Compartir:

Durante una mesa técnica interinstitucional, que se llevó a cabo este miércoles, las autoridades locales y entidades ambientales del Magdalena y Parques Naturales presentaron los resultados obtenidos frente a las acciones para erradicar la presencia de la Hydrilla Verticillata en la Ciénaga Grande de Santa Marta.

En ese sentido, Angélica Rodríguez, subdirectora técnica de CORPAMAG, explicó que se logró avances en el plan de atención a Hydrilla verticillata, incluyendo procesos de sensibilización dirigidos a los habitantes de la zona, así como con el monitoreo biológico, fisicoquímico, y remoción mecánica de micrófitos.

“Los resultados del piloto de limpieza mecánica demostraron que este mecanismo es viable; no obstante, se requiere profundizar en estudios sobre el manejo del material vegetal fragmentado, dado que su disposición genera costos adicionales en intervenciones de mayor escala. Nos comprometemos a evaluar el impacto de ambos métodos”, comentó.

Mencionó que: “el proceso de remoción manual dará inicio la próxima semana, en articulación directa con la comunidad de los pueblos palafíticos, quienes ya han venido avanzando de manera activa en este proceso”.

En paralelo, Rodríguez enfatizó que se desarrollaron actividades de sensibilización y se evaluó la barrera de mitigación de ingreso de material vegetal, solicitada por la comunidad.

“Se llevaron a cabo 15 talleres, con un promedio de 20 participantes cada uno, enfocados en el aprovechamiento artesanal de la taruya. Con respecto a la barrera, si bien la estructura no funcionó durante todo el tiempo previsto, debido al alto volumen de micrófitos, la experiencia permitió concluir que este tipo de infraestructura es útil, aunque requiere mayor robustez y estudios complementarios para su diseño definitivo”, explicó.

Por su parte, Cesar Rodríguez, presidente de la Junta de Acción Comunal de Nueva Venecia, resaltó el impacto que tendrán estas acciones para erradicar la Hydrilla de los pueblos palafitos.

“La remoción manual permitirá el ingreso de agua nueva y la salida de la que está estancada para evitar la entrada de esta especie. Han sido unos avances importantes en esta última reunión”, dijo.

Por su parte el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras- INVEMAR presentó los avances del monitoreo biológico, fisicoquímico y de calidad ambiental en las fases antes, durante y después de la remoción mecánica.

Adriana María Osorno, investigadora del Programa de Biodiversidad y Ecosistemas Marinos, puso de presente que: “hubo una identificación de varias especies de fitoplancton, zooplancton e invertebrados asociados a los sedimentos, la columna de agua y las micrófitos”.

Agregó que: “se determinó la dominancia de familias indicadoras de anoxia y altas concentraciones de nutrientes, características comunes de sistemas con poca renovación de agua, persistencia de salinidad cercana a cero durante las tres fases, condición propicia para el crecimiento de la planta”.

También, Invemar presentó los avances en el índice basado en imágenes satelitales para el seguimiento de micrófitos, proceso que requiere calibración y una línea base robusta, dado que se han identificado más de 12 especies de micrófitos entre nativas y exóticas.

Mientras tanto, desde la Universidad del Magdalena, Juan Carlos Vargas Ruiz, director del Centro de Interculturalidad, Territorio y Sostenibilidad, aclaró que la institución ha conformado un equipo multidisciplinario para acompañar el seguimiento ambiental y social de la problemática:

“Es fundamental que este proceso se maneje de forma conjunta, institucional y comunitaria. Hay impactos sociales profundos, y también medidas que, si no se implementan adecuadamente, pueden afectar un ecosistema tan sensible. La voz de las comunidades debe estar en el centro de cualquier decisión”, sostuvo.

Así las cosas, la Universidad dio a conocer que trabaja actualmente en un sistema de monitoreo ambiental, evaluación de soluciones de corto, mediano y largo plazo, propuestas educativas y sociales que mejoren la calidad de vida en las comunidades palafíticas.

Cabe destacar que, hasta la fecha, en Colombia no existe información suficiente sobre esta especie y que Hydrilla verticillata no se encuentra registrada como especie invasora en el país, lo que resalta la importancia de los estudios y monitoreos en curso para entender su comportamiento y efectos en los ecosistemas acuáticos.