Batimetría en el Canal de acceso: Dimar explica proceso para medir la profundidad del Río

Un proceso milimétrico del que dependen alrededor de 21 mil empleos y el 5.1% del PIB de Barranquilla. Un detallado análisis que ha dejado al desnudo, durante los últimos meses, los graves problemas de sedimentación que se presentan en el tramo final del río Magdalena, aquel que dinamiza la economía local a través de la importación y exportación de bienes, materias primas e insumos que son clave para el desarrollo de la región y el país.

Este procedimiento, que recibe el nombre de batimetría, permite conocer –de forma precisa– las condiciones de los 27 kilómetros del canal de acceso (desde el sector marítimo hasta el puente Pumarejo) para determinar el calado y definir las medidas para el ingreso o salida de buques con diversas cargas, así como brindar seguridad para la navegabilidad de embarcaciones.

Así quedó evidenciado en los primeros días del presente año, cuando la Dimar emitió un mensaje de seguridad que tasó en 7.5 metros el calado, lo que ha desatado una crisis en el canal de acceso ante las restricciones en las operaciones portuarias. Una situación que se complica debido a la no existencia, en el momento, de un contrato de dragado (ver heráldica).

'Los levantamientos batimétricos permiten conocer las condiciones de profundidad y el comportamiento del sedimento en diversas partes. Toda la información es objeto de análisis debido a condiciones como el caudal y la corriente, entre otros', sostuvo el capitán Jesús Zambrano, capitán del Puerto de Barranquilla.

En este trabajo participan cerca de 50 especialistas, entre los que se encuentran hidrógrafos, oceanógrafos y personal de la estación de control de tráfico marítimo, así como expertos que realizan el análisis e integran la información para generar 'productos de navegación segura'.

Al respecto, el capitán de Puerto de Barranquilla indicó que la frecuencia de los levantamientos batimétricos tiene relación con la época del año: 'Depende del caudal del Río en la zona. Cuando sabemos dónde ir con más frecuencia, planeamos la realización mensual de la batimetría'.

A través de estos análisis, la Dimar ha evidenciado que –durante los últimos tres años– el comportamiento del Río ha sido atípico, influenciado por el Fenómeno de la Niña.

'El 2022 fue un año difícil, porque el Río alcanzó los niveles más altos debido a las precipitaciones que se presentaron en la región Caribe y la región Andina', agregó.

Durante el 2021, la tasa de sedimentación en el canal de acceso tuvo un crecimiento, en el momento más crítico, de 7.000 metros cúbicos por día hasta 23.000 metros cúbicos al día. El año anterior, por su parte, la tendencia también superó los promedios históricos, registrando una media –en un periodo– de 9 mil metros cúbicos de sedimentos por día.

El capitán Zambrano fue enfático al sostener que la dinámica del Río ha conllevado a modificaciones relacionadas con la estacionalidad: 'En la época húmeda, cuando más llueve, el Río tiene un canal establecido y es estable en muchas zonas, mientras que en épocas secas en el interior del canal se registra mayor sedimentación'.

También dijo que el sector de la dársena de giro está priorizada para la realización de batimetrías, puesto que se ha incrementado la sedimentación y se requiere una intervención prioritaria.

Puso de presente que los estudios han permitido coordinar acciones con Cormagdalena y el gremio portuario para que 'en el planteamiento del dragado se tenga en cuenta los sectores más críticos'.

El suboficial segundo Octavio Martínez, quien se desempeña como hidrógrafo, explicó que la recolección de los datos se adelanta por medio de un software especializado que se integra con otros sistemas de información para tener 'alta precisión'.

'Contamos con un sistema de geoposicionamiento, que nos permite tener precisión sobre la referencia del sitio y garantizar que la información es de alta calidad para transmitirla a todo el gremio marítimo en pro de la segura navegación', sostuvo.

'En esa zona, la interacción del mar y el Río nos genera condiciones extremas para el levantamiento hidrográfico. Los equipos y el personal se exigen al máximo para obtener datos de la mayor calidad. Además, es una zona con mayor dinámica con respecto al cambio del fondo marino', puntualizó este especialista adscrito a la Dimar.