Compartir:

Sabemos el riesgo de transportar a los niños en este tipo de vehículos, pero cómo hace uno si no hay plata para pagar una ruta escolar y tampoco el colegio tiene una', expresó Judith Pertuz, una madre de familia que de lunes a viernes debe llevar a su hija, de 5 años de edad, en un bicitaxi al colegio Calixto Álvarez en el barrio Las Nieves, donde estudia la menor.

Así como Pertuz, otros padres de familia optan por enviar o llevar a sus hijos al colegio en motocicletas, motocarros, bicitaxis y bicicletas, por 'no contar con los recursos suficientes' para pagar una ruta escolar y que la institución, en el mayor de los casos, no cuenta con una para garantizarles un transporte seguro a los infantes.

Estos medios de transporte tendrán que ser revisados teniendo en cuenta el fallo de la Corte Constitucional que ordena proteger de manera inmediata a los niños que por falta de transporte adecuado y oficial, van al colegio en mulas y motos adaptadas con remolques. La demanda fue presentada por el personero de Santa Bárbara de Pinto (Magdalena).

Para Raúl Tovar, padre de dos niños de 8 y 6 años de edad y que estudian en el municipio de Soledad, estos tipos de transportes son más propensos a sufrir un accidente de tránsito y causar graves lesiones a quienes lo utilizan.

Asimismo, los consideró como inseguros por desconocer a las personas que ofrecen el servicio.

'Yo llevo a mis hijos a pie hasta el colegio porque no tengo para pagar una ruta escolar. El colegio o la Alcaldía municipal debe garantizarle a los niños un transporte seguro, proporcionando una ruta escolar avalada por el Ministerio de Educación y el de Transporte', sostuvo Tovar, mientras iba camino a casa con sus dos hijos.

Agregó que debería ser una obligación del Gobierno Nacional, para brindar la seguridad e integridad de los niños, de tal manera, que los padres estén más tranquilos al momento de enviar a sus hijos al colegio y que estos 'lleguen sanos y salvos'.

Distrito, con 182 rutas

La secretaria de Educación del Distrito de Barranquilla, Bibiana Rincón, sostuvo que 27 colegios oficiales, debidamente focalizados, cuentan con 182 rutas escolares que benefician a 7.000 estudiantes de la ciudad.

'El tema de transporte escolar hace parte de la estrategia que se pensó desde la Administración para garantizar la cobertura. Todos los planes de infraestructura educativa se han hecho pensando en ir reduciendo las rutas de transporte porque lo ideal es que el niño tenga su colegio cerca', dijo.

Indicó que para el transporte escolar es escogido un operador, a través de una licitación pública en donde debe cumplir los permisos requeridos para el traslado de estudiantes.

Atlántico, sin rutas

Los colegios oficiales del departamento del Atlántico no cuentan con el servicio de transporte escolar. Así lo informó Dagoberto Barraza, secretario de Educación del Departamento.

El funcionario indicó que lo único que garantiza la Administración a los niños del Departamento es el acceso a la educación a través de un cupo en un colegio, de acuerdo con la Ley de Gratuidad Universal que decretó el presidente Juan Manuel Santos en el año 2012.

'El modelo de educación que se aplica es que todo niño tenga un cupo en un colegio y lo ideal es que sea lo más cerca de donde vive', explicó Barraza.

De igual manera, sostuvo que la gratuidad de las matrículas se hizo con la finalidad de aliviar los costos de educación a los padres de familia y que destinaran esos recursos a otros aspectos relacionados con la formación de sus hijos.

'La educación es un conjunto de factores en los cuales todos deben participar, el Estado, los docentes y por supuesto los padres de familia', dijo Barraza, quien agregó que en el momento en que se decida que debe haber transporte escolar, el Estado deberá asumir una línea de recursos para dicha finalidad.

Por su parte, Carlos Granados, director del Tránsito del Atlántico, indicó que en el Departamento se realizan controles permanentes para regular la práctica de transportar niños en vehículos que son inseguros, al tiempo que sostuvo que esto hace parte del costumbrismo de la gente de adoptar la vía más fácil.