Como el ave fénix que renace de sus cenizas, la sede de la Facultad de Bellas Artes vuelve a alzarse imponente. Tras siete años de larga espera, este martes 12 de agosto, el gobernador Eduardo Verano —quien es también presidente del Consejo Superior de la Universidad del Atlántico— y el rector Danilo Hernández hacen entrega de manera oficial de esta joya arquitectónica que nuevamente será la cuna y hogar de grandes artistas de la región Caribe.
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Sus salones y renovados espacios están listos para recibir con los brazos abiertos a los más de mil estudiantes de los programas de Artes Plásticas, Arte Dramático, Música, Licenciatura en Música y Danza, quienes podrán desarrollar todo su talento en la restaurada sede, que es actualmente patrimonio histórico de Barranquilla y está ubicada en el barrio El Prado.
Para darle la bienvenida a una nueva etapa a Bellas Artes, se llevará a cabo una ceremonia que “marcará un hito en la historia académica y cultural del departamento, celebrando con dos horas de arte simultáneo”, así lo manifestó el gobernador Verano.
El mandatario departamental sostuvo que la reapertura de esta facultad es una muestra tangible del compromiso de la Gobernación con el futuro de los jóvenes: “Hoy entregamos a los estudiantes una infraestructura de primer nivel que los acogerá como una verdadera cuna de artistas, permitiéndoles desarrollar su talento en un entorno seguro y moderno”.
Asimismo, el mandatario destacó que la recién recuperada sede fue el resultado de un trabajo articulado entre la Gobernación, el Ministerio de Educación Nacional y la Universidad del Atlántico para hacer realidad este sueño colectivo.
Por su parte, el rector, Danilo Hernández, calificó este día como histórico. “Hoy celebramos un hecho histórico para la Universidad del Atlántico y para toda la región Caribe: la reapertura de nuestro querido edificio patrimonial de Bellas Artes. Han sido años de espera, de lucha por parte de los movimientos estudiantiles, gestión y trabajo constante para devolverle la vida a este espacio que no solo es un símbolo arquitectónico, sino también un lugar de creación, inspiración y formación de generaciones de artistas”.
Y agregó: “Abrir nuevamente sus puertas significa renovar el compromiso con la cultura, con la educación y con el legado artístico”, expresó Hernández.
Labores de restauración
La obra de reconstrucción y recuperación tuvo una inversión de $41.516 millones, que incluyó un reforzamiento estructural con estándares sismorresistentes, garantizando así condiciones óptimas de seguridad y calidad para toda la comunidad universitaria.
En esta primera etapa se habilitarán cuatro de los seis bloques. Los dos restantes ya están terminados en obra civil, pero actualmente se encuentran en proceso de adecuación de sonido y acústica.
Entre los bloques restaurados, el número cuatro tiene un valor histórico especial, ya que fue el primero que se construyó. Allí se inició la sede de la Universidad del Atlántico.
Durante un recorrido por los pasillos de la edificación, EL HERALDO pudo observar cómo se dan los últimos detalles: sus pisos y paredes lucen inmaculados, listos para su reapertura.
Asimismo, se pudo constatar que el bloque 2 y 3 cuenta con tratamiento y dotación acústica completa, que incluye insonorización, pisos de madera con revestimiento y protección acústica.
Colapso de la sede
Cabe recordar que, a mediados de junio de 2017, en una de sus edificaciones se desplomó parte del techo y varias paredes, obligando el traslado de los estudiantes a sedes provisionales para continuar con sus estudios.
Fue en abril de 2022 cuando se iniciaron los trabajos de intervención de la emblemática edificación con una inversión inicial de 32 mil millones de pesos y en un tiempo previsto de 14 meses. Sin embargo, no solo debieron adicionar 10 mil millones de pesos, sino que su ejecución se extendió por más de dos años.