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Como todas las mañanas, la señora Ana Támara sale temprano a barrer frente a la puerta de su casa. Son las seis de la mañana y el día apenas comienza, pero ella ya tiene toda la energía. Media hora después, luego de saludar a varios de los vecinos, decide regresar al interior de su vivienda, pero hay un problema. Un muro de casi un metro de altura se levanta entre los pocos centímetros de acera y su residencia.

Una silla roja de plástico hace las funciones de escalera, en la que Támara se apoya para poder entrar o salir de su casa. Desde que por las obras de canalización del arroyo Hospital, uno de los más caudalosos de Barranquilla, 'levantaron la calle', según explicó, debe volverse casi una trapecista para subirse o bajarse del muro.

Cuando llueve, su vivienda se llena de agua. Con baldes, ollas y poncheras le toca retirar el líquido que inunda su sala, las habitaciones y la cocina; sin embargo, ayer, con el aguacero que cayó en la ciudad, el agua alcanzó a entrar a la casa, pero no la inundó. 'Ya me he caído dos veces intentando entrar o salir de la casa. Esto es inadmisible'.

El arroyo Hospital es 'la pesadilla' de Ana y sus vecinos, que viven 'con miedo' de que caiga un aguacero 'bien bravo' y se les inunden por completo las casas.

'Mi casa es una piscina', dijo Álvaro Rodríguez, otro de los residentes del sector. Su casa, como otras de la carrera 35 están –prácticamente– bajo el nivel del arroyo. 'Acá vivimos con miedo de que un día caiga un verdadero aguacero. Menos mal hace rato no llueve, pero si viera cómo se inunda esto con apenas una lluviecita pequeña', añadió.

Luego de que el pasado miércoles un fallo proferido por la Sala Quinta de Revisión de la Corte Constitucional ordenara a la Alcaldía Distrital de Barranquilla 'ofrecer la reubicación temporal o definitiva' a las 259 personas que habitan 48 viviendas que fueron afectadas con las obras de canalización, la situación en el barrio es 'preocupante'.

La Corte estableció que existe 'una amenaza inminente' de los derechos fundamentales a la vivienda digna y a la seguridad personal 'de algunas familias afectadas con la canalización del arroyo', que está a cargo de la firma Obras Hidráulicas 2016.

Los trabajos, evoca la sentencia, comenzaron en 2016, después de que la Alcaldía de Barranquilla contrató la canalización del arroyo desde la calle 44 con carrera 29 hasta la carrera 35 con calle 17 y de la carrera 35 con calle 17 hasta el caño de La Ahuyama en la calle 6.

Además, el Distrito recalcó que 'en desarrollo de estas obras han podido resultar afectados algunos sectores, lo cual es entendible por las condiciones en que se ejecutan las obras.

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Desespero

'Esto es realmente preocupante, ya no sabemos qué hacer. Se nos han mojado los colchones, la ropa. El agua se nos mete a las habitaciones. Acá no se puede vivir', denunció Maydú Bello, vocera de varias vecinas de la zona. Como ella, los habitantes de las casas al pie de la carrera 35 y en sus proximidades piden al Distrito 'que actúen rápidamente' y se pronuncien sobre el tema.

Para la Corte, la situación es más gravosa si se tiene en cuenta que dentro de los afectados hay 61 menores de edad, 6 adultos mayores y tres personas en condición de discapacidad.

El fallo también le ordena al Distrito 'adelantar las gestiones necesarias' para verificar el riesgo actual de inundación que recae sobre cada una de las viviendas de los accionantes, salvo un grupo de predios que habían sido enajenados por la Secretaría de Planeación.

'Una vez se adelante la evaluación, la Alcaldía deberá ofrecer a los accionantes, sobre cuyas viviendas persiste el riesgo de inundación que amenace su seguridad personal y el de su familia, propuestas viables y eficaces que garanticen de manera oportuna la protección de sus derechos fundamentales, dentro de las cuales debe contemplarse la reubicación de manera transitoria hasta tanto cese el riesgo o de manera definitiva si el mismo no se logra mitigar', declara el fallo.

Inmóviles. Sobre la reubicación, la respuesta de los habitantes de la zona fue tajante: 'No pensamos movernos de la zona'. Ellos aseguran que no planean reubicarse pues han vivido muchos años en el sector. 'La mejor solución para nosotros es que nos ayuden a levantar las casas para que el agua no ingrese a las viviendas', expresaron.

Además, señalaron que la Alcaldía 'nunca' les socializó ni se acercó para comentarles sobre las obras de canalización del arroyo Hospital.

'Cuando diseñaron estas obras nunca se acercaron a decirnos nada, ni a socializar. Lo único que pedimos es que el Distrito organice una mesa de trabajo en la zona, que nos expliquen qué se va a hacer con esta situación porque esto no puede seguir así', señaló Arles Arrieta, habitante de una de las casas que quedaron con un nivel inferior al canal del arroyo.