Inició oficialmente el ll encuentro internacional de conservación de la Universidad del Norte en la Biblioteca Karl C. Parrish Jr. En su primer día, los conversatorios se basaron en los patrimonios materiales e inmateriales del Caribe colombiano.
Desde las 9:30 de la mañana, el primer encuentro llamado “Patrimonio bibliográfico y documental nos trae al Caribe: patrimonio y emociones”, estuvo moderado por Sara del Mar Castiblanco. Allí, se conversó sobre los archivos bibliográficos de la historia del Caribe, donde Adriana Maestre, Sandra Ángulo y Ana Milena Posada, entregaron ideas de cómo seguir conservando los archivos y cuáles más se podrían agregar.
“Mi sueño es que sigamos luchando porque nuestras bibliotecas tengan más material para que todas las generaciones puedan conocer todos esos patrimonios que enriquecen a nuestro territorio, y por supuesto a extranjeros que investigan con nuestros archivos” expresó Sandra Ángulo.
Esta segunda versión reunió a expertos nacionales e internacionales en conservación, bibliotecarios, archivistas, restauradores y público interesado para reflexionar y compartir experiencias sobre la preservación de colecciones patrimoniales.
“Para nosotros como Biblioteca Karl C. Parrish Jr., Uninorte y estar ubicada en la región Caribe es gratificante realizar encuentro, pues se trata de descentralizar las reflexiones en torno al cuidado de los patrimonios en las bibliotecas”, puntualiza Adriana Maestre Díaz, directora de la Biblioteca Karl C. Parrish Jr.
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Maestre mencionó que uno de los primeros logros fue la creación de la Biblioteca Digital Héctor Rojas Herazo en 2004, como parte del Plan de Desarrollo de Uninorte, con el objetivo de promover la expansión de la cultura del Caribe colombiano, ofreciendo colecciones de diversos materiales digitalizados muy en la línea de preservar el patrimonio cultural.
La foto como radiografía de nuestro pasado, presente y futuro
El segundo conversatorio de la mañana fue liderado por Augusto López, y dio inicio con una representante de la ciudad de Cartagena, ella es Lissette Urquijo, de la Universidad Tecnológica de Bolívar, hablando de una de sus investigaciones llamada ‘Fondo fotográfico, mujeres de la Fototeca Histórica de Cartagena de Indias’.
“Este fondo fotográfico mujeres de la Fototeca Histórica Cartagena de Indias creo que es una apuesta por valorar todo ese trabajo y estas mujeres que de alguna manera contribuyeron a la historia de la ciudad, pues aparecen simplemente en los archivos, pero sin sus nombres y por supuesto, no aparece toda la labor que hicieron durante casi dos décadas frente a Cartagena”, contó Lissette.
Por su parte, Ana María Ramírez, de la Cinemateca Distrital de Medellín, entregó detalles de su investigación ‘Fondo Escobar Santamaría’, donde cuentan con una riqueza de archivos de fauna y flora del Caribe, pero también otras regiones del país.
“Este es un fondo fotográfico formado por diapositivas y también material clínico de Jaime Escobar Restrepo y Jonsalina Jalmar, a la que llamaban la nena. Ellos eran una pareja que no tuvo hijos y documentó viajes al sur de Colombia de salud, trabajo social, contaron con avionetas propias, ella fue piloto vinculada a la indígena y él fue miembro del grupo fotográfico de Medellín, de profesión también, en medio de las investigaciones que llevamos desde el 2022 sabemos que fue ingeniero, que participó en varios diseños y construcciones en la ciudad de Medellín”, anotó.
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Ramírez igualmente describió, algunas fotografías que se pudieron recuperar del material recolectado por estos dos personajes, y mencionó que algunos familiares de ellos entregaron otras fotografías. Algunas han sido digitalizadas y para conservarlas, aún se se está realizando un trabajo arduo para continuar con la digitalización, puesto que son más de 6.000 archivos fotográficos.
Este evento hace parte de las acciones de la Escuela de Conservación de Acervos en Bibliotecas, con la que la Biblioteca Nacional busca “formar formadores e intercambiar saberes a nivel nacional e internacional, en especial con latinoamericanos del sector cultural, educativo y ambiental”.
De mariposarios, travestiarios y archivos visuales
¿Cómo conservar y valorar la memoria fotográfica comunitaria queer y travesti de Barranquilla mediante formatos alternativos? Esto fue lo que explicó Danny Armando González Cueto, profesor e investigador del la Universidad del Atlántico.
Para la pregunta anterior según González, la respuesta es salir del clóset, Y aclaró que la expresión no tiene absolutamente nada que ver con la sexualidad de una persona, aunque si tiene que ver con quienes pertenecen a la comunidad LGBTIQ +.
“En esta investigación, he encontrado por ejemplo, que se habla de prácticas anarquistas, que la idea de archivo no es solo a nivel de la recuperación, los archivos convencionales que conocemos, sino que se habla de archivos desobedientes. Esa extensión de archivos desobedientes tiene que ver también con el activismo que se hace para las prácticas libres a nivel de ciudad, prácticas que a veces, durante algún tiempo, fueron criminalizadas, como las personas que se vestían de Drag Queen para hacer shows en discotecas de la ciudad de Barranquilla”, contó.
Puntualizó, que esto es como lo que se piensa sobre el trabajo sexual, que nadie está diciendo que haya que reconocer como que debería ser, pero que todos saben que existe, y que tiene unas connotaciones violentas. Entonces, hay toda una situación muy fuerte en la que estos archivos emergen, puesto que muchas de estas personas, la mayoría de los archivos de la comunidad LBGTIQ+, son archivos privados o personales, no son archivos públicos.