Una mezcla armoniosa de movimientos se unen para evocar una de las manifestaciones artísticas más dominantes e influyentes de la sociedad: la danza. Ese arte que cada 29 de abril es enaltecido a nivel mundial desde 1982 para conmemorar su nacimiento.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)lo estableció como motivo del natalicio del bailarín y coreógrafo francés Jean-Georges Noverre, quien se destacó por sus aportes significativos a través de numerosas coreografías y obras sobre la práctica y teoría del ballet que lo llevaron a ser reconocido como el creador del ballet moderno.
La evolución, innovación y crecimiento no han sido ajenos de este arte que al igual que otras esferas sociales ha cambiado sus dinámicas y formas de visibilización. Las plataformas digitales se convirtieron en una matrimonio inseparable de la música y el baile. En ella, se recrean y viralizan hasta las más escondidas historias que nacen de la muestra artística.
Poder potencializar y fortalecer la práctica han sido los grandes retos de bailares que hacen de sus redes una forma cotidiana de 'brillar'.
Una herramienta de alta potencia
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Cuando el panorama parecía oscurecerse y el 2020 anunciaba la llegada de una de las pandemias más impactantes del siglo XXI, la bailarina Martha Maturana se preparaba para encontrar una nueva manera de entregarse a lo que más le apasiona.
Tan solo un mes antes había inaugurado su academia de baile ‘Matumbé’ y se vio obligado a cerrarla por las medidas sanitarias impuestas. Sin embargo, la coyuntura no representó un impedimento para que el proyecto lograra sus frutos.
Maturana halló en las redes sociales la herramienta idónea que permitiría el desarrollo continuo de sus actividades de baile.
'Le agradecemos a la pandemia que ahora la danza sea más vista. Mis seguidores subieron y pude mantener activa la academia', manifestó.
Su plataforma de Instagram se convirtió en el punto de encuentro que a diario sus seguidores observaban para admirar y aprender de su talento. Con más de 85 mil seguidores, la también ex participante del Desafío 2010 busca que a través de lo que realiza, más individuos se motiven a producir alegría en el cuerpo.
'Es lindo cuando produces que la gente se pueda divertir y a la vez aprender porque hago tutoriales de champeta y ritmos afro que es lo que más me encanta bailar', dijo Maturana.
Aprendió a bailar antes de caminar. Desde sus cinco años, la mujer descrestó con su talento, del que agradece haberse expresado de múltiples formas a través de un arte.
Su mentora fue la coreógrafa barranquillera, Mónica Lindo, referente de la disciplina que logra superar barreras y fronteras. Para Lindo, la tecnología y redes sociales se han convertido en pilares fundamentales de cercanía constante con el público y transformadores influyentes en la cultura.
'La danza ha encontrado en la tecnología nuevas formas de comunicarse, de acercarse a todo tipo de publico y a apreciarse en su complejidad. Antes ir a los teatros era la única forma de ver espectáculos de danza, ahora se tienen a la mano y desde cualquier escenario del mundo a través de las plataformas digitales'.
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La danza como base de transformación
Así como se transforman las plataformas digitales, también son renovadas las formas de pensamiento y acciones que se introducen en cada artista.
A sus 27 años, el bailarín barranquillero Nelson Guardo reconoce con fervor la importancia de la danza en su vida, representada como un modelo de cambio espiritual.
'Para mi la danza lo es todo, a ser mejor persona y a tener más empatía con la gente', expresó.
Guardo también hizo uso de sus redes sociales para enviar un mensaje de esperanza en medio de la crisis sanitaria. Un momento de aflicción que produjo el descubrimiento de destrezas y talento para muchos que hoy encontraron en el baile un 'refugio ideal'.
'Hay muchas personas que se motivan a realizar cosas nuevas a través de las redes sociales. Sintieron que con esto que su talento se iba a dar a conocer de una mejor manera', dijo el bailarín.
Darse a conocer es otro de los factores más ventajosos que trae consigo la difusión de lo que se pretende evocar. Es por ello que Guardo acumula más de 40 mil seguidores en Instagram y ha sido promotor de su pasión en otros países a los que pudo llegar gracias a su relación temprana con las academias de baile.
'El baile me abrió muchísimos puertas. Yo trabajo a través del baile y todo lo que hago tiene que ver con el arte. La cultura es la base de todo', indicó.
El coordinador del programa de danza de La Escuela Distrital de Arte (EDA), Jorge Martínez indicó que la danza debe seguir constituyéndose en un proceso formativo que permita transcender más allá y siga siendo un símbolo cultural sin precedentes que ahora conquista las redes sociales.
