24 ataques este martes, según la Policía)
A través de su cuenta oficial de X, el mandatario convocó a los sectores políticos a reducir la confrontación y centrarse en un enemigo común: “la mafia”, a la que responsabiliza de estar detrás del actual clima de zozobra.
La exhortación del jefe de Estado surgió en respuesta a las declaraciones del presidente del Congreso, Efraín Cepeda, quien expresó su preocupación por la seguridad de los comicios del año entrante.
Cepeda instó a realizar una reunión con la Fuerza Pública para garantizar la protección de candidatos, partidos y sedes políticas, ante el riesgo de que la campaña electoral se vea permeada por la violencia. “Se parece mucho a aquellas épocas aciagas del narcotráfico en Colombia, que no queremos volver a repetir”, advirtió el senador.
No obstante, al ser consultado por una periodista sobre la viabilidad de ese encuentro sin la participación del Ejecutivo, Petro reaccionó tajantemente: “No hay reunión con la fuerza pública de los jefes de partido sin la presencia del presidente, comandante de toda la fuerza pública”. Acto seguido, rechazó lo que calificó como “sedición y búsqueda de golpes”, e insistió en la necesidad de diálogo y paz.
Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente fricción entre el Gobierno y los partidos políticos, varios de los cuales se marginaron del Comité Nacional de Garantías Electorales, convocado por el ministro del Interior, Armando Benedetti, y presidido por Petro.
(Lea también: Consejo Gremial estudiará la forma de demandar la suspensión de la regla fiscal)
Durante dicho encuentro, al que sí asistieron autoridades electorales, precandidatos y órganos de control, los líderes de nueve colectividades —entre ellas, Conservador, Liberal, Centro Democrático, La U y Cambio Radical— manifestaron su desconfianza hacia el Gobierno como garante del proceso.
En una carta conjunta, los dirigentes aseguraron que el país atraviesa una “crisis de miedo, incertidumbre y polarización”, y acusaron a Petro de exacerbarla: “Su insistencia en profundizar la polarización, desconocer la institucionalidad y descalificar a quienes disienten no hace más que agravar la fractura social y política que nos consume”.
(Le sugerimos: Duros cuestionamientos al Gobierno por suspender la regla fiscal: “Se abre la compuerta al endeudamiento sin freno”)
Desde el Ejecutivo también han surgido acusaciones. El presidente responsabilizó a los senadores de la Comisión VII del Senado de ser los causantes de la actual tensión, al rechazar sin discusión la reforma laboral previamente aprobada en la Cámara.
Pese a este ambiente enrarecido, en las últimas horas se han conocido señales de apertura. Benedetti, considerado uno de los hombres de confianza de Petro, anunció que el mandatario está dispuesto a reunirse con expresidentes y con todos los sectores políticos para pactar reglas básicas de convivencia en medio del proceso electoral.
(En otras noticias: Adolescente que atentó contra Miguel Uribe fue trasladado al búnker de la Fiscalía, donde será vigilado mientras avanza la investigación)
“Estamos dispuestos a hablar con todo el mundo, a bajar el tono, a establecer unas reglas mínimas para evitar que ocurra lo que buscan los violentos: que terminemos matándonos entre nosotros”, sostuvo el ministro.
Aunque no se han confirmado los nombres de los exmandatarios contactados, Benedetti señaló que ya ha iniciado acercamientos. “Todo está en veremos. Esperemos que las cosas salgan bien”, concluyó.