El Heraldo
El Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz existe desde 1979 y está situado en Soledad, Atlántico. Archivo
Atlántico

Los líos del Cortissoz y el puente Pumarejo

Dos de las conexiones más importantes de Barranquilla, aérea y terrestre, están en problemas contractuales en la actualidad.

Dos de los lugares principales de Barranquilla están en problemas: el Aeropuerto Ernesto Cortissoz y el Puente Pumarejo.

Con la terminal aérea el asunto va en que la ministra de Transporte, Ángela María Orozco, advirtió el pasado viernes que se está considerando caducar el contrato: “Esperamos que presenten un plan de mejora y se pongan al día”.

Así mismo, señaló que ante los incumplimientos de las obras en el aeropuerto y el retraso en los pagos de proveedores, la ANI adelanta un proceso sancionatorio contra el Grupo Aeroportuario del Caribe.

A su vez, hace un par de días, la Contraloría identificó el riesgo de una entrega inoportuna de las diferentes actividades, una inadecuada estructuración del desarrollo de estas actividades, deficiencias en las actividades de seguimiento y control por parte de la supervisión e interventoría, deficiencias de calidad en la ejecución de las obras, una posible destinación diferente a los recursos en las subcuentas del contrato, eventuales cobros por valores diferentes a las tasas reguladas y aprobadas y posibles novedades que puedan afectar la situación financiera.

Y ante las pretensiones del Grupo Aeroportuario del Caribe de terminar el contrato del aeropuerto y solicitar una compensación económica al Estado por $765 mil millones, la ANI aseguró que el contrato deberá cumplirse.

“Hay un proceso arbitral que está andando, nosotros no estamos de acuerdo con las pretensiones de la concesión y nos vamos a oponer con toda la fuerza que tengamos, porque no son a lugar”, advirtió el presidente de la ANI, Manuel Felipe Gutiérrez, quien también calificó de inaceptables las filtraciones ocurridas en la terminal aérea.

Hansel Vásquez

Y afirmó que buscarán generar las condiciones necesarias que permitan que el proyecto se entregue pronto con las obras que requiere Barranquilla. 

A su vez, el alcalde Jaime Pumarejo Heins explicó que el concesionario ha cumplido con la mayoría de los compromisos, pero que hay obras que hacen falta y que deberán culminar: “Nos han comunicado que muchas de las áreas dispuestas son temporales y que se verán de manera distinta cuando concluyan las obras. El aeropuerto que vemos no es el que vamos a recibir”.

Y reiteró que la Contraloría incluirá las obras del Cortissoz dentro del programa ‘Compromiso por Colombia’ para garantizar, entre otros, los recursos del proyecto.

Por ello, se definió que en un plazo de dos meses se revisarán nuevamente las condiciones financieras del concesionario y los avances. Por ahora, según la ANI, las obras de todas las intervenciones van en un 60 % de avance, el plazo de ejecución del contrato es a 15 años y la cuantía total es de $ 610 mil millones.

Entre tanto, los gremios ven el asunto con preocupación. El presidente del Comité Intergremial del Atlántico, Efraín Cepeda Tarud, dijo que es necesario que el concesionario cumpla con las obligaciones contractuales y que entregue un aeropuerto con la comodidad y funcionalidad requeridas.

Desde el Congreso también hay cuestionamiento.

Al respecto, el senador Carlos Meisel, del Centro Democrático, le dijo a EL HERALDO que “la situación del aeropuerto refleja la cultura contractual nuestra. En los países que son exitosos en la ejecución de obras y las cosas se hacen cuando ocurre un problema, el interés superior es terminar la obra y terminarla bien. Aquí el interés superior es un espectáculo bochornoso de gobierno y consorcio de ver cómo salen lo mejor librados posible. La obra pasa a un segundo plano y para la muestra un botón. Problemas en las obras pasan en todos los lugares del mundo, la gran diferencia que ocurre con Colombia es cómo se abordan. Y es un vicio compartido entre gobierno y contratistas, y no solo con esta obra, sino con la mayoría. Yo no dejaré de lamentar el poco apoyo de los mandatarios locales que tuvo en su momento el aeropuerto Barranquilla-Cartagena. Qué diferente sería nuestro terminal aéreo hoy en día”.

A su vez, el senador José David Name, de La U, advirtió en EL HERALDO que “el concesionario ha engañado a los barranquilleros desde el principio con una obra que no tiene los estándares mínimos de calidad correspondientes a un aeropuerto internacional y también por una serie de irregularidades en cuanto a los avances e inversiones. Ante las múltiples incertidumbres sobre la conclusión de las obras y las pretensiones descaradas del consorcio, solicité esta semana a la ministra de Transporte considerar la caducidad del contrato para que se busque un nuevo contratista que termine las obras y así se evite un mayor perjuicio”.

El puente Pumarejo

La jefa de la cartera de Transporte aseveró también el pasado viernes frente al tribunal de arbitramento entre Sacyr y el Invías por los presuntos sobrecostos en las obras de construcción de la megaestructura del puente Pumarejo que “el Estado se va a defender, porque no considera que sea así. Por eso tocó llegar a un tribunal de arbitramento, porque de manera voluntaria no se reconocen esos sobrecostos”.

Esta demanda, por el orden de los $133.104 millones, fue presentada en abril del presente año por el Consorcio SES Puente Magdalena (propiedad de la firma española Sacyr) ante el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Cámara de Comercio de Bogotá. Se trata de una nueva demanda que supera las pretensiones de la retirada en 2020, en la que Sacyr pedía $115 mil millones.

El recurso hace referencia a un presunto incumplimiento del contrato por parte de Invías, así como a un desequilibrio económico del contrato.

El Gobierno invirtió en el puente $800 mil millones y en noviembre de 2018 se adicionaron recursos por $122 mil millones.

El Aeropuerto Ernesto Cortissoz

La historia actual del Cortissoz arranca cuando en diciembre de 2010 la Aerocivil dejó sin piso el proyecto para la construcción de un aeropuerto regional entre Barranquilla y Cartagena, el cual recibiría el nombre de Bicentenario. Se dijo entonces que dicho terminal aéreo –que era promovido por un grupo de más de 50 empresarios de la región– solo sería viable si se cerraban los ya existentes en Barranquilla y Cartagena.

La propuesta contemplaba construir la terminal aérea en el kilómetro 57 de la Vía al Mar tras una inversión superior a los 600 millones de dólares. En la primera fase del proyecto se contaría con una pista de 3.600 metros y un complejo terminal de 40 mil metros cuadrados. De manera que se resolvió ir por la remodelación de la terminal local, la cual se consolidó en mayo de 2015 cuando el Grupo Aeroportuario del Caribe tomó las riendas del aeropuerto.

Se suscribió entonces el contrato de concesión para fortalecer la oferta de servicio del Cortissoz y ampliar su infraestructura hasta 9.500 metros cuadrados tras la inversión de recursos por el orden de los $610 mil millones. El Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz está ubicado en el municipio de Soledad, Atlántico, y debe su nombre a uno de los pioneros de la aviación en el mundo.

Fue inaugurado en 1979 y se encuentra en operaciones desde 1981, es capaz de recibir aviones de gran envergadura y de hecho fue en su época el aeropuerto más importante de Colombia. En la actualidad, es quinto en número de pasajeros y el cuarto en carga.

En julio de 2007, la Aerocivil otorgó al aeropuerto ‘cielos abiertos’, es decir que cualquier aerolínea del mundo puede volar a Barranquilla en cualquier equipo y con las frecuencias que considere necesarias.

Esta medida se tomó en parte para fomentar el turismo y a Barranquilla como ciudad clave en el Caribe. Además, el aeródromo cumple con los reglamentos y los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).

El nuevo puente Pumarejo

Inicialmente, mayo de 2018 era la fecha para la entrega de la obra del puente Pumarejo, pero sufrió una prórroga hasta diciembre de ese año, que tampoco fue cumplida, por lo que finalmente fue inaugurado 12 meses después, en 2019.

Durante la construcción del puente, que se desarrolló durante cuatro años, se generaron cerca de 2.000 empleos directos e indirectos, y en los meses del proyecto fueron descargados alrededor de 175 mil metros cúbicos de concreto.

El puente Pumarejo es una obra civil pública sobre el río Magdalena a 20 kilómetros de su desembocadura en el mar Caribe, a la altura de Barranquilla y del municipio de Sitionuevo, en el Magdalena. Fue inaugurado en 2019 y conecta a Barranquilla con la isla de Salamanca y con el resto del país vía Ciénaga, Magdalena.

Su nombre es un homenaje al dirigente barranquillero Alberto Pumarejo, quien impulsó el puente que prestó sus servicios entre 1974 y 2019. En 2015 el Consorcio SES Puente Magdalena resultó ganador de las nuevas obras y estas comenzaron en 2015.

La nueva estructura es de tipo atirantado, en el tramo central dispone de un vano de 380 metros entre los pilones de 80 metros de altura, en los accesos cuenta con vigas-cajón; tiene una altura o gálibo de 45 metros, 2.247 metros de longitud en el eje principal y 990 metros de viaductos, en total 3.237 metros de longitud. Tiene dos calzadas vehiculares de tres carriles cada una, andenes y ciclorrutas.

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