El proceso para la reapertura del Teatro Amira de la Rosa avanza con pasos certeros. Tras varios años, el inicio de la tercera fase –que comprende la contratación y desarrollo de la obra– se encuentra muy cerca tras concretarse una serie de hitos significativos.
La semana anterior, el Ministerio de Cultura dio un importante respaldo al anunciar el aval necesario a los diseños presentados por el Banco de la República para la intervención de este icónico centro cultural, ubicado en el corazón del barrio El Prado.
EL HERALDO tuvo acceso a algunos de los detalles de los diseños adelantados por el Consorcio TAR, liderado por el experimentado arquitecto Daniel Bermúdez, quien ha liderado proyectos de gran reconocimiento nacional como el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo de Bogotá, la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Universidad de los Andes, entre otros.
Los espacios
En primer lugar se destaca que la sala principal del Teatro Amira de la Rosa contará con un área de 1.100 metros cuadrados, dimensiones muy cercanas a las actuales. En dicho espacio se habilitarán cerca de 800 asientos, que se habilitarán en las zonas de platea, palco e individuales. Se desarrollarán intervenciones de manera integral. Es decir, se mejorarán las condiciones acústicas y visuales desde todos los puntos de la sala.
Se generarán nuevos sistemas de mecánica y simultaneidad teatral, así como habrá un proceso de adaptación tecnológica que se sumará a un trabajo de iluminación, ventilación y de condiciones de seguridad para el normal desarrollo de los espectáculos culturales. También se habilitarán camerinos y un depósito para todos los elementos que se requieran para los eventos.
Los diseños han explorado la posibilidad de integrar la luz natural a algunos eventos para “superar la idea del teatro cerrado”. Dicho aspecto se encuentra en evaluación y no se descarta que a través de un sistema de paneles se oculte la luz.
En este complejo cultural también se habilitará una sala alterna que es el resultado de dividir una de las actuales zonas del escenario cultural con unos cerramientos operables que pueden ser desmontados de acuerdo con los requerimientos.
Este espacio se ubicará en el volumen frontal de la fachada y se ha ideado bajo las premisas de adaptabilidad y versatilidad para albergar hasta 285 asistentes. Se harán algunas intervenciones a nivel de acústica con “características tecnológicas muy particulares”.
Tendrá mejoras en iluminación y ventilación, así como en las condiciones de seguridad y evacuación. Lo más relevante es que en dicha sala se respetarán las condiciones patrimoniales.
La sala de exposiciones, por su parte, se ubicará en el primer piso. Es un espacio de 160 metros cuadrados que contará con las intervenciones necesarias para desarrollar las muestras de arte.
En los exteriores no solo se ha planteado un tratamiento arquitectónico para recuperar el edificio, sino que se ha empezado a trazar las pautas para generar actividades y diálogo con los edificios vecinos.
Cabe anotar que se habilitará un auditorio exterior para el desarrollo de eventos culturales y un espacio de estacionamiento de vehículos.
Con respecto a la fachada, los diseños contemplan “descubrir” unos ventanales que fueron cubiertos en la década de los 80.
El compromiso del Banco
Diego Restrepo, gerente de la sucursal Barranquilla del Banco de la República, indicó que la entrega de la resolución de aprobación por parte del Ministerio de Cultura es el requisito que permitirá iniciar la etapa de licenciamiento y curaduría.
“Después podremos iniciar la terca fase. Para nosotros es una buena noticia que el Ministerio haya expresado su respaldo a este proyecto”, dijo.
El gerente recordó que el teatro corresponde a un inmueble patrimonial, por lo que se deben conservar sus características: “Va a ser nuestro centro cultural en la ciudad, por lo que tiene su escenario, una sala de exposiciones. Va a tener unos locales en un costado para unos servicios como cafeterías”.
Explicó que el área externa se ha proyectado como un espacio “amigable con el medio ambiente” y que permita a la comunidad que se adelante cualquier tipo de actividad.
“Es un teatro que respeta lo que dice el PEMP. Para el Banco es un gran reto de seguir consolidando nuestra actividad cultural en la ciudad. También abre la posibilidad de que terceros también acudan al teatro y desarrollen su actividad cultural. Esto nos permite crecer en nuestras líneas culturales y desarrollarlas para el Caribe”, agregó.
Voces de respaldo
El alcalde Alejandro Char calificó como una “buena noticia” el anuncio del Ministerio de Cultura con relación a la aprobación de los diseños y destacó el trabajo que se ha venido realizando para la reapertura de este centro cultural.
“Son años de trabajo en equipo con el Banco de la República, la Sociedad de Mejoras Públicas, y el propio Ministerio de Cultura, que le devolverán el teatro a nuestra ciudad”, sostuvo.
Por su parte, Juan Carlos Ospino, secretario distrital de Cultura, resaltó la voluntad del Banco de la República de garantizar la sostenibilidad del Teatro Amira de la Rosa en el marco del proceso de fortalecimiento del ecosistema cultural en la ciudad.
“No podemos volver a caer como en el pasado. La disposición del alcalde Char es contribuir en el proceso hasta que se culmine. La infraestructura cultural es de gran interés para nosotros porque permite que los resultados crezcan”, expuso.
Afif Siman, ex secretario de Cultura de Barranquilla,señaló que la ciudad cuenta con un “aliado importante” como el Banco de la República para sacar adelante este proyecto.
“Que sea liderado por el Banco nos garantiza que sea un proyecto serio, que va a contar y cumplir con todas las reglamentaciones. Sé que va a llevar a que el Teatro Amira de la Rosa, que es tan cercano al corazón de todos los barranquilleros, pueda reabrirse con toda la última tecnología y sea un escenario óptimo, de talla internacional”, sostuvo.
Siman también resaltó la importancia de que este escenario se articule a la agenda cultural del Banco de la República, puesto que implica que “ese gran circuito cultural que lidera en el resto del país pueda seguir llegando a la ciudad; acá se continúa la actividad cultural del Banco, pero con este gran escenario podremos tener nuevos espacios”.
En esa línea, dijo que es relevante la apertura de una sala de exposiciones dentro del escenario cultural: “Esto garantiza que todas estas exposiciones magníficas que el Banco lleva a cabo en el resto del país puedan venir a Barranquilla y que el banco pueda desarrollar sus líneas artísticas dentro de este complejo cultural”.
A su turno, Nicolás Renowitzky, miembro de la asociación cívica ‘Por Amor a Barranquilla’, señaló que en los encuentros con los grupos focales se ha podido trabajar de forma mancomunada para fortalecer este proceso de recuperación.
“Hemos podido apreciar que las propuestas que hacemos en esta mesa sí han sido tenidas en cuenta. Por ejemplo, propusimos que se incluyera, en el urbanismo, a toda la manzana; de lo contrario quedaría un lote rodeado de una cantidad de elementos que no tienen nada que ver y se van a ver muy dispersos, siendo interesante que sea una manzana consolidada”, expuso el experto en planeación urbana.
Nuevos retos
Claudia Patricia Muñoz, miembro del consejo directivo de la Fundación La Cueva, calificó como “maravilloso” el desarrollo de este proyecto para la intervención del Teatro Amira de la Rosa.
“Es un gran trabajo que han hecho. Esto es un hecho, algo que ya viene y ahora el ejercicio que debemos hacer como ciudad es trabajar para que el teatro se mantenga con una buena actividad. El trabajo ahora es nuestro, porque el Estado ha cumplido con este proceso”, sostuvo.
Indicó que el ecosistema cultural de la ciudad se ha visto afectado por la falta de escenarios, por lo que “prácticamente arrancamos de cero. Debemos construir la mejor oferta, con los recursos que tenemos, para comenzar a hacer cultura”.
Apuntó que es primordial empezar a trabajar con la niñez en la formación cultural: “No tenemos un hábito de cultura. Es una necesidad que se crea y por eso creo que hay que comenzar con los niños. Se deben recuperar los espacios de formación cultural para los más pequeños, porque hay que empezar a formar para el futuro”.
