Reinventar el trabajo del bordado fue la apuesta de Dior con su colección de Alta Costura primavera-verano 2022.
La diseñadora italiana Maria Grazia Chiuri fue la encargada de concebirla casi que en su totalidad a partir de esta técnica en la que jugó con la armonía de los tonos neutros.
Fue así como sobre la pasarela, Dior convirtió el bordado en prendas fluidas, vestidos de líneas vaporosas y blusas traslúcidas.
Unas sesenta creaciones se mostraron en el desfile.
Destacaron también las faldas plisadas transformadas en vestidos de cuello cerrado, abrigos estructurados y capas sobre conjuntos de chaqueta y pantalón.
Chiuri quiso 'suprimir las fronteras' entre el arte y la artesanía poniendo en valor las relaciones entre las distintas creaciones. Así lo explicó la diseñadora en una nota que recibieron los invitados, que se concentraron en una carpa instalada en el Museo Rodin de París.
'Este es el emblema de la colección. A través de la cual la directora creativa de las colecciones femeninas honra las relaciones humanas con objetos hechos a mano, expresando el deseo de abolir las fronteras entre el arte y la artesanía de una vez por todas. El cuerpo es, por lo tanto, un vector para infundir vida en proyectos de vanguardia', explicó la firma francesa.
Bordados protagonistas. Los bordados, en lugar de decorar las prendas, las erigen: dan la estructura y la arquitectura del tejido en trajes de día, o la ligereza del vestido, cuando se camuflan en el tul.
Destacaron en pasarela un vestido entero de guipur con cuello alto y mangas globo, un enterizo de pedrería en apariencia elástico o una falda con cristales en movimiento.
Los bordados se colaron hasta en las medias y los zapatos. Las modelos lucieron unas merceditas brillantes que acompañaron toda la colección presentada en pasarela, a la que acudieron actrices como Cara Delevingne y Rosamund Pike.
'Estos estampados bordados, que reinterpretan la herencia de Dior, se convierten en el elemento central y, siguiendo las reglas de la alta costura, se transforman a través de una visión que hace del taller un modo de expresión colaborativo, donde la alta costura es una forma de experimentación y curiosidad constantes', recalcó la firma en su página web.
En cuanto a los colores, Chiuri apenas salió del gris claro y el blanco, con alguna introducción de negro en vestidos de noche, sobrios y de cortes puros.
La divinidad de Schiaparelli
Una paleta de colores similar presentó en la Semana de la Moda la firma Schiaparelli en su pasarela. Con una colección sobria en el fondo (tan solo hubo blanco, negro y dorado) pero muy atrevida en cuanto a accesorios.
Su diseñador, el estadounidense Daniel Roseberry, quiso presentar ante el público su búsqueda de crear una obra emotiva, más cercano al arte que al sentido profano de la ropa.
De hecho, Roseberry explicó que su inspiración parte de la búsqueda de lo celestial, en lo que esperaba encontrar cierta calma en el contexto del desasosiego y la pérdida que ha ocasionado la pandemia de coronavirus en los últimos dos años.
La firma, fundada por la diseñadora y surrealista Elsa Schiaparelli, ícono de los años 1920 y 1930, ha encontrado en 2022 una buena forma de reconectar con un público que busca cierta teatralidad y que explora una moda más próxima al arte.
Es así como con sus diseños, esta firma italiana llevó la divinidad a la Alta Costura.
Schiaparelli presentó una serie de creaciones en oro de 24 quilates, que en esta ocasión fueron más allá de los accesorios para convertirse en corsés, guantes y hasta vestidos esculpidos con cristales de los años 30.
Vestidos tipo columna y corsés abiertos en el pecho se complementaron con gigantescos sombreros, bolsos en forma de cabeza, láminas de metal que salen del escote y coronas con forma de halo.





















