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El corazón del comercio en la ciudad se convirtió en todo un tesoro para los amantes de la captura instantánea gracias a la edición 18 de la Fotomaratón 'Mira al Centro que se realizó este sábado 16 de diciembre en Barranquilla.

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Desde las 8:00 a. m., sus participantes prepararon sus cámaras para hacer parte de un emocionante recorrido que partió desde la emblemática Plaza de la Aduana.

Todos, armados con sus equipos y una pasión compartida, se lanzaron a las calles con un propósito: inmortalizar la esencia efímera de la vida cotidiana.

Desde los rincones más pintorescos hasta las esquinas menos exploradas, cada fotógrafo se convirtió en un cronista visual, tejiendo relatos en cada imagen.

Mira al Centro ha atraído a miles de fanáticos de la imagen durante estos 18 años. En 2022, la Fotomaratón contó con la entusiasta participación de 1100 apasionados de la imagen.

Anderson Freite ha estado allí desde su primera edición. Y es que no solo se trata de un concurso de destreza técnica, sino un escaparate de la capacidad de la fotografía para trascender las palabras y narrar historias en cada píxel.

'Es una oportunidad de integrarnos, de conocernos, de reforzar un poco más la historia que tenemos, de pronto se nos puede olvidar algún detalle sobre todo los que somos de acá de Barranquilla es bueno que se nos quede siempre en la memoria de dónde venimos como que para que cuando salgamos o alguien venga la tengamos clara al momento de contar nuestra historia'.

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Hasta los que no son barranquilleros se dejan conquistar de esta experiencia. Fue el caso de Amparo Amaya, una hija adoptiva de la ciudad que lleva 10 años participando del evento.

La fotógrafa vibra con este tipo de recorridos. Es consciente de que el Centro es un testimonio arquitectónico de la historia que palpita en cada calle adoquinada. Las edificaciones centenarias, con su arquitectura majestuosa, narran la crónica silenciosa de la evolución de la ciudad.

'Esto es muy importante para nosotros los fotógrafos. Y hay mucha gente que es aficionada y me gusta cómo se integran y más para conocer de nuestra historia'.

Cada instantánea era una ventana a la diversidad de la vida urbana, desde retratos conmovedores hasta paisajes que contaban historias silenciosas.

'A mí me gusta mucho lo que es el medio ambiente y la gente, los oficios. Porque ya, como tengo muchos años en esto, pues ya he tomado fotos arquitectónicamente, a las iglesias. Entonces ahora me enfoco más en las personas, en el ser humano. En el ser que vive, la gente que vive en la calle, el medio ambiente, las basuras'.

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Al recorrer los mercados bulliciosos y los callejones llenos de vida, la cámara se convierte en un instrumento mágico que captura la esencia misma del comercio en Barranquilla. La variedad de culturas se refleja en la diversidad de productos, colores y rostros que dan vida a este núcleo comercial.

En cada imagen, las texturas desgastadas de las estructuras cuentan la historia de generaciones que han dejado su marca en este espacio. Antonio Prentt ha podido vivir esta experiencia. Ser de Ciénaga de no le ha impedido antojarse de capturar la historia de Barranquilla.

'Esta ha sido espectacular porque reúne todos los 18 años anteriores que ha tenido la Fotomaratón y ha sido un paseo histórico excepcional porque muy poco conocían la historia de Barranquilla'.

Rememorar los epicentros que antes existían y ver el cambio arrollador de la ciudad también es uno de los motivos que inspira a los amantes del oficio a participar de esta experiencia.

'Esto era el Paseo Bolívar, donde llegaban todos los buses llegaban aquí, obviamente la movilidad era muy poca, pero era muy bueno era tranquilo y a pesar de todo era seguro en ese entonces. Hoy me he enfocado en La Aduana, la Iglesia de San Nicolás y ahora voy a elegir otras edificaciones antiguas de Barranquilla'.

Para el director de la Fotomaratón, Manuel Alzamora, es importante sostener el evento porque es una manera diferente de vivir la ciudad, de conocerla de una manera distinta.

'Todos caminando conociendo sus esquinas conociendo su historia conociendo su arquitectura conociendo a la gente y bueno es una experiencia que solo en la Fotomaratón si vienes al Centro la puedes tener porque hay como un ambiente fotográfico en el camino los modelos se te prestan los vendedores los transeúntes la gente te cuenta las historias de los edificios, entonces es una manera diferente distinta de vivir la ciudad yo creo que que por eso es importante lo hacemos todos los años'.