El Heraldo
Los turistas son asiduos visitantes de las murallas de Cartagena. A muchos les atrae la vista de la ciudad desde allí. Javier García, Wilfred Arias y Lorena Henríquez
Bolívar

Alertan sobre riesgos de colapso en las murallas de Cartagena

El ingeniero estructuralista Jorge Rocha Rodríguez, representante de la Asociación de Residentes del Centro Histórico de Cartagena, advierte que las centenarias estructuras pueden colapsar.

Las históricas murallas de la Heroica, que encierran en sus entrañas los 205 años de independencia de esta capital y se constituyen en uno de sus principales atractivos turísticos ante el mundo, se han convertido en motivo de controversia por su deterioro en algunos sectores.

El ingeniero estructuralista Jorge Rocha Rodríguez, representante de la Asociación de Residentes del Centro Histórico de Cartagena, Asocentro, ha emitido un campanazo de alerta en el Comité Técnico de Patrimonio Histórico y Cultural, al considerar que si las murallas no son intervenidas a tiempo, podrían presentarse, con el paso de los años, colapsos en determinados puntos de la ciudad antigua.

“Las murallas son estructuras frágiles. Tienen una inercia que las sostiene, pero ellas son vulnerables a cualquier efecto que se les haga contrario para los cuales fueron construidas. El hecho de que hasta el momento solo existan algunos desplomes verticales no significa que, pasado mañana, si no se les prestan atención, no se puedan caer”, expresó  Rocha, en diálogo con EL HERALDO.

De acuerdo con su concepto, parte de lo que cataloga como “caries” o daños en las murallas han surgido porque se ha cambiado el uso original para el que fueron concebidas.

“Lo que antes era para ubicar unos soldados para defender a la ciudad, con unos cañones, se ha convertido en plataforma de bailes, conciertos, donde las cargas son sumamente grandes”, advierte Rocha.

Sin cuidado alguna

A su juicio, a pesar de que a los empresarios que arriendan las murallas para algunos espectáculos reciben un manual con parámetros y recomendaciones a cumplir, “la mayoría de las veces no son tenidas en cuenta”.

El ingeniero dio a conocer que en medio de la inspección de los espectáculos que se realizan en las murallas y fortificaciones, denunció que sobre el Cuartel de Las Bóvedas pretendían ubicar una piscina con 40 toneladas de peso en una zona fracturada por el deterioro.

“En esa ocasión, cuando pretendían poner una piscina de tanto peso sobre el Cuartel de Las Bóvedas, contacté de inmediato a los organizadores e impedí que hicieran lo que pretendían. Sin embargo, en muchas ocasiones, los organizadores de esos espectáculos hacen lo que se les da la gana”, agregó Rocha.

​Explicó que las murallas de Cartagena están conformadas por lo que se denomina una “escarpa y una contraescarpa”, con un relleno interno, que eran utilizados por la Corona Española para contrarrestar los ataques de piratas ingleses y franceses que intentaban tomarse la antigua Cartagena.

Sin embargo, añadió el ingeniero, contrario a las grandes obras modernas, las murallas no son de concreto ni están reforzadas con concreto. “Son unas estructuras inerciales para contener, conformadas por paredes llenas de arena y desechos. Muchos tienen la creencia de que, porque han soportado tantos años de abuso, nunca pueden desplomarse y por eso cometen los abusos”, dijo.

Las murallas presentan grietas en algunos sectores, y de estas sobresalen arbustos.

Mayor uso y peso

Según el experto, los estudios realizados demuestran que, de acuerdo con los puntos, la capacidad de peso de las murallas pude oscilar entre 300 a 400 kilos por metros cuadrado.

“A pesar de estos estudios, la ciudad acoge eventos en sus murallas y fuertes en los que montan hasta 600 personas. Además, incluyen montajes con estructuras y carpas, que quitan la visibilidad arquitectónica, y hasta pretenden montarles piscinas pesadas, como lo pude constatar personalmente”.

El ingeniero estructuralista insistió en que existen otras variables como los altos decibeles, personas que saltan y brincan, que  sumadas al peso de los montajes por eventos, también se constituyen en una bomba de tiempo para las murallas y fortificaciones.

​Puntos con daños

Entre los puntos en los cuales se han identificado daños, subraya Rocha, se encuentra la llamada Reculada del Ovejo, en San Diego, “donde se han presentado desplomes en la rampa”.

Al respecto, señala que el paso constante de vehículos pesados se ha convertido en una de las principales causas de ese deterioro.

En la entrada de Santo Domingo, frente a la Avenida de Santander, también se evidencian algunos daños, que se identifican por las manchas negras conocidas como “caries”.

El ingeniero también incluyó el Cuartel de Las Bóvedas y la zona de El Pedregal, donde pide que se hagan intervenciones urgentes y de fondo de parte de la Escuela Taller Cartagena de Indias, Etcar, y aumenten los controles para los espectáculos que se realizan en las murallas. “Las murallas pueden ser utilizadas como un monumento sostenible, pero tienen que respetarse las capacidades. No se puede abusar del montaje, como se ha venido haciendo”, insistió ante los daños.

​Aplicar correcciones

Al alertar sobre el deterioro, asegura que, además de las medidas preventivas que sugiere con respecto a la realización de eventos, debe ejecutarse un proyecto de corrección de verticalidad y desplomes.

“Existen tecnologías para corregir todas esas fracturas viejas que están ahí. El plan debe ejecutarse en la calle de El Pedregal, en la Reculada del Ovejo, en el Cuartel de Las Bóvedas y en todos los puntos que ya se han identificado”, dijo.

El ingeniero sostiene que igualmente debe prohibirse el ingreso de vehículos pesados de turismo al cordón amurallado, como los que se estacionan frente a Las Bóvedas, debido a que considera que esto contribuye al debilitamiento de estructuras antiguas.

De igual forma, precisó que también ha sugerido que los vehículos pesados no circulen frente a las murallas, por el carril más cercano, sino que lo hagan en el sentido zona norte hacia Bocagrande.

“El turismo no puede vender a Cartagena en detrimento de los monumentos. Si a Cartagena le quitamos las murallas queda como un puerto más. Por eso hay que protegerlas”, enfatizó.

 

El pasado juego de Colombia-Chile, una parte de muralla sirvió de tribuna para los cartageneros.

¿Qué dice la ETCAR?

En entrevista con EL HERALDO, el arquitecto Mario Zapateiro, director de obras de la Escuela Taller Cartagena de Indias, que tiene bajo su cuidado las murallas y fortificaciones de la ciudad, contrario a la versión de Rocha, asegura que “no existe riesgo de que las murallas se derrumben”.

De acuerdo con Zapateiro, los daños a los que hace referencia el ingeniero Jorge Rocha “se originaron hace varios años”, según su concepto, “por obras públicas que se hicieron cuando la Etcar no estaba encargada de la administración de las fortificaciones”.

El arquitecto manifiesta que  “desplomar es un término que se emplea en construcción para hacer referencia a que una estructura perdió su posición de verticalidad. Sin embargo, no implica que se vaya a derrumbar o a colapsar de inmediato”.

​Añadió que, tras estudios realizados con la Sociedad de Arquitectos e Ingenieros de Bolívar, se determinó que el desplome “está inactivo y no existe ningún riesgo”. Sin embargo, dijo que están tomando las “precauciones necesarias”.

​Además, Zapateiro dio a conocer que las murallas “son estructuras muy sólidas (…) inclusive pueden amortiguar balazo contra la escarpa, como ocurría cuando la ciudad era defendida de los ataques”.

​Explicó que, antes de que finalice el año, tienen presupuestado iniciar obras de reparación en la calle de El Pedregal, en Getsemaní, donde han identificado “cuatro fracturas y otras averías”.

El arquitecto Zapateiro también se refirió a otras labores implementadas para proteger las murallas, como la instalación de bolardos que generó voces de rechazo el año pasado por parte de cuidadores de carros que completaban varios años prestando sus servicios en el sector de La Tenaza, en la llamada ‘Bambinera’. 

De acuerdo con lo expresado por director de obras de la Escuela Taller Cartagena de Indias, las vibraciones de vehículos que eran estacionados en la zona “se estaban convirtiendo en una amenaza contra el Patrimonio”, por lo que implementaron la medida preventiva. El Etcar informó que desde octubre de 2015 hasta octubre de 20126 han instalado 1.652 bolardos a lo largo de 2.477 metros lineales para la protección de las murallas.

​Dijo Mario Zapateiro que, con el apoyo del Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte, DATT, han iniciado operativos para evitar el estacionamiento de vehículos pesados en zonas que comprometan estructuras históricas de la ciudad.

Y con relación a los eventos realizados en las murallas y fortificaciones, explicó las medidas tomadas. “Este tipo de actividades se constituyen en una forma de financiar el mantenimiento de las fortificaciones que están bajo nuestro cuidado. Con los manuales, de los cuales disponemos siempre, dejamos claras las normas y precauciones que se deben tener en cuenta para su uso”, puntualizó Zapateiro.

​Pero el ingeniero Rocha insiste en que estas prevenciones no son cumplidas en la mayoría de los casos. Los riesgos de las murallas están latentes, a su juicio.

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