La deshidratación, el bajón en la presión sanguínea, el mareo y el dolor de cabeza intenso son los síntomas más evidentes del guayabo, quizás una de las condiciones más comunes en las mañanas de Carnaval.
Las bebidas energizantes, el café y varios litros de agua son algunos de los antídotos más famosos para este mal, pero en Barranquilla muchos tienen un as bajo la manga.
El doctor ‘Puyanalga’ está sentado con frescura en la puerta de su casa. No tiene afán, ni mayores preocupaciones, pues su jornada de trabajo carnavalera aún no ha comenzado.
La mañana del sábado de Batalla de Flores la vive con calma, como la de una delicada brisa antes de una tormenta de jolgorio musical y baile.
Como todos los años, este hombre canoso de 64 años espera paciente a que una llamada a su teléfono celular le recuerde su deber, el de resucitar enguayabados en época de Carnaval.
Cuando de resacas se trata, Carlos Clavijo, el único paramédico con nombre artístico, ‘Puyanalga’, es el sanador más famoso de Barranquilla.
Artistas, celebridades, políticos y millonarios lo han llamado suplicando por sus cuidados que han erradicado ‘la cruda’ por más de quince años.
Su dosis milagrosa que alivia los males del cuerpo, el suero fisiológico, se ha convertido en un arma bendita en su cruzada gloriosa contra el guayabo.
'Yo no soy un santo, como todo hombre tengo mis imperfecciones', sentencia.
'Lo único que hago es revisar a la gente y conocer su diagnóstico. Si no es muy grave, solo los hidrato, pero como médico uno sabe cuando un caso es más grave que otro. Generalmente la gente solo quiere seguir de fiesta'.
Es paramédico, marinero y oficial del cuerpo de bomberos voluntarios. Trota todas las madrugadas hasta Puerto Colombia y tiene un tatuaje de un ancla en su antebrazo izquierdo que le recuerda su época como buzo de la Armada Nacional.
Sonríe, celebra y goza con el Carnaval, pues es la época en la que, por quince años, ha cumplido su sueño: servir a los demás.
‘Puyanalga’ carga todo el tiempo con su kit contra el guayabo en su carro, un pequeño Chevrolet Swift de color gris. Listo para embarcarse en una nueva misión. El paramédico caleño repasa con cuidado sus implementos: una jeringa, un tensiómetro, el estetoscopio y el infalible suero fisiológico.
Sus pacientes lo alaban y lo saludan en la calle. En época de Carnaval, entre los famosos y las personalidades políticas, el doctor ‘Puyanalga’ brilla con luz propia.
No hay rumba ni exceso que le haya ganado a Clavijo, un hombre experimentado que dedicó su vida a salvar vidas.
'Lo conozco de hace años', reconoció, entre risas Juan José Jaramillo, secretario de Cultura de Barranquilla.
'Es una pieza clave porque nos ha salvado en varias situaciones importantes. Es un tipo muy decente y siempre dispuesto a ayudar.', recalcó.
En Carnaval ha tratado con reinas y sus cortes. Fuera de la fiesta grande de Barranquilla incluso atendió a Gacha, el narcotraficante, y a todo tipo de personalidades, pero también a gente del común, con la que trabaja todos los días.
Hay gente, dice, a la que no se puede creer que haya atendido y agradece el hecho de haber podido asistirlas.
Aunque no todo es color de rosa, pues algunas veces le ha tocado auxiliar a personajes que no le agradan. 'Si mi peor enemigo me pide ayuda, ahí estaré para curarlo, porque esa es la misión del médico', dijo.
'Yo soy un afortunado de que Dios ilumine mi profesión todos los días. Yo sigo sus designios y los de ser paramédico, que me indican a tratar a todos con el mismo interés y cuidado. A veces la gente no tiene cómo pagarme y eso está bien, pues no solo atiendo a millonarios o personalidades, sino a todo el que lo necesite. Esa es mi labor', contó Clavijo.
Clavijo manifiesta ser un hombre de Dios, pero que eso no le impide reconocer que la fiesta hace parte de lo más lindo de la vida. El doctor ‘Puyanalga’ admite que 'el goce es demasiado hermoso como para que no sea de Dios' y que 'una cerveza o dos de vez en cuando no van a matar a nadie y no es pecado tomarse unos tragos'.
Vestido con su bata blanca y con el estetoscopio al cuello, el doctor ‘Puyanalga’ está listo para abandonar su hogar y ponerse a trabajar.
Hoy, Lunes de Carnaval, cuando el guayabo de la Batalla de Flores y el de la Gran Parada se acumulen, Carlos Clavijo, bajo su nombre artístico, se dispondrá a curar más guayabos y todos los males del cuerpo que se acumulan después de una rumba santa.




















