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Desde las 7:30 de la mañana al Centro de Desarrollo Infantil (CDI) Ciudadela 20 de Julio, comenzaron a llegar en compañía de sus padres, niños pertenecientes al programa de Primera Infancia del Distrito, con la ilusión y una alegría visible en sus ojos al poder reencontrarse con sus compañeros y profesoras que no veían físicamente desde hace más de un año.

Y es que como en un primer día de clases, la expectativa tanto para los menores, sus padres y las docentes era la misma, saber cómo transcurriría una jornada de clases bajo estrictos protocolos de bioseguridad para evitar riesgos de contagios por la covid-19.

Sin embargo, los padres de familia se mostraron tranquilos y confiados al entender que es necesario que se empiece a dar un retorno a las aulas para así fortalecer el desarrollo y aprendizaje de sus hijos, teniendo en cuenta todas las medidas que exigen las autoridades.

Magdalena Mendoza, madre de un niño de 4 años de edad, manifestó que accedió al regreso a clases 'con un poco de temor porque el virus aún está, pero ya uno se tiene que acostumbrar a que el virus no se va a ir. Él estaba ansioso de regresar al colegio, fue un año difícil en casa y es muy bueno que ellos regresen por la parte mental, la distracción, estar con otros niños pero bajo los protocolos que nos dice el CDI'.

Pese a que en estos 15 meses los menores no dejaron de recibir a través de la virtualidad enseñanzas por parte de los maestros, sus padres manifestaron que fue un proceso difícil que no se compara con la atención que reciben en las unidades de servicio, por lo que eso los motivó aún más a acceder al regreso a las aulas en alternancia.

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Tal es el caso de Shirley Oyuela, madre de una niña de 3 años de edad, quien aseguró que sintió un poco de angustia al dejar a su hija en el colegio, pero reconoció que es algo necesario ya que 'los niños en casa se mantienen estresados y unas dos o tres horas que duren en los centros los ayuda a motivarse. Yo ponía a mi hija como si estuviera en el colegio durante dos horas al día en la casa, pero era difícil. Confío en el CDI y las profesoras que tendrán todo el cuidado para que no se enfermen'.

Los niños y niñas, todos con sus tapabocas, disfrutaron de los juegos y de las enseñanzas que les brindaban sus maestros, y un poco extrañados pero con mucha obediencia atendieron a todas las instrucciones que debían seguir en cuanto a los protocolos de bioseguridad.

La felicidad también fue visible en las docentes de la unidad, quienes manifestaron tener 'sentimientos encontrados' al estar tanto tiempo sin la compañía de los niños, aunque mantenían contacto a través de plataformas virtuales, pero esto para ellas el tener contacto físico fortalece mucho la parte socio afectiva.

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'Es una nueva experiencia porque no es lo mismo, antes podíamos abrazarlos, cargarlos pero a pesar de eso tratamos de darle todo el amor y cuidado que necesitan. Nos hicieron capacitaciones de seguridad social en el trabajo, cómo íbamos a trabajar en los ambientes, la disposición, fue un proceso en donde le metimos alma corazón y empeño para poder tenerlos hoy aquí', manifestó Katherine Pérez, agente educativo del CDI Ciudadela 20 de Julio.

En este centro teniendo en cuenta el aforo, los tiempos para la entrada de los niños y garantizar las medidas de bioseguridad, hay 5 grupos de entrada que inician a las 7:30 a. m. y terminan a las 8:30 a. m. Una vez los niños llegan se les hace el proceso de desinfección de manos, se les hace toma de temperatura y la respectiva encuesta de sintomatología para dar ingreso a las aulas.

Viviana Villadiego, coordinadora pedagógica del CDI explicó que lo primero que hacen los niños en las aulas es una asamblea y luego pasan a recibir su alimento, que es el primero del día, un refrigerio reforzado, luego tienen experiencias de aprendizaje.

'Entre cada una de las experiencias hacemos todo el tema de desinfección de los ambientes y el material pedagógico. Tienen un almuerzo y hacemos una última experiencia. Los niños se llevan un refrigerio reforzado, se les empaca y los papás nos firman un recibido y la idea es que reciban este alimento en las casas', dijo Villadiego.

Para la alternancia en este centro, los niños de 2 a 5 años de edad están divididos en dos grupos, unos asisten la semana 1 y 3 y otro grupo semana 2 y 4 del mes. Durante la semana que pasan en casa se les dejan experiencias pedagógicas para que lo desarrollen con la familia.

Así como en la unidad Ciudadela 20 de Julio, otros 25 centros de Desarrollo Infantil iniciaron este martes el proceso de alternancia bajo el cumplimiento de todas las medidas de bioseguridad. Un total de 1.300 niños y niñas del Programa de Primera Infancia de la Alcaldía Distrital regresaron a las aulas.