Guainía: un tesoro de la belleza natural de Colombia

Enmarcado por la majestuosidad de la selva amazónica, el departamento del Guainía en Colombia despliega una belleza natural única y cautivadora. Su paisaje es un tapiz vivo de exuberantes selvas, ríos caudalosos y una biodiversidad que asombra a cada paso.

La profunda conexión con la naturaleza se revela en los vibrantes atardeceres que tiñen el cielo de tonos dorados, reflejándose en las aguas serenas del río Inírida.

La riqueza cultural de Guainía es igualmente notable, con comunidades indígenas como los Puinaves, Curripacos y Tucanos que han tejido su historia en la región durante generaciones.

Así como Francisca Evarista, de la comunidad Curripacos, quien ha hecho de sus saberes toda una inciativa turística que cautiva con los encantos que componen el parque Kenke, una reserva natural que ha servido de sustento para su familia.

'Esta parte cultural es un potencial. Para mí. Rescatar nuestra tradición con amor y con respeto y nuestros ancestros. Yo tengo el ejemplo de mi papá que nunca se apartó de su cultura, de sus rezos, de los saberes de la planta medicinal'.

A lo largo de los ríos y los cuerpos de agua que marcan sus territorios, el pescado no solo representa una fuente de alimento, sino también un símbolo de identidad y subsistencia.

Para estas comunidades, el pescado es mucho más que una simple fuente de proteínas. Es una expresión viva de su relación con la naturaleza y sus antepasados. Entre ellos está el pescado moqueado.

'Es uno de los mejores alimentos que pueden existir por una sencilla razón. No tienen aderezo ni nada más que se le pueda agregar a él. Cuando vienen o van de sus comunidades hacia lugares alejados, van en sus canoas, paran en las piedras y orillas y ponen el pescado a moquear'.

Explorar Guainía es adentrarse en una tierra de misterio y aventura. Los paseos en canoa por el río Inírida brindan la oportunidad de sumergirse en las profundidades de la selva y ser testigo de la vida silvestre en su hábitat natural.

¿Por qué Guainía es una de tierra de muchas aguas?, basta con contemplar dos fuentes hídricas para descubrir un ícono geográfico que marca la historia del territorio.

Se trata de la Estrella Fluvial, la cual cubre los ríos Inidira, Guaviare y Atapabo integrando el Escudo Guayanés y que contribuye al sustento de comunidades en tierras cercanas.

La belleza del departamento es más que visual, es una experiencia multisensorial que abarca los sonidos de la selva, los aromas de las flores tropicales y la sensación de conexión con la naturaleza en su estado más puro.

Es por ello que alrededor de estos afluentes está la Reserva Moru, una especie de ecohotel que busca minimizar su impacto ambiental al utilizar prácticas de construcción y operación amigables con el entorno.

'Estos cuerpos de agua han hecho que esta zona sea altamente diversa en el recurso de pesca. Todo el comercio de pescas ornamentales sale de acá del departamento y eso es maravilloso', dijo el líder de la reserva, Fernando Carrillo.

El Cerro Mavicure, una majestuosa formación rocosa, se alza imponente en medio de la selva amazónica del país convirtiéndose en un atractivo para los aventureros y amantes de la naturaleza.

Con sus característicos picos puntiagudos y las capas de vegetación que lo cubren, el cerro es una maravilla geológica que ha capturado la imaginación de quienes lo visitan. Para llegar a la cima, se debe ascender por empinados senderos que atraviesan frondosos bosques y afluentes de ríos, lo que agrega un toque de emoción a la experiencia.

Una vez en la cima, que se logra luego de ascender 345 metros, los viajeros son recompensados con una vista panorámica espectacular de la selva circundante y de los ríos que la atraviesan.

Además de su belleza natural, también tiene un significado cultural para las comunidades indígenas locales, que lo consideran un lugar sagrado y un símbolo de su herencia ancestral.

Aunque para Ferney Rodríguez es común contemplar esta maravilla natural a diario, no deja de asombrarse de la gran riqueza que tiene su región.

'Nosotros sentimos muy privilegiado y muy orgulloso y estamos contentísimos de que Dios nos dejó este cerro, este paisaje tan hermoso y nosotros somos los que estamos cuidando y apropiando en este momento y también le estamos dando la enseñanza a los visitantes'.

Oriundo de la comunidad del Venado, un resguardo indígena que consta de 86 familias y 325 habitantes es consciente de los beneficios que brinda al territorio y lo que representa para el turismo del país.

'Este espacio para nosotros es algo muy importante porque ese es el escudo del Guainía, Es el esencial para el departamento de Guaynil, es un símbolo, es el pulmón del mundo. Este paisaje, esta amazonía que tenemos. Nosotros prácticamente estamos recibiendo casi toda la semana los visitantes. Hace dos años no teníamos suficientes personal que nos visitaban'.

Sin embargo, también es una oportunidad para descubrir historias mitológicas que son sagradas para la comunidad como la de la hija del cacique Mavecure era la princesa Inírida, quien desde pequeña subía al Cerro Pajarito para conversar con él.

'Hay que pedir el permiso a la naturaleza y a la princesa siempre nos está cuidando La princesa es una mujer que hace muchísimos años era la que dedicaba a enseñar a las mujeres. Una princesa que tenía su cabellura largo, era muy hermosa ella'.

Muchas personas creen que los lugares con mucha naturaleza pueden emitir una sensación de paz, tranquilidad y conexión espiritual.

La presencia de árboles, ríos, montañas y otros elementos naturales puede influir positivamente en el estado de ánimo y la energía promoviendo un ambiente de relajación y armonía.

Con 29 años, Vicky Gama, oriunda de la comunidad de Venado ha podido ser ejemplo de esta creencia, catalogandolo como una fortuna incomparable.

'En esas piedras ancestrales en las cuales nosotros colocamos todo lo malo que sentimos, la tristeza. Hay días que he venido como con tantas cosas en la cabeza que digo, no puedo más. Pero al llegar aquí al Cerro Mavicure, nada más recostarme en la piedra y sentir la brisa que corre, se lleva prácticamente todo lo malo que siento'.