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Clara Gutiérrez recibió una llamada el 22 de marzo que esperaba desde hacía seis meses, cuando ingresó a la lista de espera para un trasplante renal. Esta mujer, diagnosticada con hipertensión, se sometía desde hace nueve años a un tratamiento de hemodiálisis. Con el tiempo, sus riñones 'dejaron de funcionar' y desarrolló una enfermedad renal crónica. La llamada de ese domingo le salvaría la vida: encontraron un donante.

Clara y su esposo viajaron ese mismo día desde Turbaco, Bolívar, a Barranquilla. Llegaron directo a la Clínica de la Costa, donde unas horas más tarde estaría estrenando un nuevo órgano 'con poco kilometraje', como ella misma lo dice mientras se recupera de la cirugía en un alojamiento ofrecido por la EPS Mutual Ser. La mujer, de 52 años y madre de dos hijos, es una de las cuatro personas que ha recibido un trasplante en medio del Estado de Emergencia por coronavirus en la ciudad.

La pandemia amenaza con colapsar los servicios sanitarios de Colombia, tal como ha pasado en otros países del mundo. Los casos respiratorios graves de esta enfermedad han ocupado las camas de las unidades de cuidados intensivos de clínicas y hospitales, lo que obliga a posponer intervenciones y, en el caso de los trasplantes de órganos, a revisar aún más la idoneidad de posibles donantes.

Para Germán Lenis, cirujano de trasplantes y docente de Medicina de la Universidad de Antioquia, la afectación de todos los procedimientos médicos y quirúrgicos es notable con esta epidemia.

'Un número importante de cirugías que se llaman cirugías electivas deben cancelarse porque pueden generar riesgos para personas que tienen que abandonar su casa para estar en un hospital. Los procedimientos de alta complejidad quedan alterados completamente si se van a reservar camas para la Unidad de Cuidados Intensivos. Allí, en ese campo está el trasplante de órganos', explicó.

El médico internista, nefrólogo y docente de Medicina de la Universidad Simón Bolívar, Omar Cabarcas, afirma que del mismo modo que se han afectado otros sectores de la salud se han ralentizado las evaluaciones de los pacientes que van a ingresar a una lista de espera.

'Eso ha ocurrido porque las medidas que se han tomado para contingencia han limitado la movilidad de los pacientes, muchos de ellos viven a grandes distancias de los centros trasplantadores, lo que hace difícil hacer la evaluación completa'.

Cabarcas, recalca que la situación es una tendencia generalizada en los centros del país.

'Pienso que con el pasar de las semanas, en la medida de que vayamos aprendiendo cómo manejar este problema de salud pública (porque esto no se va a acabar solo con las medidas de confinamiento que tenemos por un mes) nos va a tocar reinventarnos y buscar medidas que nos lleven a tener un equilibrio para no parar porque la necesidad de trasplantes para personas con enfermedad renal crónica en estado avanzado crece aceleradamente', manifiesta.

Los pacientes con diálisis deben seguir tratándose a pesar de la emergencia. El profesional, señala que este es un tratamiento vital que no puede ser suspendido.

'Las personas que tienen tratamiento de hemodiálisis deben asistir tres veces por semana a las unidades renales. Para mitigar el riesgo de transmisión se están siguiendo las medidas de los entes gubernamentales para el manejo de esta crisis'.

Según información del Ministerio Nacional de Salud el trasplante de órganos es un tratamiento médico por medio del cual órganos, tejidos y células enfermas son reemplazados por las de un donante. Estos procedimientos ofrecen resultados positivos para la calidad de vida de los pacientes con fallas en el funcionamiento de sus propios órganos y tejidos.

En Colombia todas las personas pueden ser donantes, desde niños hasta adultos mayores. Cuando una persona fallece por muerte encefálica o paro cardiorrespiratorio muchos de sus órganos continúan funcionando. En ese sentido, la donación como acto altruista busca que esos órganos continúen dando vida. La persona fallecida debe haber manifestado en vida a sus familiares su intención de ser donante.

Crisis

El doctor Lenis explica que existen dos tipos de donantes: el donante vivo y el donante fallecido. La crisis por el coronavirus afecta los trasplantes por la disminución de donantes.

'El número de donantes se ha reducido porque en los servicios de urgencias hay menos muerte encefálica, eso quiere decir que los órganos están en buen estado pero el encéfalo murió a eso se llama el donante fallecido. Por otro lado está la lista de espera. En este momento muchas personas no se van a someter al riesgo de estar en un hospital donde hay posibilidades de contagio. Hay lugares en el mundo donde, inclusive, han cerrado servicios de trasplantes'.

En el caso de que un donante tenga coronavirus Cabarcas detalla que estaría contraindicado, es decir no sería apto para que se realice este procedimiento debido a que 'la infección por coronavirus tiene una alta trasmisibilidad'. Lo que en sus palabras generaría 'una catástrofe sanitaria exponencial'. Sin embargo, afirma que, para la donación de órganos en medio de la pandemia, las entidades han adicionado evaluaciones más rigurosas en posibles donantes.

'Evaluamos si ha tenido o no síntomas respiratorios, o si en los centros hospitalarios en los que se identifique un donante se evalúa el riesgo de transmisión por el coronavirus. En caso de que llegáramos a tener una especie de nexo epidemiológico se podría tomar una muestra rápida para identificar si en un paciente que es un potencial donante hay sospecha asociada al coronavirus'.

Un nuevo corazón

Yuber Castro, de 19 años, es un joven boyacense que gracias al acto de solidaridad de una familia en Medellín recibió una nueva oportunidad: hoy tiene un nuevo corazón.

A pesar de su edad, Yuber presentaba un problema cardíaco que podría hacerle perder la vida en cualquier momento. Contra todo pronóstico en medio de la pandemia fue trasplantado el 10 de abril, en una cirugía de alta complejidad realizada por profesionales de la Fundación Cardioinfantil.

El transporte del órgano se realizó desde la clínica de San Vicente de Paúl hasta el hospital de Rionegro y desde ahí, viajó a Bogotá en un vuelo chárter hasta donde se practicó la cirugía que duró alrededor de 4 horas y media.

'Recibimos el llamado de que había un donante en Medellín que hacía compatibilidad perfecta con nuestro receptor. Empezamos toda la logística para recibir ese corazón. Entre la logística y la cirugía tardamos unas nueve horas. La cirugía salió muy bien y el paciente entró a recuperación en la Unidad de Cuidados Intensivos y está listo para ser dado de alta', manifiesta la doctora María Juliana Rodríguez, líder del programa de Falla Cardíaca y Trasplante de corazón de la Fundación Cardioinfantil.

La profesional, explica que este paciente se encontraba en Urgencia 0A, lo que significa que debían tomarse acciones inmediatas para proteger su vida.

'Este paciente llevaba hospitalizado con nosotros 42 días, dependía de dos medicamentos endovenosos para suplir las necesidades de su cuerpo. Deben tenerse en cuenta lineamientos muy claros en medio de la pandemia. En esta fase de mitigación debemos tener protocolos para pacientes que están en urgencia tanto como para pacientes que están electivos para que no existan problemas con el receptor', añade.

Entidades como la Fundación Cardioinfantil buscan hacer un llamado para que las empresas que administran la salud no olviden a pacientes con patologías complejas que esperan en un órgano una oportunidad de vida. A pesar de que la urgencia en el sector de la salud, en la actualidad, gira en torno al COVID-19, en Colombia la lista de espera de pacientes por un trasplante de órganos supera las 4.000 personas, según el Centro Regulador de Trasplantes. De ellos, 22 pacientes esperan por un trasplante de corazón, seis en una condición clínica grave.

Dimas Ruiz, habitante de Repelón Atlántico fue diagnosticado con una enfermedad renal crónica y debía ser trasplantado en el menor tiempo posible. El 22 de marzo recibió la noticia de que tenía un donante y al día siguiente se realizó la cirugía de la que aún está recuperándose.

Dimas, de 39 años, está en confinamiento y solo sale del hospedaje en el que está viviendo en el barrio El Bosque a las citas con el nefrólogo y personal médico, a las que acude con tapabocas y según él, siguiendo al pie de la letra el distanciamiento social.

'Estoy preocupado por esta situación que estamos viviendo. A mí me pensionaron por incapacidad laboral, trabajaba como vigilante pero mi sueldo no me alcanza para pagar esta habitación en Barranquilla y aparte transportarme en taxi hasta la clínica. La EPS no me da el hospedaje porque soy del Atlántico y mi esposa no trabaja porque me está cuidando. Necesitamos ayuda', manifiesta Dimas, quien dice sentirse vulnerable ante el coronavirus.

Dimas asegura sentirse agradecido por su nuevo riñón y por haber salido victorioso de la lista de espera. No obstante, se refiere en tono pensativo sobre la cirugía. 'Antes, al entrar al quirófano mi única preocupación hubiera sido solo que la cirugía saliera bien... Hoy también me inquieta contagiarme de coronavirus'.

Órganos

En Colombia pueden ser donados órganos como el corazón, pulmones, hígado, riñones, intestino y páncreas. Además de tejidos como córneas, piel, huesos, médula ósea, vasos sanguíneos, válvulas cardiacas, cartílagos, tendones, esclera, membrana amniótica.