De manera preliminar se conoció que se trata de un capitán, sargento y dos soldados.
El brigadier general Mejía dijo que el Ejército no cederá “ante las presiones de los grupos criminales”.
Los uniformados fueron reposicionados en otro punto del Cañón del Micay para continuar con las operaciones militares.
Los campesinos exigen que los soldados se retiren de la zona.
El Ejército rechazó el doble crimen y aseguró que se instauraron las denuncias correspondientes ante las autoridades judiciales competentes.