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En la Finca ‘No hay como Dios’, ubicada en la vereda Brisas, del municipio de San Onofre, vieron la luz hace dos meses, pero sus habitantes, cinco en total, aseguran que nunca sintieron la oscuridad.

'La presencia de Dios siempre nos alumbró, nunca nos sentimos oscuros y menos con miedo', dice Edinson Herazo Zúñiga, el jefe de uno de los 30 hogares de las zonas rurales de San Onofre, que fue beneficiado con un proyecto de energía solar que contrató y adjudicó la Gobernación de Sucre en el período anterior, pero que solo este año empezó a ejecutarse y ya fue entregado a sus beneficiarios.

Al igual que la familia de Edinson, hay otras en Chichimán, Vista Hermosa, El Bajito, Las Flores, La Pelona, Utopía, El Fruto y Las Peñitas, en las que sus días empezaron a cambiar porque ahora tienen la energía para cargar sus celulares, ver televisión, escuchar música y, lo mejor, refrigerar los alimentos y conciliar sus sueños acompañados con el aire de un abanico.

En la casa de Edinson, que son la familia Herazo Julio, dan gracias a Dios porque tras 20 años lograron tener energía en la casa que habitan, y aunque ya se habían acostumbrado a alumbrar las noches con lámparas a base de combustible y hasta con mechones, lo que experimentan ahora al encender los bombillos es algo indescriptible.