La Procuraduría General de la Nación solicitó medidas inmediatas a las secretarias de Gobierno y Salud, tras las intoxicaciones registradas en la ciudad de Barranquilla por el consumo de un aparente licor adulterado que era distribuido en botellas de agua. La situación ya ha dejado 12 muertos y tres personas hospitalizadas.
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El ente de control pidió a las autoridades locales informes detallados sobre los controles realizados y las medidas adoptadas para enfrentar la emergencia, así como las acciones encaminadas a identificar y judicializar a los responsables con el propósito de frenar la producción y comercialización de estas bebidas ilegales.
La Procuraduría también exigió reportes sobre la vigilancia a los establecimientos abiertos al público, los decomisos en puntos de venta de alcohol y las campañas de prevención dirigidas a la ciudadanía para advertir sobre los riesgos y evitar nuevas víctimas.
Finalmente, propuso la instalación de un Puesto de Mando Unificado, que articule a las diferentes entidades, con el objetivo de diseñar estrategias conjuntas para proteger la vida y la salud de los barranquilleros.