Colombia es un país lleno de misterios. La tradición oral ha permitido que una cantidad de relatos sobrevivan con el paso del tiempo, especialmente aquellos que tienen que ver con ‘espantos’, ‘sustos’ o ‘asustos’, como se le conocen en la región andina.
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Precisamente tomando esto último, el director colombiano Andrés Roa Ariza, oriundo del Quindío, presenta su ópera prima ‘Rapunzel, el perro y el brujo’, que fusiona la realidad de la zona rural andina, la realidad del país y los ‘asustos’, una expresión originaria de los campesinos de la cordillera central colombiana que hace referencia a los personajes de las historias de terror y misterio, como brujas, duendes y unos más particulares como La Llorona, el Cura sin cabeza o la Madre Monte, entre otros.
'Nací en el Quindío, en la cordillera central colombiana, una región rica en historias, en cultura y tradición oral, un lugar perfecto para hacer cine, con paisajes hermosos para relatar el amor o la magia, pero también con locaciones lúgubres como para una película de misterio o un thriller como este', explica el director Andrés Roa en referencia a su ópera prima.
En ese sentido, esta película, que está protagonizada por el reconocido Anderson Ballesteros y en su elenco cuenta también con Álvaro Rodríguez, Andrés Estrada, Jimena Díaz, Julio Pachón, Álvaro García, Ana María Sánchez y Álvaro Rodríguez, cuenta la vida de Wilson Herrera, un soldado profesional colombiano conocido como ‘El Perro’, lleva más de 14 años secuestrado bajo el poder de la guerrilla de las FARC.
Herrera aprovecha un enfrentamiento entre sus captores y los paramilitares para escapar, en medio de su huida se pierde en la espesa selva de los andes colombianos hasta casi fallecer en el monte. Después de un par de días de agonía es encontrado por Gilberto Echeverry, un campesino de la zona quién lo lleva a su casa para junto a su esposa arrebatárselo a la muerte.
Al pasar de los días y en medio de su recuperación, Herrera se entera que Gilberto y su esposa Consuelo perdieron a su hija hace algunos años en mano de los ‘Duendes’, pequeños seres mitológicos que se roban a los niños sin bautizar y a los cuales durante los últimos años, Pedro el hermano mayor de Gilberto, trata de contactar para recuperar a su sobrina.
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Esta teoría genera un propósito en Herrera y abre la puerta para una verdad tan desgarradora que puede significar la libertad no solo de ‘El Perro’ sino de sus nuevos amigos.
Sobre la película, el director comentó que 'es literalmente la evolución de la cinematografía quindiana, cordillerana. Rapunzel es el resultado de la recolección de todas estas historias fantásticas y la búsqueda de crear el cine que no existía en la región, de mostrar el Quindío desde una realidad mágica, que no es lo mismo que realismo mágico'.
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Y, justamente, sobre esta diferencia entre realidad mágica y realismo mágico precisó: 'El realismo es el colibrí, las mariposas de colores... la realidad es la crudeza del día a día de los campesinos y del monte, sobre todo en la década de los 90. La realidad mágica es también la magia mítica del monte, pero desde el punto de vista de las brujas, de los duendes, del pacto con el diablo, una realidad oscura, visceral y enterrada'.




















