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Ceñida a la grandilocuencia misma a la que obedece su conformación como ciudad. Barranquilla con su Carnaval, es la anfitriona permanente de la fiesta más grande Colombia.

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Aunque los hitos en su referencia etimológica presumen un acontecimiento significativo que debería ser superado por otro, el Carnaval de Barranquilla es sin duda una obra maestra que desde sus hacedores, solo ha sido superada por sí misma.

En un recuento por los más 150 años de historia que reúne la celebración de los barranquilleros, son muchos los momentos icónicos que han dado alegrías infinitas y que han sumado al orgullo de todos los que disfrutan la fiesta.

Con el propósito de cumplir como garantes de la tradición, desde hace 90 años, cuando está Casa Editorial nació, la labor periodística ha construido un amplio registro de esos hitos que han incidido en el Carnaval.

Hechos históricos

En entrevista con EL HERALDO, Francisco Eversley, doctorante en Historia y docente de la Universidad del Atlántico, conversó sobre de la importancia del Carnaval en el Caribe.

'La real esencia Carnaval se comprende desde dos factores que parecen opuestos, la reverencia y la irreverencia, y lo interesante es ver como dentro de una misma narrativa ambos conceptos confluyen perfectamente. Por un lado se tiene todo los burlesco que hace referencia a las inconformidades de las poblaciones, y por el otro el honor que se le rinde a las tradiciones, a la resginificación de toda esa ancestralidad que da cuenta de un patrimonio cultural e inmaterial'.

Dentro de la relatoría histórica que comprende el Carnaval de Barranquilla, Eversley destaca algunos de los hitos más significativos de la fiesta.

'El Carnaval reúne un sin número de hitos que han hecho de la fiesta un espacio histórico, sin embargo, algunos de los más significativos se relacionan con el resurgimiento de la fiesta luego de la crisis, la institucionalidad de la figura de la Reina del Carnaval y la exaltación de las letanías'.

Con fechas exactas, el doctorante señala, 1903 después de la Guerra de los Mil Días regresa el Carnaval con la Batalla de Flores; en 1915 por primera vez se elige una mujer como presidenta del Carnaval, Elida De Castro.

En 1918 se hace el nombramiento de la primera Reina del Carnaval, Alicia Lafaurie Roncallo y en 1930 Aparece el primer grupo de Letanías en el barrio Rebolo, Las Ánimas Rojas, integrada por José Dolores Gutiérrez, Isaac Morón, Jacobo Henríquez, Félix de las Salas y Juan Escorcia.

En lo que respecta a los últimos noventa años, Francisco menciona que el ejercicio periodístico ha referenciado parte de los hitos en las últimas nueve décadas.

Entre esos, Primer Reinado Internacional del Carnaval en 1956, la creación del Congo de Oro en 1959, el primer Festival de Orquestas en 1966, en 1995 reaparece la figura del Rey Momo y la Declaratoria de la Unesco en 2003.

Un festival musical gigante

Escarbando un poco más en entre las memorias del Carnaval, la añoranza de un grande que aún se sostiene es capaz de despertar los mejores recuerdos de los mayores, el Festival de Orquestas.

Erasmo Padilla, quien fue productor del evento durante muchos años dijo que la música hace parte del corazón de la fiesta y que esa es la esencia del Carnaval.

'La música siempre ha sido el corazón del Carnaval y el Festival de Orquestas era un evento que tenía muy claro eso, con presentaciones magnificas como las del Joe Arroyo o Diomedes Díaz el público enloquecía y agradecía tener ese espacio para vivir su cultura'.

Desde lo cultural, Padilla destacó que el Festival de Orquestas dio aportes significativos durante sus primeros años.

'Sin duda este evento marcó uno de los hitos más grandes del Carnaval. Era el evento más esperado por todos y la presencia de artistas tan representativos del Caribe hacia que fuese un evento de gran altura. Sin embargo, en los últimos años, la popularidad entre el púbico ha decaído mucho y eso da cuenta de la necesidad de repensar los procesos'.

La letanía como patrimonio oral

Otro de los grandes referentes del Carnaval, sin duda son las letanías y las comedias, entendiendo estas como una expresión única del Caribe colombiano.

Freddy Cervantes, rey Momo 2019, en la historia del Carnaval es único salvaguarda de la tradición oral que ha llegado a ostentar tal distinción.

'Las letanías y la comedia son expresiones únicas del Caribe colombiano, las cuales cumplen con un propósito, salvaguardar la tradición de los ancestros, pero también pronunciarse frente a las incomodidades'.

Sin embargo, en Barranquilla y específicamente en el Carnaval la letanía posee una reivindicación, por lo que se le busca cambiar su orientación vulgar a una social.

'Históricamente la letanía era desprestigiada por sus connotaciones vulgares, y desde el barrio Rebolo lo que hemos venido haciendo es darle un nuevo sentido en los social'.

A propósito de ello, hacia el año 1930 aparece el primer grupo de Letanías en el barrio Rebolo, ‘Las Ánimas Rojas’, integrada por José Dolores Gutiérrez, Isaac Morón, Jacobo Henríquez, Félix de las Salas y Juan Escorcia.

Los cuales fortalecieron la cultura y recordaron la importancia de mantener vivía esta tradición. Actualmente las letanías ocupan espacios dentro de festivales y en el mismo Rebolo hay escuelas letaineras.

'En Rebolo hemos logrado crear un espacio para educar a los jóvenes sobre la importancia de las letanías, por lo que tenemos un espacio educativo y cultural en el que trabajamos la construcción de letanías con sus intereses'.

Los niños no van más atras

De la espontaneidad de una reunión en el ‘paraíso terrenal’, surgió en Barranquilla uno de los hitos más significativos para la historia de su festividad. El Carnaval de los Niños.

El profesor Julio Adán Hernández, quien por más de 40 años ha liderado el proceso de formación ‘Voz infantil, Hola juventud’, recordó el momento en el que los mismos niños decidieron no ir más en la cola de los desfiles.

'Históricamente el Carnaval ha ido evolucionando, y si bien los niños hasta antes de finales de los 90’ tenían participación en los desfiles, lo hacían al final de estos. Un día cualquiera reunidos con ellos en mi casa, a la que ellos llamaban ‘el paraíso terrenal’, por mi segundo nombre, William Guerrero, siendo niño tuvo una idea extraordinaria, que los niños tuvieran su propio desfile de Carnaval'.

Luego de considerar la idea y plantear como proyecto a ejecutar, el domingo 3 febrero 1991 a las 9:00 a.m. se hizo realidad. Con un recorrido que inició desde el antiguo CAI Luis Carlos Galán en la 72, hasta el Parque Olaya, los niños, por primera vez en Barranquilla celebraron su propio Carnaval.

'Con el tiempo la exigencia en la preparación de los desfiles fue aumentando, y lo cedimos a Carnaval S.A., sin embargo, para mí lo más valioso no es haber sido parte del comienzo, sino ver que ha mantenido y que la gente reconoce este Carnaval como uno igual de importante que el central'.

Desde el primer desfile, los niños han celebrado las tradiciones del Caribe en su Carnaval durante 32 años, y en palabras del profesor, 'son ellos mismos los que reclaman su espacio en las carnestolenticas, porque han aprendido no solo a gozar, sino a amar su Carnaval como una expresión de cultura y tradición'.

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La primera declaratoria para Colombia

En un amplio baúl de recuerdos, que a propósito de fechas en este 2023 cumple 20 años, Diana Acosta Miranda, Secretaria de Cultura del Atlántico, quien también fue miembro del Comité del Ministerio de Cultura que radicó la solicitud de declaratoria ante la Unesco, comentó acerca la importancia de este.

'En el imaginario de la gente la declaratoria de Unesco es el hito más grande del Carnaval, y si bien el llamado es importantísimo es preciso entender que esa mención no es más que el resultado de muchos hitos anteriores'.

'Sin duda el mayor resultado que esto genero a nivel mundial es que nos colocó en el mapa, la gente de todos los países comenzó a enterarse que Barranquilla existía y que ahí se celebraba un Carnaval que conservaba la tradicionalidad'.

Sobre el proceso que conllevo la construcción de documento que logró convertir a Barranquilla en la primera ciudad de Colombia en alcanzar tal distinción ante el organismo, Acosta dijo lo siguiente:

'El proceso fue muy diverso, en ese momento nos reunimos para radicar una solicitud en la que todos éramos inexpertos, pero teníamos claro dos cosas: la primera era evidenciar al Carnaval como una expresión humana, y la segunda era que se encontraba en riesgo ante la comercialización, y así lo hicimos y lo enviamos'.