El Niño Jesús colapsa por alta demanda de embarazadas
Las directivas del hospital sostienen que 28 partos están represados, porque las pacientes están a la espera de ser sometidas a cesáreas.
El Hospital Niño Jesús, ubicado en Barranquilla, está en alerta por la alta demanda de mujeres embarazadas que buscan atención, la mayoría de ellas procedentes de Venezuela.
La advertencia la hizo la gerente de la institución hospitalaria, Karina Orozco Gómez, al indicar que en estos momentos tienen una situación difícil porque están asumiendo toda la carga de atención a la población venezolana.
Orozco dijo que son el único hospital receptor de estas pacientes y se les sumaron dos hechos importantes: el primero que ya empieza a aumentar la población colombiana producto de Carnaval, pues entre enero y febrero se embarazan y a partir de septiembre comienzan a llegar estas mujeres. Adicional a eso está la población venezolana que tiene el 70% de ocupación.
La funcionaria explicó que estas pacientes, en su mayoría, no tienen control prenatal y llegan con embarazos complicados que terminan siendo prematuros. Por la condición de salud de los recién nacidos es necesario ingresarlos en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI neonatal), que tiene capacidad para 42 pacientes, pero que actualmente tiene 48.
Orozco aseguró que la situación es preocupante, por lo que hizo un llamado a la red departamental y distrital de salud para resolver la situación que ya “sobrepasó nuestra capacidad, y el sistema colapsó porque tenemos 28 pacientes represadas”.
Esas pacientes, aseguró, son venezolanas y están a la espera de ser atendidas, todas fueron valoradas y necesitan el procedimiento quirúrgico. De acuerdo con la complejidad de cada una van pasando al quirófano.
El llamado, insistió la directiva, es para que reciban algunas pacientes en otras instituciones, pues este centro hospitalario es el único que está atendiendo esa población venezolana, hasta el punto de que no hay disponibilidad de cama para atender el régimen subsidiado, razón por la cual solo aumenta la facturación o la venta en esa población.
Adicional a eso, dijo Orozco, se trata de una población “nómada”, por lo que al momento de realizar auditorías encuentran que ya no residen en las direcciones que suministraron inicialmente, lo que está llevando a una crisis al hospital, pues el Departamento solo paga el 50% de la atención de esa población venezolana. Si están radicando facturas por $800 millones mensuales, solo les pagan $400 millones.
En promedio, en el Hospital Niño Jesús nacen 20 niños en un día, entre partos y cesáreas; es decir, que al mes nacen 600 infantes en esta institución hospitalaria y el 60% de ellos, unos 368, son venezolanos.
Erlinda Villarreal, coordinadora médica, explicó que normalmente eran atendidas entre 4 y 5 partos diarios y entre 5 y 6 cesáreas. El número ha aumentado porque estas gestantes no tienen controles y llegan al hospital pretérmino, lo que significa que requieren UCI neonatal.
Como la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal también está colapsada, la institución hospitalaria acondicionó una sala para atender a los bebés que requieren este servicio.
Kery Leguía, una mujer de 25 años prefirió que su pequeño hijo de 18 días de nacido fuera recluido en la sala habilitada, pues su EPS Salud Vida le daba remisión, pero para un hospital de Santander.
“Mi bebé tiene la bilirrubina y necesita fototerapia para devolverle el color, prefiero que esté aquí porque con qué recursos me voy para Santander”, dijo la mujer al señalar que les dan prioridad a la población extranjera y no a los colombianos.
Según la denuncia de muchas gestantes que son atendidas en el Niño Jesús, sus EPS quieren trasladarlas para Armenia, Bucaramanga u otra ciudad del interior y el temor es que las llevan, pero el regreso es de su cuenta y no tienen los recursos.
Leidis Cantillo, madre de Gabriela, quien hace parte del grupo de 28 que están a la espera de la cesárea, explicó que hay madres que van a la oficina de la EPS a pedir la remisión y no se las dan.
Anai Palencia, una joven venezolana que llegó hace 2 años a Barranquilla y desde hace 5 días espera que le hagan la cesárea, dijo que inicialmente el control se lo hacía en Pasos y Caminos del Distrito, pero la dejaron de atender por ser extranjera y fue por ello que decidió ir al Niño Jesús, pues tiene entendido que es el único centro donde las atienden.
“Hoy me iban a atender y cuando me llamaron se presentó una urgencia y le dieron prioridad, ya no puedo ni respirar y aquí me toca esperar. Hay gente que lleva 5 días esperando”.
Blanca Payares, madre de una paciente embarazada afiliada a Salud Vida, hizo un llamado para que sean remitidos a otras clínicas, porque este hospital está colapsado. “No estoy en contra de los venezolanos, pero les están dando prioridad a ellos. El trato debe ser por igual, todos en la cama o todos en el suelo”.
Armando De la Hoz, secretario de Salud del Departamento, dijo que la situación es preocupante, no solo del Niño Jesús, sino de la red pública del Atlántico, pues están asumiendo la carga absoluta de la atención de la población migrante que tiene colapsada la capacidad instalada.
“En estos momentos no tenemos acompañamiento por parte de otras instituciones que también estén asumiendo el decálogo del Ministerio sobre la atención de esta población. Hacemos un llamado al nivel nacional para que nos ayuden desde el Ministerio de Salud”, agregó.
Ante las quejas de las pacientes embarazadas de nacionalidad venezolana, que dijeron que no las están atendiendo en los Pasos y Caminos, la directora de Mi Red IPS, Martha Rodríguez, aseguró que vienen trabajando con las organizaciones de apoyo a migrantes para garantizar la atención por jornadas.
La última jornada fue agosto 25 y atendieron 1.300 usuarios venezolanos, de los cuales la mayoría eran gestantes. “Todo paciente independiente de su nacionalidad lo estamos atendiendo. No tengo ninguna restricción, en estos momentos tenemos 21 pacientes autorizadas”, precisó la funcionaria.
