El sur y occidente de Barranquilla son las zonas en donde se registran las mayores temperaturas en la ciudad. Así lo determinó un estudio adelantado por investigadores de la Universidad del Norte, en el que se demuestra que las poblaciones ubicadas en estos sectores, de nivel socioeconómico menos favorecido, experimentan grandes afectaciones por cuenta de los incrementos en la temperatura y las oleadas de calor en comparación con la zona norte de la capital del Atlántico.
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Los resultados del estudio arrojaron que las zonas de estratos 1, 2 y 3 registraron una temperatura superficial promedio de 43.7°C (grados centígrados) , mientras que las zonas en estrato 4, 5 y 6 de la ciudad registraron cerca de 38.5°C, una notable diferencia de al menos 5 grados.
Parte de esta conclusión obedece –según la investigación– a las distancias existentes de estos territorios del río y de la costa. Entre más cerca esté una zona de estos cuerpos de agua menos calor se sentirá y entre más lejos se encuentre será mayor la temperatura.
Las primeras áreas (estratos 1, 2 y 3) conservan una distancia promedio de 14 kilómetros de la costa y de 4.7 kilómetros del río, mientras que las segundas (estratos 4, 5 y 6) unos 6.9 km y 3 km, respectivamente.
La investigadora Yelenka Núñez, egresada de Ingeniería Civil y estudiante del doctorado en Sistemas Ambientales en la University of California, precisó que para la investigación –que arrancó en 2022– se requirió de la información arrojada en el censo del Dane para 2018 y de imágenes satelitales que permitieran el análisis de las variables.
'Usamos datos de temperatura superficial que viene de imágenes satelitales y que corresponde a la temperatura de una superficie al tacto. Si bien esta medida al provenir de una imagen satelital que está mirando desde arriba no corresponde exactamente a la temperatura que sienten las personas en la calle o dentro de un edificio. Sin embargo, este tipo de mediciones ayudan a identificar los patrones y la distribución de la temperatura dentro de la zona urbana de manera continua', explicó.
Sostuvo que se analizaron factores como la distancia a la costa y al río; la densidad de la vegetación y edificaciones, en paralelo con la información socioeconómica que proviene del censo, en donde se incluyeron aspectos como el estrato social, nivel educativo, el porcentaje de personas mayores de 60 años, la densidad de la población y el porcentaje de migrantes en cada manzana de Barranquilla.
'Estas áreas con altas temperaturas coincidieron que son zonas donde se encuentran las personas con menos recursos económicos, además encontramos que las personas con bajo nivel educativo y que viven en zonas con alta densidad poblacional también resultan afectadas por ello', dijo.
Núñez indicó que esta segregación espacial socioeconómica está relacionada con la historia del desarrollo urbano de Barranquilla, en donde se fomentó un crecimiento y una planificación formal en estas zonas muy cercanas al río y por otro lado los asentamientos informales en las áreas mucho más alejadas, entre el sur y el occidente de la ciudad.
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'El principal factor por el que se da esta diferencia de temperatura particularmente en Barranquilla es la distancia al río y al mar, porque son dos cuerpos de agua que son los principales reguladores de la temperatura. En el aspecto de la densidad de la vegetación y la densidad de las construcciones, en nuestro estudio, no lanzó resultados muy significativos. Sin embargo, la vegetación y en la forma en la que se planifican las ciudades, en un futuro, puede ser una medida para la mitigación de este tipo de efectos', comentó.
En ese mismo sentido, manifestó que esta investigación tiene una gran importancia como herramienta para priorizar las acciones hacia esas zonas que presentan un alto riesgo por cuenta de las altas temperaturas, que en la mayoría de los casos son causantes de problemas en la salud y con un impacto en el desarrollo cognitivo de las personas y en la productividad laboral.
{"titulo":"No tenemos desabastecimiento por la sequía: gerente de Triple A","enlace":"https://www.elheraldo.co/barranquilla/fenomeno-de-el-nino-gerente-de-triple-asegura-que-no-hay-desabastecimiento-de-agua-por"}
En la investigación también participaron Natalia Hoyos, profesora de Historia y Ciencias Sociales de la Universidad del Norte, y Julián Arellana, decano de Ingenierías de la alma mater.
Al respecto, la investigadora Natalia Hoyos sostuvo que de las cuatro variables analizadas la que mostró mayor relación con las altas temperaturas fue la distancia de estas zonas del río y de la costa. Concuerda con que la historia de Barranquilla, su desarrollo y crecimiento urbano guarda cierta relación con lo encontrado en el estudio.
'La familias más adineradas se salen de la zona céntrica hacia el norte que es cuando se construyen estos barrios de casas quintas amplias hacia El Prado porque era la zona con una mejor vista hacia el río y la Sierra Nevada, con lo que concuerda con las áreas más frescas de la ciudad, mientras que los barrios hacia el occidente y sur inicialmente se configuran como zonas donde llegan personas desplazadas de la zona rural y se establecen en un principio de forma informal y con el tiempo se formalizan. Entonces queda una configuración en donde esas zonas más frescas coinciden con barrios establecidos formalmente, mientras que las zonas periféricas coinciden con el desarrollo inicialmente informal y con las zonas más cálidas de la ciudad', relató.
Señaló que si bien las acciones de mitigación no fueron objeto de este estudio, destacó que es importante emprender medidas para enfrentar las altas temperaturas en las zonas de mayor vulnerabilidad climática que se detectaron tras la investigación.
Entre esos lineamientos se podrían revisar la orientación y altura de las edificaciones con relación a la dirección de los vientos, además los materiales utilizados en las construcciones, los techos verdes y mayor arborización.
'El establecimiento de zonas verdes en la ciudad ayuda a moderar las temperaturas y en cierta parte en esta medida el gobierno local ha ido en la dirección correcta recuperando los parques urbanos', puntualizó.
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Mayor inversión en zonas verdes y arborización, la petición de la comunidad en el sur de la ciudad
Arles Arrieta, comunicador social residente en el barrio Rebolo, consideró que el tema de la temperatura es relativo por el nivel de arborización que haya en una zona. 'En la medida que en ciertos puntos haya menos árboles, la temperatura será mayor y se va a sentir más', dijo Arrieta, quien agregó que en su barrio las más altas temperaturas se sienten entre las 9:30 a. m. a 1:00 p. m. Entre las medidas de mitigación se encuentran el uso prolongado de ventiladores y aire acondicionado.
A su turno, Paula Sanjuán, residente del barrio Las Malvinas, señaló que ciertamente la población más vulnerable de Barranquilla está más expuesta al calor, en comparación con los habitantes del norte de la ciudad. 'Esto se debe principalmente a la ubicación geográfica; toda vez que los barrios de las localidades Norte Centro Histórico y Riomar se encuentran ubicadas cerca al río; lo cual les favorece por la constante brisa refrescante y donde hubo mayor ejecución de zonas verdes', anotó. Y agregó: 'en nuestro barrio, la entrada es totalmente desértica con un paisajismo altamente contaminado por un basurero a cielo abierto sin ningún control, se necesita que esta administración ponga los ojos a nuestro sur y trabaje las huertas caseras, arborización y zonas verdes'.




















