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Romperse fue solo el comienzo, esa es la premisa que dio pie para que Alberto Linero escribiera su nuevo libro.

Se trata de una obra profundamente personal en la que el exsacerdote samario ofrece algo más que un testimonio, entrega una guía sincera y valiente para quienes buscan reconstruirse desde sus propias fracturas.

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Así surgió Romperme fue solo un comienzo. Un manual para vivir en esperanza, un texto muy personal, escrito desde sus quiebres más humanos, con la honestidad de quien se ha levantado sin máscaras y con una firme convicción: la vida sigue siendo bella, incluso desde los pedazos.

Linero, ampliamente conocido por su paso por la emisora Minuto de Dios, sus prédicas por América Latina y su presencia mediática en televisión nacional, habló con EL HERALDO sobre esta nueva entrega literaria, cargada de emociones, aprendizajes y mucha espiritualidad.

Para este hombre que ahora se cataloga “un cristiano muy reflexivo”, romperse no es sinónimo de fracaso, sino de humanidad. Es aceptar que el héroe eterno no existe y que todos, en algún momento, nos doblamos.

Su ruptura más grande, la que marca este libro, fue su salida del sacerdocio en 2018. “Cuando uno deja ese contexto de seguridad, se rompe. Me quedé sin aquello que me daba estructura, sin lo que me daba paz, éxito y reconocimiento. Entonces entendí que para ser feliz debemos aceptar nuestra vulnerabilidad”, confiesa.

CortesíaAlberto Linero es un escritor y comunicador social que lanza el libro ‘Romperme fue solo el comienzo’.

El libro narra el proceso íntimo que vivió Linero al salir del sacerdocio, una decisión que marcó un antes y un después en su vida emocional y espiritual. A través de lo que él llama una “libreta de apuntes de viaje” va dibujando su mapa emocional: los días de duda, los momentos de ruptura, los silencios de la soledad, y las pequeñas, pero significativas restauraciones.

Pero más allá de la decisión pública de retirarse del sacerdocio, el quiebre para Alberto fue íntimo. “Romperme fue quedarme solo en una clínica sin quien me pasara el pato”, dice entre la risa y la nostalgia tras haber sufrido un capítulo de hiperglucemia. “Podía predicar ante miles y tener millones de seguidores, pero en ese instante no había nadie físicamente conmigo, eso fue duro, eso es romperse y evidenciar la soledad”.

Un dolor que no se esconde

El tono del libro oscila entre la herida y el bálsamo. No pretende ocultar el dolor, pero tampoco hace gala de este. “Busco que el lector tenga una experiencia emocional, no solo intelectual. Que se sienta acompañado en su propio proceso”, explica el autor.

La herida más profunda, dice sin titubear, es la soledad: “Esa sensación de no importarle a nadie, eso marca, pero también puede sanarse. Hoy, con mi relación de pareja, hemos hecho un pacto: que ninguno de los dos se sienta solo nunca más”.

Uno de los detalles más especiales del libro es el prólogo, escrito por su esposa, María Alcira Matallana, quien acompaña a Linero en esta nueva etapa de vida. “Me siento orgulloso de ese prólogo, hacía rato no escribían algo tan sentido para abrir un libro mío”.

La espiritualidad sin sotana

Hoy, Linero sigue profesando su fe desde una mirada más libre. “Soy cristiano, soy católico, vivo mi espiritualidad con sencillez, como conexión con algo más grande que yo. Y desde ahí, me acerco a los demás con compasión, no con juicios”.

A pesar de dejar el ministerio, su vida sigue enmarcada por el servicio. Su mensaje es claro: Colombia necesita menos fanatismo y más comunión. “Nos han hecho creer que el país se divide entre buenos y malos. ¡Eso es mentira! Necesitamos construir juntos, desde el amor, no desde la violencia”.

Alejandra Quintero/CortesíaAlberto Linero es un escritor y comunicador social que lanza el libro ‘Romperme fue solo el comienzo’.

El también comunicador social sostiene que este no es un libro de autoayuda cualquiera, es un verdadero “manual de esperanza desde la vulnerabilidad”, con frases que invitan a mirar hacia adentro y herramientas para salir adelante cuando todo parece perdido.

Linero comparte tres claves para quien hoy se siente roto: “Lo primero es rodearte de quienes te aman de verdad; segundo, debes recordar tus victorias; y tercero, conéctate espiritualmente con algo más grande que tú. De esa manera podrás ver el panorama con esperanza”.

Y cierra con una metáfora que recorre el texto: el 21-99. “No la voy a explicar aquí, porque quiero que quien lea el libro la descubra, pero estoy seguro de que les va a ayudar”.

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Ahora los colombianos pueden conocer a fondo a Alberto Linero, quien se muestra sin trajes litúrgicos y sin micrófonos, para transmitir un mensaje a través de la tinta en 312 páginas. En estas es simplemente Alberto, un ser humano que se quebró, se reconstruyó y que hoy escribe desde las cicatrices que ya no duelen, pero que no olvida. Un testimonio valiente que, sin duda, invita a muchos a levantarse desde sus propias ruinas.