En varias cuadras del populoso barrio Rebolo el picó ha dejado de sonar. En las calles ya no se ven a los jóvenes jugando fútbol ni tampoco se observan a niños elevando sus cometas en el cielo.
Con algunas vallas metálicas, sobre la calle 21 entre carreras 20 y 23, las autoridades distritales han creado una especie de cerco con un solo objetivo: verificar el cumplimiento de las medidas de prevención y así reducir la velocidad de contagio.
Para este sector se ha dispuesto un grupo de agentes de la Policía, que serán los encargados de vigilar el cumplimiento de las medidas y que no ingresen personas foráneas.
'En este barrio, así como en zonas cercanas, hay un gran número de casos. Nosotros sabemos que la situación está complicada, pero la gente no se está cuidando', asegura José Rodríguez, residente de este barrio.
Si bien reconoce que fue una medida que lo impactó, el hombre confía en que a través de esta estrategia se disminuyan los casos positivos y poco a poco puedan recuperar la normalidad.
'Antes había mucha gente sin control en las calles y hoy (ayer) el panorama ha sido distinto. Pocas han sido las personas que salen, todos están resguardados en sus casas', asegura el padre de 46 años, quien vive junto a su esposa y dos hijos en una de las viviendas del sector.
Para Javier Sarmiento, otro habitante del sector, la decisión de la administración distrital de incrementar los controles en su barrio es muy beneficiosa para la comunidad, puesto que los ayuda a aterrizar en la realidad que se vive en el país y el mundo.
'Me parece una medida acertada y es por nuestro bienestar. Lo importante es que se busca resguardar la salud de los habitantes de estas cuadras', expresó.
Una opinión parecida entregó Cristóbal Ortiz, residente de la zona, aunque hizo un llamado para 'flexibilizar' el acompañamiento debido a que 'no dejan salir a nadie y muchas personas tienen diligencias pendientes'.
Rebolo, según las estadísticas de la administración distrital, ha sido uno de los sectores más afectados por la pandemia y ha registrado 158 casos, de los cuales 117 están activos.
La estrategia
Los cercos sanitarios es la estrategia implementada por la Alcaldía de Barranquilla para incrementar el control en los sectores que cuentan con un importante número de casos activos y así frenar la propagación de la COVID-19.
Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, sostuvo que han logrado delimitar varias zonas en la ciudad y realizarán un acompañamiento continuo para que se cumplan las medidas de prevención.
'Estamos interviniendo los puntos con más densidad de contagio, para que se reduzca. Este es un esfuerzo conjunto con la comunidad para poder mitigar el virus. Estaremos verificando que se esté cumpliendo la cuarentena al pie de la letra y que se tengan en cuenta las respectivas excepciones', dijo.
Pumarejo expuso que el piloto se inició este jueves en 'algunas cuadras' del barrio Rebolo, aunque ya se han priorizado cerca de 20 sectores en la ciudad: 'Este trabajo será con la comunidad y no será una imposición. Es un acompañamiento y lo último que queremos es que se sientan estigmatizados'.
El alcalde también especificó que la estrategia también contempla adelantar una concientización de la ciudadanía sobre los riesgos de contraer el virus y la importancia de reforzar el autocuidado durante las próximas semanas.
'Estamos trabajando en conjunto con los líderes comunitarios, dotándolos de herramientas para que multipliquen este mensaje. Es una labor conjunta, buscamos construir una solución entre todos para esta situación', expresó.
Asimismo, Pumarejo indicó que continuarán con las intervenciones en los sectores priorizados para la detección temprana de casos y poderles brindar la atención médica necesaria y evitar complicaciones que conlleven a un colapso del sistema de salud.